Hoy, a las 16.30, la Facultad de Artes y Diseño de la UNCuyo presenta un libro de Raquel Quintana y Raúl Manrupe sobre la estética del primer peronismo. EL OTRO entrevistó al profesor Omar Linares, uno de los organizadores del encuentro.

Fotos: Coco Yañez

En un día tranquilo esa calle es ruidosa y el calor agobia, hasta que el equipo del diario cruza el portal de la casa de Omar, para encontrar un par de sillones cómodos que darán pie a una charla amena y muy didáctica. Linares es diseñador industrial y profesor adjunto de la cátedra de Historia del diseño. Cuenta con una notoria capacidad para explicar lo complejo, con constante cordialidad.

El libro hermoso de Quintana y Manrupe reposa sobre la mesa con reproducciones de cientos de afiches que el peronismo utilizó en la década que va de 1945 a 1955. Lo miramos, deseamos hojearlo de inmediato, mientras comenzamos a formular una pregunta que es interrumpida por la necesidad del rigor conceptual.

Esta charla en torno a la iconografía y el arte peronistas…

Ahí te voy a tener que interrumpir un poco, porque la charla en la que Raquel (Quintana) presenta el trabajo que han realizado junto a Raúl (Manrupe), es sobre la estética del peronismo de 1945 a 1955. Y la estética es más amplia que lo artístico. Se podría mirar desde lo artístico pero no es la intención. En realidad se ve el valor estético que en ese momento tenía esa comunicación política.

Lo interesante es por qué se toma esa estética y no otra. Yo explicaré cuáles eran las otras posibles estéticas y Raquel abordará la que se utilizó.

Esto ha sido un hallazgo muy importante porque de esto no había mucha información. Después de derrocado Perón se quemó cuanta cosa se alcanzó: libros, fotos, pinturas, lo que apareciera.

Esto se encuentra a partir de una casualidad, escondido intencionalmente, y después mediante un trabajo de investigación van recopilando más material. Raquel es museóloga, por eso atiende estas cuestiones, sumado a que Raúl es documentalista y tienen nociones de cómo comunicarlo.

¿La obra puede verse desde muchos puntos de vista y disciplinas diversas?

Sí. Hoy vamos a verlo desde el punto de vista del diseño, pero me imagino que Raquel debe tener la intención de que esa mirada amplia se dé y no quede acotado a un trabajo de comunicación gráfica. Es un libro con poco texto, por lo que se puede ver desde distintos lugares.

Seguramente hablaremos de puestas tipográficas, encuadres y cosas de diseño, pero cualquier persona que lo observe puede ver mucho en este trabajo.

¿Qué recepción del evento tuvo en la Facultad?

Yo doy clases los jueves, y el jueves pasado vimos justamente art decó, porque ya teníamos la fecha. Los invité a mis alumnos, aclarando que es sobre peronismo, para que apreciaran cómo se dan esos movimientos europeos en Argentina. Doy clases en el Aula Magna porque son como 180 alumnos y tengo, más o menos, identificados los grupos. Los chicos de Franja (Morada) miraron con una cara, los de Izquierda con otra, y los supuestamente independientes pusieron otras…

Lo publicamos en el Facebook de la Facultad y tuvo muchos me gusta. De todos modos no se va a hablar nada que no se conozca.

¿Será una cuestión más técnica?

Mirá, yo no conozco mucho de las vidas y las trayectorias de Raquel y Raúl, pero me parece que para realizar un trabajo de esta magnitud hay que tener un compromiso ideológico. Tenés que sentirlo, si no sería muy difícil hacerlo. Estoy seguro de que lo han sentido y mucho. Y después también hay que sentirlo para viajar a presentarlo en todos lados. Yo veo que hay una pasión.

¿Qué puede apreciar una persona que quiere ir pero no está especializada en diseño? ¿Qué consejos puede dar?

Yo creo que esa persona va a poder apreciar cómo desde una comunicación visual se transmitían ideas y que esto fue muy efectivo. Le guste o no le guste, esté de acuerdo o no con las políticas que esto transmita, puede verse que los mensajes eran muy efectivos, muy concisos y muy claros. Si en ese momento los entendía todo el mundo, ahora también se pueden entender.

Esta estética fue planteada para ser sencilla. El mensaje era claro con la cantidad de información precisa. Está muy estudiado el decir eso y nada más. Nada superfluo. Si bien utilizan el art decó, que fue un estilo de entreguerras, luego de la Segunda Guerra es puntual, sintético y apela al lenguaje del cine, obviamente.

Y no es que hayan querido apelar a ese estilo por el estilo mismo, sino que les sirvió, aun siendo un estilo evasionista en un momento difícil. En ese momento hacía falta tranquilizarse y parar un poco. Totalmente opuesto a lo que se había hecho en la gráfica rusa, pero era como agregarle un drama más a la vida. Esa carga es muy pesada.

¿Hubo pragmatismo en la elección del estilo?

Sí, y con la característica de no mirar hacia el pasado, sino hacer pie en algo moderno. Voy a mostrar imágenes del neoclásico o del romántico con una fuerte carga histórica para oponerlos. El peronismo nunca quiso referenciarse en algo del pasado.

Da la impresión de que, aunque groseramente, pudieran compararse algunas aristas de esta sencillez -que ofrece esperanzas coloridas- con las actuales puestas en escena del macrismo.

Sí. Al siglo XX muchos historiadores lo inauguran luego de la Segunda guerra mundial, porque entienden que las guerras fueron consecuencias del siglo anterior. Desde ese punto de vista, estamos 20 o 30 años desfasados, por lo que podemos estar viendo que el siglo XXI aún no pasa página.

 


 

“Gráfica política y cultura visual en la década 1945-1955”

Fecha y hora: 24 de octubre – 16.30 hs.

Lugar: Primer piso, aula 4, Facultad de Artes y Diseño de la UNCuyo.
Parque Gral. San Martín, Ciudad de Mendoza

Entrada libre y gratuita.

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