Forma parte del paisaje godoycruceño desde 1888, año en que se construyó su núcleo. En 1999 fue declarada patrimonio histórico nacional. Años de desidia convierten lo que queda de su edificación en un ejemplo del descuido patrimonial de Mendoza. La exbodega Arizu en la mirada de nuestro reportero gráfico Seba Heras.

Luego del prolongado proceso de quiebra de lo que fuera el conglomerado Arizu, la exbodega ubicada entre las calles Lisandro de la Torre, Minuzzi, San Martín y Belgrano del centro de Godoy Cruz, fue adquirida por el grupo CENCOSUD, que planeaba su demolición para instalar un centro comercial.

Ante esta amenaza de derribar un pedazo de historia mendocina, rápidamente se la declaró “Bien del Patrimonio Cultural de la Provincia de Mendoza”. Al año siguiente, 1999, el gobierno nacional la consideró monumento nacional.

Desde ese momento, con la participación de distintas instancias institucionales que se sumaron a la supervisión de los planes para la exbodega, la edificación permanece en franco abandono y silencioso deterioro.

Hace algo más de un mes, declararon al Edificio Gómez, el Museo Cornelio Moyano y las escuelas Videla Correas y Urquiza, como patrimonio histórico nacional, igual denominación que los restos de la Arizu.

En la provincia de las grúas que caen, los techos que vuelan y los museos que arden, ¿no será momento de trascender las declaraciones y hacer algo concreto y real para preservar nuestro patrimonio?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Leer más:

Gente sin casa, casas sin gente