La bancaria realizó una concurrida manifestación que transitó el centro mendocino con alrededor de 800 trabajadoras y trabajadores que reclamaron la reapertura de paritarias y el cese del impuesto a las ganancias.
En el marco de una medida de fuerza de alcance nacional que abarcó el miércoles 5 y el jueves 6 de octubre con media jornada de suspensión de actividades y movilización, el gremio que reúne a las empleadas y empleados de bancos sostuvo un reclamo añejo en cuanto al impuesto a las ganancias e incorporó a sus demandas la reapertura de paritarias en cumplimiento la cláusula 15 del último convenio firmado en el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, que establecía la posibilidad de reabrir las paritarias en caso de cambios en las condiciones económicas.
Otra de las novedades de la jornada de protesta que los bancarios protagonizaron en Mendoza fueron los planteos de la “defensa de la banca pública” en relación a las “acciones desregulatorias de las autoridades del banco central” y a la “uberización (por la automaticación) del sistema bancario.
En relación a las demandas y los reclamos del sector, Sergio Giménez, Secretario General de La Bancaria en Mendoza, afirmó que “los bancos públicos no lo están cumpliendo y están imitando a los privados, lo que me recuerda a los ’90, cuando la gente decía para qué sirve la banca pública si hace lo mismo que los privados. Cerraron muchos bancos del Estado y eso tuvo un impacto también”.
A juicio de Giménez, “la banca pública está para garantizar los recursos de la producción para generar el círculo virtuoso de la producción que redunda en puestos de trabajo y consumo de bienes y servicios”.
Además, el referente nacional de La Bancaria, Sergio Palazzo, -alejado del triunvirato que conduce la Confederación General del Trabajo (CGT)- sostuvo en declaraciones a página12 “No somos estúpidos, la recesión, la apertura de las importaciones, el libremercadismo comercial digital, afectan a empresas argentinas y su quebranto comprometerá al sistema bancario una vez más, como ya sucediera en la aciaga década del ’90”.
De esta manera los nuevos “descamisados” de la CGT presionan desde abajo y con movilizaciones, para que se abra el debate en torno al próximo paro nacional.