La Casa Violeta, cultura de la resistencia

La Casa Violeta continúa ofreciendo actividades artísticas y talleres. Entrevista con Andrea Simón, coordinadora de este espacio cultural autogestivo de Godoy Cruz

Fotos: Coco Yañez

¿Como nació la idea del espacio?

La casa era de mi abuela paterna y cuando los nietos empezamos a apropiarnos empezaron a pasar cosas. A veces un compañero se quedaba sin espacio y venía. Había un garage muy precario, donde hoy es La Casa Violeta, en el que se daban clases de yoga, de pintura, algunas actividades para niños.

Mi hermana Gabriela, junto con quien era mi cuñado, empezó a abrir el espacio a artistas diversos. Pero tiempo después partió a España y me la dejaron a cargo.

Se vivía una problemática compleja con los espacios culturales. Cromañón fue un antes y un después, e incluso cerraron espacios del Estado.

Junto con toda la familia juntamos un capital y decidimos, en 2010, ampliar el garage y darle forma a lo que hoy es La Casa Violeta.

Pasaron más de siete años. ¿Observás algunas similitudes con aquel momento de 2010?

Siempre es un espacio de resistencia. En un momento nos atrincherábamos acá en forma clandestina y después definimos abrirlo al público para poder hacerlo más seriamente. Éramos muy jóvenes y no nos animábamos a enraizar acá. De todas maneras se fue dando naturalmente, con todo lo difícil que se hace a veces, pero lo hicimos.

¿Por qué la tienen difícil en Mendoza?

Por lo que es de público conocimiento. Porque no hay políticas públicas culturales. Porque a los políticos de turno no les interesa lo que pasa en los espacios culturales, y mucho menos en un espacio tan pequeño. Porque no valoran el trabajo de los artistas y, especialmente, de los artistas locales. Y no lo digo desde el lugar de la víctima, del lamento godoycruceño. Pero realmente es así.

Había pintado bien cuando Diego Gareca era director de Cultura de Godoy Cruz, porque empezaron a pasar muchas cosas favorables y surgió la posibilidad de realizar laburos que venían postergados. Pusimos mucho esfuerzo y tiempo, y él también. Pero terminó su gestión y se olvidó de las promesas y de lo que había quedado inconcluso. Volvimos a pelearla en soledad, con un director de Cultura de Godoy Cruz que es un inepto, y es todo el tiempo volver a cero.

¿No es raro que plantees que Gareca desde la provincia dejó de gestionar la cultura como lo hacía en Godoy Cruz?

Llegaron a donde querían llegar, a ocupar cargos de máximo poder y cagarse en todos nosotros. Esa es la verdad.

¿Cómo ves La Casa hoy?

Veo que esto se va construyendo día a día. Que el aprendizaje para nosotros es infinito y para el público también, porque de alguna manera hacemos mucha pedagogía y de a poco se va sumando gente del barrio. Barrio de gente grande que nos mima y nos cuida, y son felices con el movimiento que genera La Casa.

Estamos muy conformes porque las redes que se tejen son cada vez más y eso nos llena de satisfacción. Permanecen, no como sucede con algunas gestiones públicas que tejen redes volátiles. Hay un vínculo emocional y afectivo.

¿Qué se puede ver en La Casa?

Hay de todo. La verdad, es maravilloso lo que se genera en los espacios pequeños, no solo en La Casa, también en El Living, El Taller… Laburamos a pulmón, si bien contamos con subsidios esporádicos.

No paramos. Ni en verano. Talleres artísticos de lunes a jueves y, a partir del jueves, espectáculos de clown, teatro, música. A veces, espectáculos en los que interactúan artistas visuales y artistas de otras áreas. Se da un intercambio muy rico.

Hay talleres de bajo, guitarra, teatro, clown… Un amigo de la casa, que se llama Facundo López, hace praxis vertebral, porque entendemos que el arte tiene que ver con la sanación.

Hoy viernes presentamos “¿Cuál es la pena?” del elenco Quereme libre.

Este sábado 19 vamos con el taller de Eutonía, a cargo de Alejandra Silnik, de 15.30 a 17.30. Y a la noche se presenta la obra “Masa Madre”, con un gran elenco.

Es importante que, por cuestiones de espacio, nos llamen por teléfono para hacer las reservas.

La Casa Violeta

Paraguay 1478, Godoy Cruz.
Teléfono: 0261 428-0190
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