Datos, no relato. Las cifras difundidas por el Gobierno de Mendoza demuestran el ineficiente manejo de la política sanitaria para frenar la expansión de Covid-19. Con un nuevo pico diario de 709 contagios y 3 fallecimientos comunicados este miércoles, la provincia multiplicó por 50 los casos confirmados y aumentó 1.350% las muertes por coronavirus en los últimos dos meses. En dos semanas, las pruebas positivas de PCR promediaron el 40% de las determinaciones realizadas en la red de laboratorios, lo que corrobora que el Ministerio de Salud testea muy por debajo de las recomendaciones internacionales, impidiendo un conocimiento cierto de la magnitud de la pandemia y, en consecuencia, la pronta detección de quienes circulan con el virus.
Por Negro Nasif
Este miércoles a las 23, pasado el prime time noticioso de la TV mendocina, el Ministerio de Salud de Mendoza difundió el último comunicado acerca de la evolución de la pandemia de coronavirus en nuestra provincia.
Los números absolutos son sumamente preocupantes y la pérdida de vidas a causa de Covid-19 una cotidianidad dolorosa que debemos resistirnos a naturalizar, bajo pretexto fatal de que “son los que se tienen que morir”, debido a la avanzada edad y “comorbilidades”, palabras recurrentes con las que se suele explicar por qué ya fallecieron 135 mendocinos y mendocinas a causa de una infección que se puede evitar.
Quienes celebraban las antiguas rachas sin contagios, como si se tratara de competencias deportivas influidas por la suerte, vuelven a pronunciar récord para decir que perforamos el techo de los 700 contagios. Otro número absoluto para el historial estadístico que no dice mucho si no lo relativizamos con otras cifras que, sin ser infectólogos, nos permiten aproximarnos a mensurar de manera borrosa frente a qué monstruo nos encontramos y qué fantasmas se (nos) esconden.
Los más de 700 positivos informados a última hora de este miércoles surgieron de la evaluación de 1.544 determinaciones procesadas por la red de laboratorios del Ministerio de Salud, que arrojaron 850 negativos y 694 positivos. A los que se suman 15 casos confirmados por nexo clínico epidemiológico.
Más allá de asustarnos, sigue sin decirnos mucho esta suerte de poroteo de salud, enfermedad, vida y muerte. Por lo que resulta más provechoso agrandar el foco temporal y analizar así la evolución de la pandemia, ayudados por algunos criterios científicos que den significado a estas estadísticas.
En primer lugar, EL OTRO analizó la curva de contagios y fallecimientos en los últimos dos meses. Del contraste de datos surge la evidencia de un crecimiento exponencial de casos confirmados, de 170 positivos registrados el 1 de julio a 8.560 consignados en el último parte oficial, lo que representa un aumento escalofriante de 5.035%. En el caso de personas fallecidas por Covid-19, la línea ascendió de 10 a 135, 1.350% a la suba en el mismo período.
¿Pero qué pasa si comparamos a Mendoza con la zona caliente del AMBA? En la misma fracción de tiempo, los contagios crecieron 352% en la Ciudad de Buenos Aires y 814% en la Provincia homónima, convirtiéndose en zonas tibias si se toma el parangón bimestral con este creciente caldero cuyano.
La secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, afirmó el jueves pasado que “el porcentaje de positividad está aumentando en las provincias” y se refirió específicamente a nuestra Mendoza. Este indicador surge de comparar la cantidad de determinaciones de laboratorio realizadas con los casos positivos confirmados. Por ejemplo, volviendo al último informe mendocino, se procesaron 1.544 determinaciones, de las cuales se registraron por PCR 694 nuevos casos positivos. O sea, si apelamos a una regla de tres simple, del 100% de análisis 45% fueron confirmaciones.
¿Cuál es la importancia de este dato? “Lo que indica este porcentaje es si estamos pudiendo encontrar adecuadamente a las personas infectadas en la población”, señaló el investigador del Conicet Rodrigo Quiroga en una entrevista con Télam en la que especificó que “la OMS recomienda mirar esta variable para evaluar si la definición de caso sospechoso y la cantidad de rastreos de contactos es suficiente y sugiere mantenerla por debajo del 10%”.
EL OTRO realizó un análisis del porcentaje de positividad de Mendoza en las dos últimas semanas y obtuvo crudos resultados (ver gráficos arriba y abajo), que distan de los estándares internacionales y de la evolución de la información epidemiológica nacional que, lógicamente, justifican la alarma que hizo sonar la especialista Carla Vizzotti, asesora clave del presidente Alberto Fernández.
Ojalá que el gobernador Rodolfo Suarez la escuche, antes de que el agua nos tape.
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