De acuerdo con un informe del Ministerio de Hacienda, el gobierno de Mendoza gastó, el año pasado, más de seiscientos millones de pesos en propaganda de gestión. ¿Cuántos resonadores “para curar el cáncer” se pueden comprar con ese dinero?
Una alta fuente del Senado de Mendoza filtró a EL OTRO un informe, guardado bajo siete llaves, que da cuenta del despilfarro publicitario del gobierno de Alfredo Cornejo.
De acuerdo con el Expediente 439 D 2017 (descargalo aquí), iniciado el 2 de mayo, el Senado provincial aprobó una resolución para solicitar al Poder Ejecutivo que “informe en relación a las pautas publicitarias de gestión gubernamental”.
Según el Pedido de Informes N° 69235/17, impulsado por el justicialismo, el gobierno debía comunicar formalmente cuánto gastó en publicidad durante los años 2016 y 2017, especificando la cantidad de dinero erogado por departamento, y el detalle de las razones sociales, nombres y CUIT de los destinatarios de esos montos, así como también las tareas desarrolladas en cada una de las contrataciones.
El senador oficialista Jorge Palero, presidente de la Comisión de Hacienda y Presupuesto, giró el pedido al ministro de Hacienda Lisandro Nieri, quien respondió la requisitoria casi un mes más tarde.
Con respecto a la contratación de publicidad oficial durante 2016, Hacienda comunicó que el Ejecutivo gastó $ 613.952.622,71, aunque se excusó de brindar detalles sobre la distribución departamental de los fondos y los nombres de las personas físicas y jurídicas que recibieron el dinero público. “No es incumbencia de este Ministerio de Hacienda la gestión de la pauta publicitaria, sino la gestión de partidas presupuestarias para atenderla”, aclararon desde la cartera de Nieri.
Con relación al ejercicio contable 2017, Casa de Gobierno informó a la Cámara de Senadores que el presupuesto contemplado para publicidad prevé una partida de $ 400.000.000 y que, a la fecha del informe, se habían ejecutado solo $ 73.991.121,25.
Secreto a voces
A nadie escapa, a esta altura, que la pauta publicitaria forma parte de una línea central de la gestión Cornejo. Esta “caja” del gobernador es una de las principales herramientas para disciplinar a los medios y sostener un discurso, que salvo por algunas fisuras, se mantiene perfectamente alineado.
Desde EL OTRO venimos sosteniendo que, al parecer, “donde hay una necesidad, hay una propaganda”. Sin embargo, sin transparencia en la administración de los dineros públicos, hasta ahora no teníamos elementos para cuantificar el volumen de fondos repartidos entre las empresas dominantes que concentran los principales diarios (papel y online), canales de televisión, radios y espacios publicitarios en la vía pública.
Si bien el gobierno aún esconde el detalle y los criterios de reparto de la pauta, y no arroja precisiones sobre los nombres y apellidos de los beneficiarios, el informe de Hacienda remitido al Senado brinda una aproximación para conocer qué hace el Ejecutivo con el dinero de los impuestos de los mendocinos.
Más allá de las especulaciones de quienes señalan que habrían otras partidas publicitarias, solapadas en diferentes clasificaciones económicas del presupuesto general y de organismos descentralizados, a primera vista resulta curioso que durante 2016, un periodo de austeridad según el gobernador, se hayan gastado más de $600 millones en propaganda, en tanto que para el 2017, año electoral con evidente explosión publicitaria, se presupuestaron $400 millones.
¿Y si compramos un resonador?
Mientras se espera mayor claridad informativa sobre un tema tan sensible y condicionante de la libertad de expresión, cabe preguntar abiertamente si es ético gastar cientos de millones de pesos en propaganda, en una provincia sometida a un ajuste fiscal permanente, con altas tasas de pobreza e indigencia, y cuando todavía faltan insumos en los hospitales, infraestructura en las escuelas y equipamiento básico para brindar mayor seguridad.
En abril de este año, el gobierno provincial y Fundavita realizaron una extendida campaña publicitaria (cargada de golpes bajos) para pedir donaciones a la población, destinadas a la compra de un resonador magnético para el Hospital Notti. “¿Por qué no lo compra el gobierno?”, preguntamos entonces desde EL OTRO y la respuesta nos llegó pocos días más tarde: “Porque Cornejo hace negocios con el clan Terranova”.
Según Fundavita, un resonador magnético “para curar el cáncer” cuesta $20 millones. La cuenta es sencilla: con $600 alcanza para comprar 30 equipos de diagnóstico, y sobra plata. Ya mismo, podríamos empezar comprando uno, ¿no?
Leer más:
¿Por qué no lo compra el gobierno? Porque Cornejo hace negocios con el clan Terranova
