Las restricciones al ingreso de investigadores al Conicet activaron las alarmas en el ámbito de la educación y la ciencia.  El recorte es el primer gesto de un retroceso histórico aseguran desde adentro. EL OTRO dialogó con científicos locales.

Fotos: Cristian Martínez

Frente al anuncio del Ministerio de Ciencia y Técnica de la Nación del  recorte del ingreso de investigadores al Conicet, científicos de todo el país hicieron públicos sus reclamos. La mayoría de estos repudios surgieron de grupos emergentes que se vienen organizando para defender un modelo de ciencia vinculado al desarrollo integral de la sociedad.

nunca-mas

EL OTRO dialogó con investigadores del CCT (Centro Científico Tecnológico) Mendoza, que pertenecen a la organización Científicos y Universitarios Autoconvocados. Desde su visión, la poda de recurso del gobierno de Macri anuncia un peligroso retorno a la ciencia de los pappers y los “ámbitos especializados”

Ampliar las becas para investigación trajo gente joven al Conicet,  investigadores que promedian los 40 años, gente que se formó en la universidad pública y que estuvo muchos años para poder dedicarse a la investigación. Esa gente aportó nuevas temáticas de investigación, nuevas perspectivas, por ejemplo hace 15 años la perspectiva de género no era importante en las ciencias sociales. Significó la llegada de las perspectiva de territorio, ordenamiento territorial, ambiente, la línea de investigación ambientalista”, explica A., que al igual que sus compañeros, por temor a perder su espacio de trabajo, prefirió conservar el anonimato.

Cuadro estadístico CYTA

“El recorte está respaldado por la idea de que si algo no tiene impacto en lo inmediato no tiene impacto, pero la ciencia es un trabajo generativo. Tenemos 200 años de tradición de pensamiento científico, América Latina no sería lo que es, en materia de ciencias sociales, si  a lo largo de esos años no hubiese habido gente reflexionando sobre nuestra sociedad. Para llegar a desarrollar una vacuna, por ejemplo, se necesitan 50 años. Hoy Argentina desarrolla reactores nucleares de baja potencia para aplicar a la medicina (medicina nuclear) gracias a que la física tiene un desarrollo de 100 años de investigaciones. Cuando retrocede la ciencia pública, avanzan las transnacionales que te venden servicios hechos. En vez de generar materiales innovadores se compran”, refuerza la entrevistada, quien tras haber obtenido el doctorado aspira a una de las vacantes de la carrera de investigador.

En 2015 se incorporaron 930 científicos al Conicet y, según estaba proyectado en el Plan Argentina Innovadora 2020, este año debía ingresar un 10% más. Pero el recorte presupuestario llevó a una forzosa reducción. Sólo ingresarán 358 aspirantes en todo el país.

“Los 600 no ingresantes son doctores formados por el Estado y que no tienen  trabajo, no hay trabajo para los que se quedan afuera. Toda la inversión que hizo el Estado en una persona, a través de la educación pública desde la primaria hasta la universidad termina siendo aprovechada por empresas de otros países. Cuando el científico tiene que irse de su país para poder seguir desarrollando su investigación, esa inversión que hizo el Estado se pierde”, destaca P., un técnico que trabaja en el área de Biología y Medicina.

“Este retroceso está ligado a estándares de investigación y a criterios de qué debe ser la ciencia y al servicio de qué debe estar la ciencia. Para esta gente un científico debe publicar en inglés y en revistas indexadas muy difíciles de acceder. Para ellos los estándares de calidad no están elaborados en la Argentina sino elaborados por empresas y editoriales internacionales, como un transnacionalización de la ciencia y eso tiene impacto en los temas de investigación. Si vos investigás temas que les interesan a estas empresas tenés más chances de publicar en esas revistas, en cambio si investigas la vida de los Huarpes en el secano Lavallino, vas a tener menos oportunidad de publicar en esas revistas”, explica otra de las integrantes de la mesa.

Las perspectivas no son las mejores. El grupo CyTA (Ciencia y Técnica Argentina) Investigación y Desarrollo para la Inclusión plantea en el comunicado que se conoció a raíz de los últimos anuncios: “El freno brusco en el número de ingresos al CONICET traerá conflictos y causará perjuicios al país. Este cambio abrupto es una estafa no sólo a la nueva generación de investigadores sino a toda la sociedad argentina que avaló y acompañó el fortalecimiento de la ciencia y la tecnología como apuesta al desarrollo integral del país”.

claro

En ese mismo tono los científicos mendocinos explican con detalle que “este año van a entrar a la carrera de investigador  la misma cantidad que en 2004, con la diferencia que en ese año habían 2.000 becarios, en cambio este año hay 10.500. No hay conciencia de que sin presupuesto para la ciencia el desarrollo del país va a ir en retroceso, una conciencia más integral de lo que es la ciencia. Es posible que volvamos a los tiempo de un Conicet sin presupuesto, que sólo paga los sueldos y vos como científico venís a tomar café, porque no hay para reactivos, libros, publicaciones. Ciencia es soberanía. En la medida que un país desarrolle conocimiento propio tiene más capacidad de tomar decisión”.

Científicos y Universitarios Autoconvocados y otras organizaciones de investigadores se reunieron en las últimas horas con referentes de ATE-Conicet. La idea es acordar un plan de lucha que seguramente se pondrá en marcha en la próxima semana.