EL OTRO charló con uno de los Gatos viejos: Felipe Echagüe a pocos días de estrenar el proyecto artístico en el Le Parc.
Texto: Richard Quevedo
Fotos: Gentileza
Estxs gatxs envejecieron a los diez años. Cuando miraron el caos, ya sin la inocencia tibia de los amaneceres, cuando despertaron al frío, desgreñados, con la basura hasta el cuello. Era la nación agonía que respiraba una mañana más para sumirse en la estaticidad de las cosas o el despeñadero. Hoy habitan el barrio, comen en la casa del vecino y roban lo que cae de la mesa.
Una apuesta al barrio argentino, sin el exotismo de las series de televisión y con todo el romanticismo del caramelo con aserrín, recogido en la entrada de la confitería.
¿Cómo arranco el proyecto?
Vengo buscando concretar Gatos Viejos desde hace varios años. Finalmente, y luego de un sinnúmero de reuniones y sesiones con diferentes músicos, los asuntos comenzaron a asentarse espontáneamente. Es así como comencé a trabajar con Dante Adrián Piña, a quien conocí hace poco más de un año. Digo espontáneamente porque cada libro que leés, una conversación cualquiera, un disco, el café, cada experiencia cotidiana son fuente de alimentación e inspiración, y a partir de allí surge la necesidad, la urgencia de plasmar todo aquello con voz propia.
En el contexto de la revisión valórica de nuestras raíces es en el que pretendemos llevar esa urgencia hasta el límite que las capacidades y percepciones personales nos lo permitan, o incluso traspasarlo si es posible, siempre evidenciando un profundo amor y respeto. Es bajo ese paradigma que hemos iniciado este viaje.
A la poeta Melissa Carrasco la conozco desde hace mucho antes de arrancar Gatos Viejos, y puesto que la confianza es indispensable para sustentar el trabajo en equipo, le propuse sumarse al concepto. Es extraordinario que haya aceptado.
¿Cómo ven los espacios culturales hoy, y la cultura en general?
Actualmente, uno de los caminos que se debe transitar para mantenerse activo en el arte es la autogestión, y es a su vez un camino muy difícil. Es realmente loable el equipo de trabajo que mantiene en pie al Centro Cultural La Colombina, por darte solo un ejemplo. Sin embargo, Cultura es todo lo que hacemos.
Podemos aseverar que la falta de referencialidad hoy es casi absoluta. Bien sabemos que nuestros intereses e inquietudes en gran medida son moldeados por el contexto en el que nos desenvolvemos. Es improbable que un niño llegue a ser un buen lector, si no hay libros en su casa o una biblioteca en su barrio. Hoy, al conjunto de nuestra sociedad se le hace terriblemente difícil sostener siquiera la estructura. Menos probable resulta por lo tanto pensar que se pueda transitar y convivir en la superestructura del arte y todas las actividades verdaderamente trascendentales que lo conforman, si citamos al filósofo alemán. Sin embargo, mientras peor se vive, más poetas surgen. Por eso, nació Gatos Viejos, resumiendo.
¿Piensan hacer por mucho tiempo la obra?
Gatos Viejos busca ser un proyecto multiartístico. Su sostén está en la música, guiada por el tango. El entramado lo constituirán algunos poemas que Melissa Carrasco y yo hemos escrito.
Este sábado en el Le Parc haremos al menos dos composiciones propias, y el resto solo tango contemporáneo. La bailarina Victoria Castinelli aportará con danza.
¿Cuánto tiempo pensamos realizar esta obra? Acabamos de sumar nuestras energías a la labor de aquellos a quienes admiramos. Nos gustan las relaciones largas y profundas. No pensamos bajarnos.
Ficha:
Gatos Viejos
Proyecto artístico con base en la música ciudadana argentina,
poesía y música propias, danza y escena.
Feria del Libro de Mendoza
Espacio Cultural Julio Le Parc (Mitre y Godoy Cruz, Guaymallén)
Sala Chalo Tulián
Sábado 13 de octubre, 21 hs.
Poesía y otrxs: Melissa Carrasco
Letra, poesía y voz: Felipe Echagüe
Música: Dante Adrián Piña
Invitada especial: Victoria Vaccarone (bailarina)
Registro fotográfico: Rodrigo Gastón Castillo
Entrada liberada
