Urgidos por una orden de desalojo judicial, vecinos del Barrio Valle Encantado de Luján concurrieron ayer a la Legislatura para reclamar el tratamiento de un proyecto de expropiación de las tierras que ocupan desde hace cuatro décadas. Sin embargo, el encuentro previsto con legisladores y funcionarios no se produjo, aunque sí hubo espacio y tiempo institucional para la sobreactuación del diputado nacional José Luis Ramón quien, tras calentar un plenario de comisiones legislativas, fue reprobado y debió disculparse.

Fotos: Coco Yañez

Espera eterna

El anexo de la Cámara de Diputados de Mendoza fue el escenario de una jornada caliente durante la mañana de ayer.

La agenda fijaba un plenario de las comisiones de Hacienda y Presupuesto y de Obras Públicas, Urbanismo y Vivienda para el tratamiento del proyecto de creación del ente de  Regulación y Control del Sistema de Movilidad de Pasajeros de Mendoza, impulsado por el Ejecutivo provincial.

La cita se previó pertinente para recibir a los vecinos del Barrio Valle Encantado de Luján, necesitados de una solución urgente a un conflicto de tierras que los mantiene en vilo hace años y que se agudizó luego de que la jueza Cecilia Landaburu, tras muchas idas y vueltas, ordenara el desalojo de cerca de mil personas.

El primer emplazamiento de la magistrada marcaba el 15 de febrero como fecha límite, pero la sentencia quedó en suspenso tras considerarse la apelación interpuesta por el gobierno provincial y la defensa de los vecinos.

La semana pasada los habitantes de la barriada lujanina fueron recibidos por diputados de la oposición, quienes comprometieron a funcionarios provinciales y del municipio que comanda Omar De Marchi a efectivizar una reunión el día de ayer.

Desde las 9.30 de la mañana los ciudadanos afectados se congregaron en calle Espejo. Fue en vano: los funcionarios del oficialismo no se presentaron y el encuentro se postergó, con la renovada promesa de realizarse en los próximos días.

El valor de la tierra

El Barrio Valle Encantado se encuentra en la zona de Chacras de Coria del departamento de Luján de Cuyo. Según un reciente censo, es habitado por casi trescientas familias, muchas de las cuales se acercan a los cuarenta años de antigüedad en el lugar.

La valorización inmobiliaria de los últimos años transformó al sitio en un blanco presuntamente fácil. Colindante con “exclusivos” barrios privados, hace tiempo que la comunidad del Valle Encantado es sometida sistemáticamente a la estigmatización y criminalización de la pobreza.

En paralelo al hostigamiento, transitaba los pasillos de tribunales la demanda por desalojo, que los vecinos aún resisten en base a una ascendente cuota de organización, que en su momento se tradujo en un proyecto de ley de expropiación y utilidad pública, que busca preservar el derecho a la vivienda constitucionalmente consagrado.

Foto de archivo: protesta en la Legislatura, 1/3/2017.

La propuesta vecinal contemplaba metas de desarrollo que garantizaría el IPV a través del PROMEBA (Programa de Mejoramiento Barrial, política del gobierno nacional hoy opacada). La iniciativa nunca avanzó a pesar de la voluntad y compromiso de algunos legisladores y funcionarios de la gestión provincial anterior.

Al clausurarse una de las soluciones políticas, se aceleró otra: la del Poder Judicial. La jueza Landaburu ordenó el desalojo, aunque matizó su decisión con un mínimo de respeto por el Estado de derecho. La magistrada emplazó al Gobierno de Mendoza y a la Municipalidad de Luján de Cuyo a arbitrar “los medios para solucionar el problema habitacional de los menores de 18 años, personas con discapacidad y adultos mayores de 60 años a quienes concierne este pleito y su grupo familiar, evitando que se produzcan sustituciones inaceptables”.

La sentencia quedó en suspenso tras la apelación impulsada tanto por el gobierno provincial como por la defensa de los moradores de la barriada. Pero las soluciones de fondo no aparecen y el gobernador Cornejo y su aliado político De Marchi pelotean al vecindario.

Foto de archivo: protesta en la Legislatura, 1/3/2017.

La misma desprotección se sintió ayer entre los hombres y mujeres que fueron en búsqueda de una esperanza a la Casa de Las Leyes y se volvieron a sus casas con las manos vacías.

Diputados de la oposición manifestaron su bronca por el desplante oficialista de ayer. El peronista Lucas Ilardo calificó de mentirosos a Cornejo y De Marchi, a través de las redes sociales. Mientras que su par Sonia Carmona agregó que las familias que residen en Valle Encantado no quieren ser desalojadas por De Marchi y resaltó que el interés de niños y adolescentes es primordial.

Banquinazo de la Ramoneta

El flamante diputado nacional José Luis Ramón avizoró en el plenario de comisiones una tribuna ideal para aplicar su fórmula del éxito. EL OTRO presenció su excitado ingreso al anexo de calle Espejo. No reparó, por supuesto, en la presencia de los vecinos de Valle Encantado. Ni de reojo, como un pura sangre con anteojeras camino al disco, se abrió paso a la sala donde se desarrollaba la reunión plenaria, portador en todo momento de su sonrisa televisiva. Su socio del Partido Intransigente Mario Vadillo ya se encontraba en el lugar, tras dar un par de notas a la prensa.

No tardó en intervenir en la discusión y desplegar su diatriba. Con su impronta habitual, se atribuyó la representación de los usuarios del transporte público y, luego de una petulante exposición, aseveró sin diferenciación alguna que los legisladores y legisladoras presentes defendían los intereses de los empresarios del transporte.

 

 

La temperatura de la sala aumentaba a la par del desparramo de histrionismo del “protector”, al punto de sacar de las casillas a más de uno, sin distinción de pertenencia partidaria. César Biffi (Cambia Mendoza) se tomaba la cabeza, Jorge Tanús (PJ) chicaneaba, y un par de diputados decidieron simplemente abandonar la reunión.

El monólgo prosiguió hasta que el diputado Lucas Ilardo se erigió en vocero del cuerpo y le propinó un riguroso correctivo al devenido intransigente. El camporista le expresó que las disidencias entre los legisladores de ambas comisiones no implicaban quebrantar un marco de respeto que estaba transgrediendo con su intervención. A continuación, le solicitó a Ramón que pidiera disculpas.

 

Notoriamente afligido, el onegeista aceptó su desatino y pidió perdón, escudándose en que su personalidad lo conduce a ese tipo de dislates.

Se fue silbando bajito, sin cámaras, tampoco Facebook Live, ni su Ramoneta que lo abandonó en San Valentín.

Ramón volvió a la calle, omitiendo otra vez el acuciante reclamo de los vecinos del Valle Encantado.