La 8ª Cámara del Crimen resolverá, el próximo lunes, el curso del proceso penal contra los miembros de la organización barrial Túpac Amaru. Mientras la fiscal Gabriela Chaves busca el juicio oral y público, la defensa de los imputados solicitó la nulidad de todo lo actuado. Nélida Rojas, quien fue escuchada ayer por el tribunal, denunció un permanente hostigamiento mediático y político hacia ella, familiares y compañeros.

Fotos de archivo: Coco Yañez

2011. Milagro Sala y Nélida Rojas, junto a las Madres de Plaza de Mayo en Mendoza.

“Yo tendré que estar 600 días en un penal porque esa es la foto, hay que devolver a Nélida Rojas al penal. Eso es lo que pretenden”, manifestó ayer la propia dirigente ante el tribunal judicial de Mendoza que debe resolver si le devuelve o no su libertad.

La referente local de la Túpac Amaru, quien actualmente se encuentra con prisión domiciliaria, sugirió ante los jueces de la 8ª Cámara del Crimen que nuestra provincia no debería tomar el ejemplo de la Justicia de Jujuy, cuando justamente la Comisión Interamericana de Derechos Humanos la está cuestionando.

Rojas dio una extensa exposición previa a la decisión que los magistrados Luis Correa Llano, Ramiro Salinas y Alejandro Miguel deberán tomar respecto al recurso de apelación interpuesto por los abogados defensores Carlos Varela Alvarez, Octavio de Casas, Carlos Blanco y Alfredo Guevara.

En la sede del Poder Judicial, la militante relató cómo, desde 2007, una incipiente organización de trabajadores y trabajadoras de Lavalle (que luego confluirán en la Túpac Amaru) comenzaron con el “sueño” de la construcción de casas para las familias obreras excluidas de los planes oficiales de vivienda.

Una organización política

Nélida Rojas reseñó las dificultades que sortearon para conseguir los terrenos fiscales necesarios, una vez obtenidos los fondos nacionales para hacer las casas, el proceso de constitución de las cooperativas de trabajo, el rol fundamental de Milagro Sala para gestionar el dinero que se materializó en los primeros 100 hogares para Lavalle, y la participación del Estado y su funcionarios, a nivel municipal y provincial, para hacer efectivas las operatorias.

La dirigente detalló la ejecución de los primeros proyectos, que se cumplieron por tandas de 20 casas, y los problemas que esto ocasionaba, debido fundamentalmente a la gran demanda no cubierta por la postergación social de años. “Muchas de las personas que denuncian, denuncian que a ellos no les tocó la vivienda. Realmente con 20 viviendas para nosotros, imagínese las ciento veinte familias que tenían que esperar”, le dijo a los jueces, y precisó: “Siempre los compañeros sabían que había que esperar otra etapa, y siempre se priorizó el cupo para discapacitados, un cupo para los abuelos y la gente que tenía más necesidades, y elegían entre los compañeros quién era la persona que podía ser adjudicataria”.

Respecto al manejo de los fondos públicos, sobre lo cual no posee imputación alguna (pese a la insistencia de buena parte de la prensa en sentido contrario), la conductora de la Túpac aclaró que los desembolsos se hacían a través del Instituto Provincial de la Vivienda y de los municipios, y que se celebraron convenios de vivienda social y rural con Lavalle, San Martín, Tupungato, Tunuyán, Las Heras, Maipú, Guaymallén, Santa Rosa y Godoy Cruz, donde gobernaba el entonces intendente Alfredo Cornejo. “Construimos en Godoy Cruz con un gobierno que no tenía que ver con nuestro pensamiento”, subrayó Rojas con cierta ironía.

Tras dar detalles precisos de las obras realizadas y las dificultades de infraestructura que no garantizaban los municipios, Nélida Rojas se refirió directamente al núcleo de las acusaciones que pesan sobre su persona. “Jamás la organización le preguntó a los compañeros de qué religión eran ni de qué partido político eran. Siempre se le informó a los compañeros cómo trabajaba la organización. Sabían todos que era una organización política, porque la política no se da por candidaturas, sino que nosotros trabajábamos en la política social”, dijo Rojas para desestimar las denuncias de extorsión.

La dignidad del trabajo

Párrafos importantes del relato de la dirigente estuvieron enfocados en contar a los jueces sobre el desarrollo de los talleres textiles que puso en marcha la Túpac Amaru y la integración de las mujeres en los proyectos de construcción. “No hay ningún trabajo que sea humillante, humillante sería que la organización la hubiera obligado a las compañeras a prostituirse o poner un quiosco y vender drogas. Para nosotros el trabajo siempre dentro de la organización ha sido lo que realmente nos ha hecho sentir dignos”, dijo Rojas, al tiempo que resaltó haber acompañado en las obras a las trabajadoras. “Yo le puedo decir a usted por qué la viga de tanque tiene hierros más gruesos que la viga de vinculación, porque estuve al lado de los compañeros. Yo siempre estuve al lado”, expresó.

Rojas negó enfáticamente haber maltratado a las denunciantes, a quienes no dejó nunca de llamarle “compañeras”, también rechazó maniobras de coacción y explicitó la clara postura política de la Túpac previo a las elecciones de 2015, “cuando las compañeras decían: ´elijan bien a quién van a votar, porque si ustedes no dan continuidad a este gobierno, no va a haber más casas´. Y el resultado está: asume el presidente Macri y ya no está más la Dirección de Planificación, no hay ningún programa de vivienda social, si no es a través de un banco hipotecario, se paralizaron todas las obras, nueve meses dejaron de pagarle al IPV los desembolsos. (…) Si usted va a ver ahora las obras están paralizadas, no solamente están paralizadas, sino que saqueadas”, dijo Rojas mirando al estrado.

“¿Cómo puede ser que nos hayan destruido todo en tan poco tiempo?”, se quejó la imputada en el medio del relato del despojo que sufrió la organización en el último tiempo, y de la falta de respuestas de la policía y la misma Fiscalía que la acusa. La destrucción del jardín maternal, un aula de estudio, sanitarios, y hasta el abandono de 70 algarrobos que se secaron, formaron parte del inventario de daños que enumeró la referente.

Los medios del ataque

La fiscal Chaves solicitó que Rojas vuelva a la cárcel.

Rojas denunció el ataque mediático de portal online MDZ, al que calificó como “el diario amigo” de la fiscal Chaves, que anunció detenciones masivas como primicias, y se quejó de quienes siguieron las denuncias televisivas del “misógino” Jorge Lanata para iniciar una persecución política sobre ella, su familia y sus compañeros y compañeras de la Túpac.

“Dicen que Milagro es peligrosa, será peligrosa para ellos pero no para nosotros”, planteó Rojas para luego graficar el sentido del ataque del cual se siente víctima: “Los compañeros me dicen fuerza Nelly (…) yo les digo cómo se puede tener fuerza cuando nos están desmembrando igual que a Túpac Amaru, cuando nos están atacando igual que a Milagro Sala”.

“Mis hijos me dicen ´basta mamá, no sigás más´. Yo les digo ´mirá, yo sé que ustedes ya no me necesitan, pero yo sí necesito a los compañeros”, dijo sobre el final de la audiencia Nélida Rojas. Luego hizo una pausa, respiró un par de segundos como terminado un desahogo, y concluyó: “Eso, nada más, es lo que quiero decir. Muchas gracias”.

 


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