Los trabajadores de las escuelas de gestión privada no cobrarán los $7000 que el Gobierno provincial otorga a modo de compensación salarial. En 2016 también se los marginó de este adicional.

Paritaria docente en la Subsecretaría de Trabajo. Foto: Coco Yañez

Los miembros paritarios del gobierno provincial deslizaron en las últimas reuniones que tuvieron con los gremios docentes que, por segundo año consecutivo, los trabajadores de las escuelas públicas de gestión privada no percibirán el “bono compensatorio”. El monto que ofrece el Ejecutivo para saldar el desequilibrio entre el aumento salarial y la inflación de este año es de $7000. Según explicaron desde SADOP (Sindicato Argentino de Docentes Privados) el carácter “no salarial” del bono impide las negociaciones con la patronal para el cobro de estas contribuciones.

El punto en el que se apoya el oficialismo para no pagar, es que el SUTE (Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación) no aceptó la oferta hecha en las paritarias 2017, por lo que no se aplica la cláusula gatillo que implica la liquidación de un bono de $7000 por única vez. Es decir que el rechazo del SUTE a la oferta del gobierno, y el consiguiente decreto del gobernador para establecer el aumento, se hizo extensivo a los trabajadores de las escuelas privadas.

María Luisa Nasif y Jorge Fiore. Foto: Cristian Martínez

Tras conocerse la información, los dirigentes de SADOP llamaron a una conferencia de prensa para manifestar su rechazo al manejo arbitrario del bono compensatorio. “No hay confirmación pero tenemos la experiencia de 2016 cuando se pagó un bono de $2000 a los docentes públicos y no se les pagó a los docentes privados. Sabemos que nuestra patronal no es el gobierno, sin embargo el gobierno subsidia los sueldos al 100% de muchas escuelas privadas y también de los SEOS (Servicios Educativos de Orientación Social). Entonces, si el gobierno no deposita el aporte estatal, el trabajador se queda sin cobrar. Si subsidia salarios y este bono se plantea como una recomposición salarial, no es un premio sino que es parte de lo que ellos plantean como salario docente”, reclamó María Luisa Nasif, secretaria adjunta de SADOP.

En ese mismo sentido, el secretario gremial Jorge Fiore planteó que “se han hecho reiteradas acciones para cobrar el bono 2016 en la Subsecretaría de Trabajo, en cada una de las instituciones hemos citado a cada uno de los patrones y solo el 25% pagaron el bono. En aquel momento desde el gobierno nos dijeron que no habíamos sido incluidos en la partida porque no sabían cuáles eran los docentes que ya lo habían cobrado en el Estado y en el sector privado, y que iban a hacer los cálculos para este año. Por eso le estamos reclamando a la parte financiera de la DGE con respecto al pago, y no hemos obtenido respuestas. Seguimos citando a las cámaras patronales para negociar ese pago del bono”, precisó el dirigente.

Jorge Fiore. Foto: Cristian Martínez

Según explicaron desde el sindicato de docentes privados, hay dos dictámenes de la Subsecretaría de Trabajo que aclaran que el bono no tiene “carácter salarial”, por lo que la patronal no tiene obligación de pagarlo. “Es decir que nos quitan la posibilidad de reclamarlo a nuestros patrones. Nosotros apelamos esta decisión pero se dictaminó que sustancialmente no tenían la obligación de pagar un bono que no es de carácter remunerativo”, subrayó Nasif.

De acuerdo con las declaraciones del subsecretario de Modernización, Ulpiano Suárez, el bono de fin de año se otorgará únicamente a los trabajadores cuyos gremios acordaron en las paritarias 2017, es decir que los docentes, empleados de Juegos y Casinos y trabajadores judiciales no lo percibirán. No obstante, el funcionario señaló también que la última palabra la tendrá el gobernador Cornejo. Esto quiere decir que el pago del bono será otra herramienta de negociación que podrá ser utilizada para conseguir la voluntad de las cúpulas sindicales.

Julio Rojas. Foto: Cristian Martínez

Mientras tanto la supresión de los acuerdos paritarios -los últimos dos aumentos se dieron por decreto-, los altos índices de inflación y la caída del salario en términos reales, alejan la posibilidad de que los trabajadores de la educación puedan recomponer su situación. Al respecto los dirigentes de SADOP calificaron de “irrisoria” la propuesta del gobierno y resaltaron que la discusión no puede ceñirse a los porcentajes de aumento. “La recomposición salarial debe ser mucho mayor, eso sin duda, creemos que ningún docente tiene que estar por debajo de la línea de pobreza”, destacó Julio Rojas.