Desde hace más de tres meses, los gobiernos nacional y provincial no pagan las prestaciones de rehabilitación realizadas por la Asociación Mendocina de Actividades para Discapacitados. La ONG no cuenta con los recursos suficientes para su normal funcionamiento, a punto tal que 100 trabajadores, quienes atienden a más de 150 personas, no cobran sus sueldos desde abril. Frente a la desidia, el colectivo cultural “Cuando el arte ataca” realizará el próximo domingo un encuentro solidario para abrazar a AMAD, compartir diversas expresiones artísticas y reunir colaboraciones.
Fotos: Coco Yañez
La Asociación Mendocina de Actividades para Discapacitados (AMAD) es una organización de la sociedad civil mendocina que, desde hace más de 34 años, se dedica a la rehabilitación integral de niños, jóvenes, adolescentes y adultos, y a la atención transversal de sus familias.
“Además, capacitamos al recurso humano profesional específico en distintos servicios de rehabilitación, por ejemplo, atención temprana, apoyo a la integración escolar, centro educativo terapeútico y centro de día”, explicó a EL OTRO Rosa Giunta, directora terapéutica de AMAD.
La institución se financia exclusivamente con aportes de obras sociales, que abonan las prestaciones que la Asociación realiza. El 70% de estos ingresos provienen de la Obra Social de Empleados Públicos de Mendoza (OSEP) y de Incluir Salud, un programa sanitario dependiente del Estado nacional.
Sin embargo, en los últimos meses el pago de esos servicios se discontinuó, provocando graves dificultades para la institución. “No contamos con un presupuesto sino que nuestro financiamiento depende de la cantidad de prestaciones que realizamos. Lo grave que está ocurriendo hoy es que nosotros realizamos las rehabilitaciones, las facturamos a las obras sociales a mes vencido, y la gran mayoría no nos paga desde febrero. Incluso, Incluir Salud dejó de pagar en diciembre del año pasado”, manifestó Giunta.
AMAD está supliendo una tarea que es responsabilidad absoluta del Estado. Sin subsidios, ni respaldo, ni políticas de discapacidad que incluyan el sostenimiento de las prestaciones que realizan, la ONG sigue brindando servicios esenciales a más de 150 personas con capacidades especiales, las que son atendidas por 100 trabajadoras y trabajadores, entre ellos, fonoaudiólogos, kinesiólogos, psicólogos, trabajadores sociales, profesores de educación física, ortopedagogos, psicopedagogos, terapeutas visuales, talleristas, médicos psiquiatras y médicos de familia.
“Las dificultades que estamos viviendo nos traen muchos problemas que tenemos que afrontar”, se lamenta Giunta, y agrega: “Por un lado, las casas que ocupamos son alquiladas y no estamos pudiendo pagar esos alquileres. Por el otro, las prestaciones terapéuticas requieren insumos que tenemos que ir gestionando ‘a pulmón’ y los servicios públicos cada vez son más elevados. Y lo más grave, desde abril no estamos pudiendo pagar los sueldos de las personas que trabajan en AMAD. Si OSEP e Incluir Salud se pusiesen al día, nosotros solucionaríamos todas estas dificultades”.
El abrazo generoso
“Cuando el arte ataca” es un colectivo cultural integrado por músicos, actores, escritores, artistas visuales y hacedores, que tiene por objetivo “generar acciones colectivas, culturales, artísticas y solidarias”.
La organización debutó públicamente el 5 de mayo pasado, mediante una presentación realizada en la plaza Independencia de Capital, a beneficio del Jardín Maternal y Centro de Actividades Educativas “Manaslú” de El Borbollón (Las Heras).
El próximo domingo 24 de junio, desde las 16 hs, el arte volverá a la carga en La Nave Cultural (España y Maza de Ciudad). Esta vez a beneficio de la Asociación Mendocina de Actividades para Discapacitados.
EL OTRO participó este lunes, en AMAD, de una de las reuniones preparatorias del evento de este fin de semana, y dialogó con algunos de los organizadores y artistas de “Cuando el arte ataca”.
Myriam Belfer, música y cantautora, compartió sus expectativas respecto al próximo encuentro solidario: “Nos gustaría poder colaborar, poder dar una mano y acercar, si no es una solución, por lo menos un poco de compañía, que de eso se trata. Queremos que AMAD no se sienta sola. La mayoría de los artistas que estamos en este conglomerado tenemos como objetivo la acción solidaria, discusión, conversación, en un colectivo horizontal. Necesitamos también sentirnos acompañados en la tarea cotidiana. Esto es, sencillamente, un ida y vuelta de personas que tenemos la misma necesidad de compañía, de conocimiento y de estar cerca de los demás, como parte de la sociedad y no como quien está arriba de un escenario y no tiene ni idea de lo que pasa abajo”.
Por su parte, Adriana Rodríguez, una de las organizadoras, resumió algunas de las razones de la generosa movida artística: “’Cuando el arte ataca’ es un movimiento que busca la solidaridad desde distintos puntos de vista, porque no solamente intentamos colaborar con las organizaciones que van apareciendo, sino que también buscamos difundir a los artistas locales, que por ahí mucha gente no tiene la oportunidad de verlos en vivo, y este es un buen momento para que sean conocidos o que, por lo menos, los descubran. También buscamos que se arme una red solidaria entre las distintas instituciones y los diferentes organismos que vamos contactando, porque creemos que en este momento histórico que estamos viviendo la única manera de sobrevivir es a través de la unión que nos hace la fuerza”.
“Solo los pobres salvarán a los pobres”, expresó Claudio Ochoa, miembro del equipo organizador, quien además rescató “la necesidad de recuperar el sentido de comunidad”. “Hemos tomado como ejemplos las reivindicaciones de las mujeres, que han hecho un trabajo muy grande en el último tiempo, y a los organismos de derechos humanos que nos han enseñado a trabajar sobre la conciencia. Nosotros no venimos a dar nada, venimos a recibir, venimos a encontrarnos”, sintetizó.
“A todos nos está pegando la situación actual y es necesario compartir, acercarnos. Generar este hervidero de gente y de solidaridad este domingo nos va a permitir compartir las necesidades y, a partir de ahí, es posible que las cosas se suavicen para todos”, reforzó el reconocido artista visual Orlando Siliotti.
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