EL OTRO ofrece este espacio para historias escritas desde las tripas, desde el hastío, la soledad o la algarabía popular. Historias que pueblan las calles, en esas calles donde está el OtrE, y la imaginación de quien todavía confía en la fuerza de la palabra y que cree que ha llegado la hora de decir unas cuantas verdades, esas verdades que muchas veces nos mentimos para pasar el rato o para resistir. Estamos a la espera de esas historias que, como silbidos, vagan por las calles.

Los relatos son patrimonio de la humanidad. Su esperanza y parte de su perdición. Sea para embaucar pueblos o para acercarles placeres o noticias. En todo caso, son las historias las que construyen imaginarios con los que cada quien vive y decide.

En la parada del colectivo o a bordo del mismo. En el baño o en clase. En un recreo del trabajo o en un momento de fiaca. El tiempo de la lectura son todos y ninguno y los estímulos sobran.

Cortita y al pie, sin perder instantes, con prisa y sin pausa. Así es que necesitamos todo. Salvo cuando decidimos tomarnos ese rato. Un té, un porrón, un porro o una siesta al sol. Un relato.

Buscamos relatos trasnochados que nos desvelen, que nos sacudan la modorra de la siesta emocional a la que nos somete la rutina. Historias de quien necesita expresarse sin más pretensión que la de sentirse acompañado. Solo están prohibidos el odio y la discriminación.

Estas historias son de quienes las escriben, pero circularán por las cabezas de quienes se arrimen al diario a compartirlas, por lo que la propiedad será tan vetusta como la de la plata que siempre escasea y podrá mutar en sentidos más creativos e ilusorios (lawsha’allâh).

En un diario digital las palabras fluyen sin límites de papel y tinta, sino cognitivos y de atención. Así que requerimos textos breves. No te pases de listo, bah, de 800 palabras porque hoy por hoy, y tal y como están las cosas, no te va a leer ni tu vieja.

Así que anímate a cantarnos las cuarenta, a decir con vehemencia lo que tengas para contarnos. Pasá y escribí. (elotro.com.ar@gmail.com)

Matías Campoy y Luciano Viard coordinan la sección junto al incansable y morocho editor de EL OTRO.