El ajuste no mella la ambición de algunos intendentes radicales, cuatro caciques ya avanzaron en adquisiciones de bodegas antiguas con intenciones de transformarlas en museos.

Tadeo García Salazar, intendente de Godoy Cruz. Foto: Facebook T. G. Salazar.

Cuatro intendentes de Mendoza caminan a contramano de la doctrina de la economía liberal y de su visión sobre los bienes patrimoniales del Estado. Walther Marcolini (General Alvear), Mario Abed (Junín), Miguel Ronco (Rivadavia) y Tadeo García Zalazar (Godoy Cruz), avanzaron, utilizando fondos públicos, en la compra de bodegas con valor patrimonial, sin reparar en el equilibro de las arcas ni en el impacto que esas obras puedan tener en la realidad inmediata de los ciudadanos de las comunas.

Ni la falta de autonomía financiera, ni el pedido del gobierno provincial para reducir los “gastos improductivos”, ni la oposición de los cuerpos legislativos, frenaron las ambiciones de estos caciques del radicalismo que parecen desvelados por el sueño de trascender con obras que, a juzgar por la calidad de los servicios comunales y el desarrollo local, no contribuyen demasiado al bienestar común.

Bodega Faraón. Foto: Municipalidad de Alvear.

Walther Marcolini fue el primero en acercarse a ese anhelo. En abril de 2016 concretó la compra de la ex bodega Faraón, por un monto de $4.600.000 y sin el permiso del Honorable Concejo Deliberante, según denunció en su momento el Frente para la Victoria. En el centro de las críticas el intendente expresó para los medios, “no hay otro bien que pueda reemplazar a la Bodega Faraón, esto va a demandar un esfuerzo enorme que estamos dispuestos a hacer, porque este bien hace muchos años pertenece a la sociedad alvearense en términos culturales”. En tanto que explicó que la compra se concretaba con partidas presupuestarias que tenían otro destino y con ahorros que habían logrado achicando gastos corrientes de combustible, por ejemplo.

El objetivo del intendente es que Faraón sea reconocida por su valor histórico patrimonial y que integre el circuito de monumentos nacionales. Ese aval, a pesar de las gestiones, todavía no llegó y Marcolini sigue acumulando reclamos por la inversión suntuaria. Más aún teniendo en cuenta que se han abandonado proyectos de mayor importancia, como el desarrollo de un laboratorio para la producción de vacunas, anticuerpos y reactivos en el que el gobierno se comprometió, hace un año y medio, a aportar $3.000.000 y hasta el momento no cumplió.

Walther Marcolini, intendente de Gral. Alvear. Foto: Prensa Gob. Mza.

En el este, el anhelo bodeguero florece con fuerza. Mario Abed ve cada vez más cerca la concreción de un proyecto que viene persiguiendo desde hace varios años. El hombre del cobismo pretende la compra de la bodega Carricondo, un bien histórico para la comuna y con posibilidades, según sus cálculos, de brindar servicios para los productores de uva de su departamento. En 2015, Francisco Pérez, colaboró para el que el proyecto llegase a la Legislatura pero su tratamiento se diluyó entre los tiempos electorales y las urgencias políticas.

Con Cornejo de gobernador, Abed volvió a la carga y obtuvo algunos favores que le devolvieron la esperanza. A principios de 2017, la Legislatura autorizó que la deuda de la firma Carricondo, de $6.000.000 con el Fondo para la Transformación y el Crecimiento, pase a manos del municipio. Solo resta que el Ministerio de Economía de la Nación autorice un endeudamiento por $10.000.000 y la compra se concretará. “La Municipalidad es custodia de la posesión precaria, lo judicial ya está resuelto y ahora solo estamos esperando que el Ministerio de Economía de la Nación defina si hay algún cuestionamiento sobre el endeudamiento. Ese plazo se vence en noviembre y no hay ningún planteo hasta ahora y creemos que no lo habrá”, manifestó un funcionario de la comuna a diario Los Andes, en los últimos días de octubre.

Alfredo Cornejo y Mario Abed. Foto: Prensa Gob. Mza.

Sin obstáculos presupuestarios y con las voluntades necesarias en el órgano legislativo, el intendente de Rivadavia, Miguel Ronco, avanzó rápido en las gestiones para concretar la compra de una de las bodegas más antiguas de la zona. En abril de 2017 se concretó la adquisición de la Bodega Gargantini, por un monto $2.500.000. La celeridad de las gestiones permitieron que en agosto el inmueble pasara legalmente a las arcas del municipio. La adquisición tiene fines turísticos y necesita una inversión importante ya que hoy está en estado de abandono.

Al igual que sus correligionarios, el rivadaviense tapó con mística la jugada. “Esto no es comprar un edificio, es comprar una historia. Compramos algo que hace a la cultura de un pueblo. En este caso concretamos la compra del edificio principal, con su fachada histórica, la champañera, lo que queda de un galpón, el laboratorio, las cocheras, la sala de degustación…”, detalló entusiasta al diario 2634 Noticias del Este, el intendente Ronco.

Cornejo y Miguel Ronco. Foto: Prensa Gob. Mza.

Tadeo García Zalazar se sumó al club de los bodegueros en las últimas semanas. Según se supo a través de los medios, el delfín de Cornejo, avanzó con una ordenanza, la 6725/17, que declara de interés municipal la expropiación de los inmuebles que pertenecieran a la Bodega Arizu.

“Este primer paso del Municipio se complementa con la acción del Senado de la provincia de Mendoza. El pasado 30 de octubre se presentó el proyecto de Ley (expediente N° 70248/17) con la intención de declarar de utilidad pública y sujeto a expropiación de esos inmuebles”, se señala en la web del municipio.

Arizu (Godoy Cruz) Foto: Seba Heras

La gestión de García Zalazar, fue recibida con aplausos y desde que se hizo pública es promocionada con fuerza por sectores vinculados con el resguardo del patrimonio histórico de la provincia. Lo que no se sabe por el momento, es cuánto le costará a la comuna concretar la transacción del inmueble que pertenece a la firma Cencosud. Esta empresa chilena compró el predio en 1998 para montar un centro comercial pero un año más tarde la centenaria bodega fue declarada “Monumento Histórico Nacional”, para evitar su demolición.

La medición del impacto que tendrán estas obras entraña una discusión larga que no debe tapar el análisis de la distribución de recursos del Estado en la actual gestión. El gobernador Cornejo viene juntando quejas desde que asumió, por el destrato a los intendentes que no pertenecen al Frente Cambia Mendoza. La insólita compra de bienes patrimoniales de sus correligionarios desviste la inequidad que se imprime en el reparto de los recursos financieros y acrecienta la imagen de patrón de estancia que se ha construido sobre la figura del primer mandatario mendocino.

 


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