Marcelo Aparicio es militante peronista y dirigente sindical con posibilidades concretas de ser electo legislador provincial. “No vamos a votar ninguna ley de precarización laboral, vamos a apostar al trabajo joven con plenos derechos y no la macdonalización del trabajo”, planteó el secretario general de SATSAID y candidato a diputado de Somos Mendoza por el primer distrito.

Fotos: Coco Yañez

“Nosotros queremos, desde los trabajadores, con la mirada de los trabajadores, legislar para los trabajadores, frente a un oficialismo que no ha sacado una ley, una sola medida que nos beneficie”, marca como eje diferencial Marcelo Aparicio al comienzo de esta entrevista con EL OTRO.

Actualmente, Aparicio está al frente del Sindicato de Televisión en Mendoza y es secretario de organización de ese gremio a nivel nacional. El camarógrafo y militante kirchnerista, quien reinvindica sus orígenes humildes, aspira a ocupar una banca en la Cámara de Diputados con una posición crítica hacia el oficialismo en la Legislatura: “Macri baja una orden a Cornejo, el gobernador se la baja a los legisladores, y estos levantan la mano. No hay consensos. Las leyes salen como por un tubo”.

¿Cómo observa el panorama legislativo actual?

Cuando están en juego los derechos laborales, en las comisiones legislativas no hay debate, no hay explicaciones, no se invita a otros actores a participar, solo se baja una línea en perjuicio de los trabajadores.

Miles de mendocinos sufren permanentemente las leyes que salen de la Legislatura. Mi tarea como diputado va a ser, primero, tener una banca de puertas abiertas hacia los trabajadores, hacia los compañeros de los gremios que están en lucha o quieran plantear algún tema particular, pero también abierta hacia las asociaciones de pymes y las organizaciones de derechos humanos.

No solo los trabajadores estamos atravesando dificultades serias. Basta con ver cómo están los comercios, cada vez hay más negocios cerrados, las pymes están en una situación muy complicada. Algunos empresarios se suman a la ola de la precarización laboral, y lo que no ven es que eso va a producir cada vez menos ventas para ellos y van a seguir cerrando más comercios.

En la política actual, vemos con optimismo que hay sectores que se hacen cargo de sus propias demandas: jóvenes que reclaman espacios y se animan a dar la disputa electoral, mujeres que salen a la calle, se movilizan, exigen sus derechos y se abren paso entre una dirigencia muy machista. Ustedes están peleando por espacios concretos de poder, desde los trabajadores organizados. ¿Cómo ve su futuro rol compartido entre dirigente sindical y legislador?

Creo que es necesario que los trabajadores cumplamos papeles importantes en la Legislatura. El oficialismo, por ejemplo, no lleva a ningún dirigente obrero en sus listas. En cambio, desde Somos Mendoza consideramos que en estos momentos, donde están en juego los derechos del trabajador, la familia de los trabajadores y las organizaciones que los protegen, es importante que la voz de los trabajadores se haga escuchar.

Tenemos que articular en los ámbitos legislativos para poder avanzar en lograr nuevos derechos y desandar los que hemos perdido, como aquellos que han sido afectados por la imposición del ítem aula o los aumentos salariales por decreto que eliminan la posibilidad de acordar los sueldos en paritarias.

Es más que necesario nuestro rol de dirigentes sindicales en la Legislatura, asumir el desafío de dar la pelea en los lugares de trabajo, en las calles, pero también donde se discuten las leyes.

Además de dirigente, soy parte de un equipo, me van acompañar la Corriente Federal de Trabajadores de la CGT y el Observatorio del Trabajo, con quienes estamos elaborando políticas y proyectos concretos sobre lo que está pasando con el mundo del trabajo, cómo las distintas medidas del gobierno están afectando a los trabajadores y cuáles van a ser las consecuencias, si no ponemos un freno y no mostramos otras posibilidades y variantes para avanzar en nuevos derechos laborales.

Pareciera que hay una visión hegemónica sobre la seguridad y que, cuando se habla de este tema, las únicas propuestas tienen que ver con más policías, más móviles, operativos y más represión. Desde los trabajadores, ¿cuál es la mirada que tienen sobre esta problemática?

Está muy claro que para poder sostener las políticas neoliberales en la Argentina y en Mendoza, que producen desocupación y hambre, necesitan un Estado represivo y fuerzas de seguridad para atacar las resistencias y manifestaciones populares.

Cuando hay hambre, no hay trabajo y no hay educación, está claro que las posibilidades de inseguridad aumentan. Y este plan económico lo que indudablemente produce es más miseria, y al haber más miseria y ningún tipo de contención social, hay más delito.

En ese contexto, cuando el gobierno habla de más seguridad, es esa “seguridad” que ellos necesitan para llevar adelante un plan económico con una inmensa cantidad de mendocinas y mendocinos excluidos. Cornejo impulsa un modelo de inseguridad social, un proyecto de más miseria que planea controlar con más policías.

Nuestra posición es todo lo contrario: si aseguramos educación, más contención social, más trabajo, capacitación, formación, si el Estado genera condiciones de vida y un proyecto de vida, si nuestro pueblo no habla en presente solamente sino que también piensa en el futuro, cada vez va a hacer falta menos fuerzas de seguridad.

No se trata solamente de inseguridad, se trata también de la desigualdad que produce este gobierno, del individualismo que fomentan, sino cómo se puede explicar que metan presa a una persona a la que solidariamente le prestaron la tarjeta del colectivo.

¿Cuáles son sus principales propuestas como candidato a diputado provincial?

Con los trabajadores, con las mujeres, con los jóvenes, con los militantes por los derechos humanos, vamos a ir a la Legislatura a hacer una oposición real, no vamos a ir a declamar oposición, no vamos a levantar la mano para convalidar que se ataquen los derechos de los trabajadores.

Entre los puntos programáticos de Somos Mendoza, planteamos que no vamos a votar ninguna ley de precarización laboral, apostamos al trabajo joven con plenos derechos y no a la macdonalización del trabajo o el uso de las pasantías para reemplazar mano de obra y usar a los jóvenes a quienes les dan una esperanza, abandonan la educación y, cuando pasa un año, los despiden, como propone Cambiemos con su proyecto para los quintos años de la secundaria.