Texto y fotografías de Vera Jereb

Ayer Mendoza también se sumó al Pañuelazo Federal, concentrado frente a la Casa de Gobierno para seguir pidiendo por el tratamiento y aprobación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.

Desde las 19 hs, convocades por la Campaña Nacional por el Aborto Legal Seguro y Gratuito, cientos de personas empiezan a reunirse y de a poco colman las escalinatas de la Casa de Gobierno. El Pañuelazo, en simultáneo, reunió a miles dentro y fuera del país, ya que también se sumaron a esta manifestación desde España, Brasil, Israel y Bélgica. Los momentos históricos aprenden a cruzar fronteras.

El pedido es claro: conseguir la legalización del aborto seguro y gratuito, terminar con el aborto clandestino que acaba con la vida de cuerpos gestantes, asegurar un trato digno a las personas que pasan por esta situación. Además, dentro del mismo lema de la campaña, es importante seguir luchando por la efectiva aplicación de la Ley de Educación Sexual Integral para brindarle herramientas a niñes y adolescentes sobre salud, sexualidad y consentimiento, sin olvidar la distribución de anticonceptivos de acceso gratuito para quienes lo soliciten. Esta lucha, sin dudas, también es protagonizada por la necesidad de separar al Estado de la Iglesia, sabiendo que esta última intercede en los asuntos públicos y sigue teniendo un poder que impide el desarrollo de políticas públicas y sociales.

El 2018 fue un año conmocionante para quienes vivieron segundo a segundo los procesos legislativos: la intriga, la ansiedad, la información y el debate comenzaron a ser moneda corriente entre personas de todas las edades. Todo se volvió un sentimiento colectivo, una lucha que hermanó a mujeres, trans, no binaries y travas. El feminismo creció, también hubo rupturas, posicionamientos, argumentos, no solo un compromiso con una causa que es justa, preocupante y urgente, sino el quiebre social cuando comienza a hablarse de lo prohibido.

Haber tenido en el 2018 la media sanción, después de casi 14 años de existencia de la Campaña Nacional, marcó un hito irreversible en la historia del país. Cuando de algo se empieza a hablar ya no se pueden acallar las voces, se desata un nudo que vivía en los vientres de muchas personas que pasaron por un aborto, se va desarmando la culpa con la que se condenaba a quienes vivieron esa experiencia, se cuestiona el rol del Estado en esta problemática y la injerencia que sigue teniendo la Iglesia sobre nuestros cuerpos. Por sobre todo, se saca del baúl de los tabúes argentinos una nueva palabra: ahora se habla de aborto con más naturalidad, se habla de clandestinidad, de pastillas, de leyes, de casos, de acompañamiento. En el caos de lo aún ilegal, se arman redes que contienen y pasan información.

Las cosas cambian inesperadamente de un año a otro, el 2019 se inauguró de verde con el primer Pañuelazo Federal. Será ley.