En 2015 el gobierno provincial comenzó las obras de la Fundación Escuela de Medicina Nuclear en el Hospital Scaravelli. Casi tres años después, el proyecto es una promesa incumplida. Cornejo, Najul y Kerchner juraron que estaría concluida en marzo, mayo o junio de este año. Sin embargo, la ministra de Salud, Elisabeth Crescitelli, aseguró que habrá que esperar hasta setiembre. EL OTRO visitó la construcción y verificó que todos mienten.
En enero de 2015 el gobierno provincial de Francisco Pérez anunció la licitación de la ampliación del Hospital Scaravelli de Tunuyán. La planificación de las obras contempló la construcción de un área de diagnóstico por imágenes, provista de tomógrafo y resonador magnético, con sus respectivas áreas de apoyo, a cargo de la Fundación Escuela de Medicina Nuclear (Fuesmen).
En octubre de aquel año comenzó la construcción. De acuerdo con el cartel oficial de obra, la empresa adjudicataria fue Arquitectura y Diseño Construcciones Civiles S.A., por un monto final de $23.800.000, y un plazo de ejecución de 365 días.
La gestión Pérez concluyó a fines de 2015. Un año más tarde, con el plazo de ejecución vencido, el nuevo gobierno de Alfredo Cornejo asumió que solo había alcanzado una proporción mínima de la ampliación. “Las obras del edificio de la Fuesmen en Tunuyán tienen 14% de avance”, anunció el Ministerio de Economía en un comunicado de prensa.
Bla, bla, bla…
Funcionarios de la gestión Cornejo visitaron Tunuyán en distintas oportunidades, reiterando la promesa de servicios médicos esenciales, no solo para el departamento sino también para la región Valle de Uco, que también comprende a San Carlos y Tupungato.
En setiembre del año pasado, en plena campaña electoral, el gobernador Cornejo, la ministra de Salud -y entonces candidata a diputada nacional- Claudia Najul, y el ministro de Economía Martín Kerchner, visitaron el Hospital Scaravelli para inaugurar “la primera etapa” de la ampliación.
“Con una inversión de $24 millones, las obras de la primera etapa incluyeron la remodelación del área administrativa, del servicio de diagnóstico por imágenes (donde funcionan el nuevo ecógrafo y mamógrafo). La segunda etapa, que ya fue licitada, contemplará un salón de ateneos, los servicios de resonancia y tomografía de la Fuesmen”, anunció el gobierno.
Sin embargo, como muestran las fotos que acompañaban al comunicado de prensa oficial (ver las dos imágenes de abajo), aquello que el Ejecutivo bautizaba como “primera etapa” no era más que una porción menor del ambicioso proyecto que seguía en veremos, pese a que el Ejecutivo sumó un nuevo año de ejecución incumplida.
“La Fuesmen como servicio en el Valle de Uco será otro salto de calidad. Esta obra solo tenía un 3% de avance, nosotros la vamos a terminar. La ampliación de la segunda etapa está prevista para mayo del año que viene”, prometió Cornejo en aquel setiembre de 2017.
Najul reforzó la ilusión: “Estamos realizando una gran inversión. A su vez estamos integrándonos con Fuesmen de manera de tener próximamente un resonador magnético y un tomógrafo de última generación para lograr una buena calidad diagnóstica en este hospital, para que se convierta en una referencia en todo el Valle de Uco”.
Por su parte, Kerchner no fue a menos: “Estamos mejorando servicios sustanciales como las unidades de diagnóstico intensivo, la alta complejidad y la maternidad. Esperemos que todo quede listo para marzo de 2018. Hemos organizado los recursos y cumplido con los tiempos”.
Obra, mentiras y video
En enero de 2018, el ministro Kerchner visitó otra vez la edificación contigua al Scaravelli, la cual se encontraba al 50% de su ejecución, y nuevamente estiró su promesa. En un video de autopromoción (ver arriba) el candidato radical dijo: “En seis meses, mediados de año, tenemos operando la Fuesmen acá en el Hospital”.
Pasaron febrero, marzo, abril mayo, junio, julio… y ya estamos a mediados de agosto. Sin embargo, las obras prometidas por Cornejo, Najul y Kercher están lejos de concretarse. El Valle de Uco sigue sin contar con servicios esenciales para la salud de su población, la cual se ve obligada a trasladarse constantemente hasta el Gran Mendoza (80 km) para obtener estudios médicos de diagnóstico por imágenes. Patologías tan graves como el cáncer son las que están en juego.
Mientras tanto, los ministros del gabinete de Cornejo no se ponen de acuerdo ni siquiera para mentir. El 30 de mayo la actual ministra de Salud, Elisabeth Crescitelli, contestó a la Cámara de Diputados un pedido de informes sobre la situación de la delegación de Fuesmen en Tunuyán. En el escrito, la funcionaria contradijo las palabras empeñadas por su jefe político y pares de gobierno.
Crescitelli reconoció un avance de obra del 60%, fijó en setiembre de 2018 la fecha de culminación, no precisó cuándo comenzará a funcionar la delegación de Fuesmen en Tunuyán, y manifestó vagamente que el equipamiento dependerá de la Fundación.
EL OTRO visitó este martes por la tarde las obras del Scaravelli y constató que todos los funcionarios mienten. Como muestran la foto de portada de esta nota y las siguientes imágenes, falta mucho tiempo para que la sede de Fuesmen comience a “operar”, tal como prometió Kerchner en su video de enero, en el doble rol de ministro y candidato.
