Falleció Helga Markstein de Tenembaum, madre de Gisela, la joven deportista, estudiante universitaria y militante política mendocina secuestrada y desaparecida por la dictadura genocida, en 1977, cuando apenas tenía 21 años.

Por Negro Nasif

Foto: Coco Yañez

El 3 de abril de 1977 Helga Markstein de Tenembaum se encontró por última vez con Gisela. Desde entonces, nuestra Madre luchó por la aparición con vida de su hija y los 30.000 desaparecidos y desaparecidas, y por la búsqueda de Memoria, Verdad y Justicia. Para que los aberrantes crímenes de lesa humanidad no quedaran impunes y los culpables tuviesen juicio y castigo.

Helga nació en Viena en 1930. Llegó a Sudamérica ocho años más tarde junto a su familia perseguida por el régimen nazi que por entonces asediaba Austria. Tras vivir en La Paz (Bolivia), en 1946 se radicó definitivamente en Mendoza donde estudió Medicina, en la Universidad Nacional de Cuyo, con su compañero Guillermo Tenembaum.

Foto: Coco Yañez

En 1976, la médica ginecóloga fue exonerada arbitrariamente por la dictadura cívico militar de su cargo público que desempeñaba en el ex Hospital Emilio Civit. Su condición de judía, sus concepciones sociales y ser madre de una militante política peronista de la organización Montoneros, fueron las razones de los criminales para privarla injustamente de su trabajo en el Estado.

Gisela Tenembaum fue secuestrada en abril de 1977. Además de su compromiso social y político, que la llevó a luchar por el medio boleto estudiantil, fue una excelente estudiante y deportista: abanderada de la Escuela Capitán Vázquez de Las Heras (hoy un aula lleva su nombre) campeona argentina de natación y destacada alumna de Ingeniería de la Universidad Tecnológica Nacional.

Foto: Cristian Martínez

La desaparición de la joven militante fue juzgada en nuestra provincia en la denominada Megacausa, que concluyó en julio de 2017 con la condena de 25 imputados, quienes cumplían funciones, durante la última dictadura, en la Policía de Mendoza, Servicio Penitenciario Provincial, Ejército Argentino, Fuerza Aérea y Justicia Federal. En el mismo proceso, por primera vez en la historia argentina, un tribunal judicial de la democracia sentenció a prisión perpetua a los exmagistrados Otilio Roque Romano, Luis Francisco Miret, Rolando Evaristo Carrizo y Guillermo Max Petra, por la comisión de gravísimos crímenes, “cometidos en el contexto del delito internacional de genocido”.

Mendoza, julio de 2017. Sentencia de la Megacausa. Foto: Cristian Martínez

Aquel 26 de julio de 2017, entre la multitud que se congregó en las escalinatas del Poder Judicial Federal, Helga Markstein de Tenembaum fue protagonista de la Historia, acompañadas por otras Madres de Plaza de Mayo, a quienes les debemos grandes pasos en la defensa de los Derechos Humanos y la construcción de una sociedad argentina más justa y democrática.

Muchas gracias Helga. Gisela Tenembaum, ¡presente, ahora y siempre!

Foto: Seba Heras

 

 

La desaparición de Gisela Tenembaum 

Foto: Seba Heras

De acuerdo con la página web Juicios Mendoza, la excelente publicación que reúne el devenir de las causas por delitos de lesa humanidad en nuestra provincia, Gisela Tenembaum  ingresó a la Universidad Tecnológica Nacional. Militaba en Montoneros junto con su pareja Alfredo Escamez y su historia fue una persecución constante. En octubre del 75 ya los buscaban y se refugiaron en la casa de su hermana, Heidi. Junto con Ana María Moral y Roque Luis Moyano, su pareja amiga, se fueron a vivir a San Juan. Aunque vivían en clandestinidad, el 27 de octubre de 1976 secuestraron a los dos varones.

Ellas dos volvieron a Mendoza y continuaron su vida escondidas a causa de la persecución de las fuerzas de seguridad. Ambas tenían pedidos de captura por la 8va Brigada de Infantería de Montaña. Junto con Juan José Galamba, compartieron vivienda en Godoy Cruz.

Foto: Silvana Díaz Coppoletta

La mamá, Helga Markstein, dijo que vieron a Gisela por última vez el 3 de abril del 77. Cinco días después fue secuestrada y no se sabe nada más de ella. El mismo día persiguieron por la calle a sus compañeros de vivienda. Ana María Moral corrió para escaparse e ingresó a la iglesia de Fátima para esconderse, pero fue desarmada por el mismo párroco. La ejecutaron ese día. El 4 de mayo exhumaron sus restos en el Cuadro 33 del cementerio y los entregaron a su familia. El procedimiento de Moral salió en la televisión y así se enteró el matrimonio Tenenbaum.

La policía dijo que después de una persecución lograron atrapar a Galamba. Esa mentira quedó demostrada porque él no sólo logra huir sino que se comunicó con los padres de Gisela Tenenbaum. En una reunión les contó todo lo sucedido.

 

 


 

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