Por primera vez, después de 70 años, una mujer fue electa secretaria general del sindicato de Judiciales de Mendoza. Adriana Domínguez en diálogo con EL OTRO.

Ustedes vienen denunciado al Poder Judicial (en tanto patronal) de impedir injustificadamente la asunción de la nueva comisión directiva, electa democráticamente ¿Por qué se llegó a esta instancia de conflicto en torno a las elecciones del sindicato?

Nosotros fuimos a elecciones el 8 de junio de este año. Con un trámite absolutamente transparente, de hecho 4 veedores que envió el Ministerio de Trabajo de la Nación ratificaron dicha transparencia.

Con el tiempo, la lista opositora, la Lista Bordó -a la que no tengo problemas en identificarla con intereses que no tienen nada que ver con los trabajadores-, fue generando algunas condiciones para que dentro del Ministerio de Trabajo de la Nación el día 26 de setiembre se emitiera una resolución en donde decía que la Asamblea de la Junta Electoral era nula, por un mal cálculo de los días. Eso no es cierto, ya que nuestro estatuto prevé 5 días previos de notificación de las asambleas extraordinarias. Eso se produjo el 24 de marzo que fue feriado, publicamos en Diario UNO, como indica el estatuto de cualquier entidad, que debe publicar en un medio de gran tirada.

Además, lo comunicamos por nuestras vías habituales, donde empapelamos los lugares de trabajo para que los compañeros tengan la información.

15039516_1373046122758839_4262709093222537259_o
Foto: Coco Yañez

 

Con esa ridícula gestión, ellos llegan a interpretar el 26 de setiembre que las elecciones son nulas porque es nula la Junta Electoral. Recién nos notificaron el 19 de octubre, y primero se enteró la prensa que nosotros, algo que tenemos registrado bajo acta de escribano, ya que nosotros somos notificados a las 10:30 de la mañana y en un medio digital, la información ya estaba publicada a las 8.

Eso pasa 10 días antes de la asunción nuestra, por lo que nosotros denunciamos que hay una maniobra intensa de las patronales, llámese poder ejecutivo tanto provincial como nacional, para debilitar la herramienta sindical.

En los 70’ los sindicatos se debilitaban a través de la persecución, desaparición y despidos de los compañeros. Hoy se han puesto más “chic”, se han aggiornado, e intentan que la lucha de los trabajadores caiga en sospechas, enrarecer el ambiente y que los trabajadores pierdan confianza tanto en su representación gremial como en su capacidad de lucha.

¿Cuáles son las respuestas que han dado desde lo político?

Ante este ataque, más allá de nuestra defensa legal, como nos parece que es una discusión política, el próximo 10 y 11 de noviembre vendrá a sesionar a Mendoza el plenario de la Federación Judicial Argentina, conformada por los gremios de los 23 poderes judiciales de nuestro país. El objetivo de la sesión es respaldar políticamente, no a la conducción, sino a la institución, al sindicato.

Porque consideramos que somos un globo de ensayo y todos los sindicatos comienzan a correr riesgo de ser intervenidos, a anular sus elecciones, a que utilicen a compañeros que tienen intereses encontrados y no son los de los trabajadores. Dejar al sindicato en este grado de debilidad jurídica no lo hace alguien que no tenga intereses encontrados y tampoco lo hace solo, lo hace con el poder detrás, nadie llega tan lejos sin el apoyo del poder político.

¿Cuál fue el balance en las paritarias con el Gobierno Provincial?

En las paritarias de este año comenzó parte de esta historia. Nos convocaron a 9 encuentros paritarios, en los que nos ofrecieron lo mismo en las 9 reuniones, que obviamente ya habíamos rechazado. Considerando que el 25 % ofrecido en dos partes era una traición por algo muy simple: ya se preveía una inflación del 45% y terminó siendo así.

14991242_1373045989425519_7568645907305462910_o
Foto: Coco Yañez

 

Entre otras cosas, dividen el ámbito al abrirle una paritaria a la Asociación de Funcionarios Judiciales, como hicieron con ATE y AMPROS. Nosotros nos negamos a firmar por ese 25%, nos dan el aumento por decreto, pero lo hace después de las elecciones. O sea nos hace llegar a las elecciones sin haber cerrado el acuerdo paritario, sin que los compañeros hayan cobrado y en la última paritaria, donde se da por cerrada la negociación, se produce el 9 de junio, un día después de las elecciones.

La maniobra era más que clara: un sindicato independiente de los partidos políticos, que da pelea cada año, que discute como debe estar conformado el salario del trabajador judicial, no le interesa al poder tenerlo fortalecido, por lo que apuntan a debilitarnos y sin posibilidad de acción.

¿A qué atribuyen la agresividad, en particular de Cornejo, con los gremios estatales?

Sucede algo interesante: primero que no hay duda de que esto es parte de un plan para poder avanzar con el ajuste. No se puede ir a un ajuste tan brutal como el de la primera etapa, más el que viene, que ya está en el presupuesto nacional con el dólar a 18 pesos, un tope salarial del 17%, es decir un segundo ajuste ordenado por los organismos multilaterales de crédito, más los 60.000 millones de dólares de deuda en 10 meses, sin que alguien pague todo esto, y ese es el trabajador. Somos víctimas de la planificación del poder económico, que intenta apropiarse de la riqueza de nuestra provincia y nuestro país.

En segundo lugar, más en lo local, y a pesar de los intentos permanentes de debilitarnos a través de los medios de comunicación, una de las herramientas fundamentales del poder económico, nace la Intersindical. Es decir, bajo la sombra de todos los ataques, nace la herramienta que puede ser, más temprano que tarde, la instancia fundamental para dar la pelea en lo que viene. Porque lo que se viene es el aumento en la edad jubilatoria, el retorno de las AFJP. A este modelo no le interesa la seguridad social, por lo que no le interesan los trabajadores. Por eso hay muchos puntos en común en esta confluencia entre la CGT, la CTA y la CTA Autónoma que se da en la Intersindical.

Como está el mapa político actual, los sindicatos serán la verdadera oposición, sólo los trabajadores van a salvar a los trabajadores.

¿Cuál es la opinión del sindicato respecto a las reformas judiciales impulsadas por el ejecutivo provincial?

No estamos de acuerdo. Fuimos a hablar con los legisladores y también con la vicegobernadora Laura Montero, expusimos nuestra mirada, pero lamentablemente se avanzó igual y las consecuencias, como pasó con las oficinas fiscales y demás, las va a sufrir el ciudadano.

¿Cómo se toma que una mujer conduzca un sindicato, en este caso el de Judiciales?

Es la primera vez en 70 años que pasa, y teniendo en cuenta como se ha comportado el Estado con el tema del género, también podemos inferir que mi condición de mujer puede influir. No he sido muy bien tratada por muchos medios por mi relación con Carlos Ordóñez, quien fue el anterior secretario general. Por lo que yo no soy Adriana Domínguez, soy “la mujer de”, algo que tomo como un grado de violencia mediática y no tengo dudas que esto influye en los planos inconscientes de muchos funcionarios.