Mientras el lobo no está, los diarios dominantes de la provincia aprovechan sus redes sociales para realizar publicaciones machistas, misóginas y sumamente peligrosas para la integridad de mujeres, niñas, niños y disidencias. Allí donde todavía no llega claramente la ley, comenzaremos por develar un mecanismo impune para empezar a afilar los dientes. Cómo no caer en las trampas de los medios violentos.

Publicación del diario UNO en su cuenta de Twitter

Desde la explosión del movimiento feminista en los últimos años en Argentina, los medios hegemónicos de comunicación están cada vez más aprestados a cumplir la Ley 26.485 Para la erradicación de la violencia contra la mujer. No exactamente por convicción, sino por presión social y reclamos ante la justicia de mujeres afectadas por sus publicaciones.

Si bien las noticias de los diarios todavía dejan mucho que desear, hoy por hoy los medios se cuidan de realizar ciertas titulaciones o apelar a recursos misóginos dentro de sus páginas web. Pero como no pueden (ni quieren) luchar contra su propia naturaleza comercial, todavía cuentan con un espacio de juego donde el enojo y el rechazo que generan en la comunidad es el motor de sus victorias: las redes sociales.

Publicación de Mendoza Post en su cuenta de Facebook. ¿Para el Post no es justa la condena? ¿Importa lo que dijo la justicia?

Cada interacción con la que cuentan los medios en sus redes sociales suma a su capital, ya que no importa si son pulgares arriba o pulgares abajo, solo vale que dejemos una demostración de que estamos siguiendo lo que ellos dicen.  Quienes manejan las redes de grandes medios (la gran mayoría son varones) tienen la orden expresa de ser incendiarios en sus publicaciones, de despertar los más variados sentimientos en quienes los leen. Y aunque cueste creerlo, el enojo y el asco son las reacciones que más movimiento generan en una publicación de Facebook, Twitter o Instagram.

¿Lobo estás?

Publicación de Los Andes en su cuenta de Twitter. Comparten una foto de redes sociales de la joven que para el diario ya es una mujer adulta y asesina

El colectivo mendocino de Comunicadoras por el Aborto Legal Seguro y Gratuito hace tiempo denuncia con consternación y preocupación las peligrosas publicaciones en redes que realizan los medios de comunicación dominantes de la provincia. Fernando Tomeo, abogado especialista en tecnologías y profesor de la Universidad de Buenos Aires (UBA), explica que “la legislación en términos de publicaciones en redes es inexistente. Sí aplican las leyes del derecho civil, pero los caminos para denunciar son mucho más intrincados porque las publicaciones no llevan la firma de quien las realiza y los responsables no están tan claramente definidos”. Es por eso que a la hora de decidir qué publicar en sus redes sociales, los hegemónicos muestran sangre fría en la propagación de sus atrocidades.

“Quiero creer que utilizan estas expresiones para lograr insights en las notas o reacciones en las publicaciones, olvidándose que sus notas involucran personas (un espanto total) y no porque son unos misóginos machistas”, explica Ornella Cuccia, licenciada en Comunicación e investigadora de lenguaje inclusivo y prácticas comunicacionales con perspectiva de género. “Considero que la Defensoría del Público debería involucrarse, creo que como organismo regulador deberían ser ellos quienes tomen la iniciativa de armar una guía de buena práctica y sancionar a quienes falten el respeto. Hay un curso que dicta la Defensoría y se repite semestralmente destinado a periodistas, que se denomina Introducción a la perspectiva de género en los medios audiovisuales. Trabajan en la educación del periodismo en general, pero falta mucho aún, falta el pez gordo que son quienes manejan los medios”.

Para no enredarse

El diario UNO emitiendo opinión sobre la situación de una mujer desaparecida en su muro de Facebook

Es importante no caer en la trampa tendida especialmente por los medios hegemónicos para generar reacciones de enojo y repudio en las redes sociales. Las interacciones de las y los usuarios en los posteos de Facebook, por ejemplo, no hacen más que alimentar la difusión de lo que se rechaza, por lo que es aconsejable evitar los likes (me gusta, me encanta, me asombra, me entristece, me enfada); tampoco ayuda sumar comentarios, responderlos o compartir publicaciones que, en definitiva, incrementan la divulgación de lo que se pretende rechazar. Igualmente sucede en Instagram y Twitter, cada vez que se realizan clics en los post las repercusiones se multiplican llegando a más personas en beneficio de las empresas.

Además de denunciar y bloquear en cada una de las redes los perfiles y publicaciones machistas, misóginas y peligrosas para la integridad de las mujeres, también pueden ser denunciadas ante la Defensoría del público tomando como referencia la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual.

Mendoza Post estableciendo cánones de belleza en su muro de Facebook

¿Cómo deberían actuar los medios en sus redes? “Para redes sociales debería tenerse en cuenta la identidad de género, no criminalizar a la víctima, evitar los juicios de valor, sobre todo creo que los medios deberían aportar a la formación de audiencia en materia de perspectiva de género”, dice la licenciada Cuccia.

Para quienes advierten publicaciones violentas o fuera de lugar, lo mejor es demostrar el descontento tomando una captura de pantalla y poniendo en evidencia la provocación, que es el mecanismo con el que juegan los medios hegemónicos para hacernos reaccionar. A ellos les viene muy bien el jugar en el bosque de las redes mientras el lobo no está. Pero el lobo son todas las mujeres que unidas, organizadas y alertas sobre esta situación, caerán con un zarpazo cuando menos se lo esperen las nada inocentes caperucitas.

 

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