Científicas y científicos del Conicet comenzaron a movilizarse para repudiar el recorte y solicitar la renuncia de las máximas autoridades de la institución.

Fotos: Apprentice

Veintidós años atrás el entonces “superministro” de Menem, Domingo Cavallo, mandaba a lavar los platos a la cientista social Susana Torrado. Hace sólo unos días, Alejandro Ceccatto, presidente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) –asumió a finales de 2015-  afirmó que “el CONICET creció de manera exponencial, llegó a 25 mil personas”, constituyéndose en uno de los organismos más grandes del Estado nacional. Ceccatto, dijo además que “estamos ajustando los números acorde al presupuesto que vota el congreso”.

En este marco, científicas y científicos de la institución tomaron el edificio del Ministerio de Ciencia y Tecnología para que se reconsidere el ajuste presupuestario que implica la exclusión de alrededor de 500 profesionales en condiciones de ingresar a la carrera de investigadores, recomendados por los órganos internos encargados de evaluar estrictamente las capacidades de los ingresantes.

En 2016 el congreso nacional asignó a Ciencia y Técnica el 1,54 % del presupuesto nacional, en 2017 ese porcentaje cayó al 1,4%.

Ciencia cierta

Para conocer la actualidad del Conicet, EL OTRO visitó ayer la sede provincial del organismo, donde se desarrollaba una asamblea de trabajadores, para dialogar con los científicos mendocinos. El clima general es de honda preocupación. Está en juego la posibilidad de un desarrollo autónomo del conocimiento nacional. Después de años de repatriación de especialistas de diversas ciencias, aparece una vez más el temor a la fuga de cerebros.

img_9593

Fernanda Beigel empezó a investigar en el ámbito del Estado hace 21 años, luego de tres intentos de conseguir la beca para “dedicarse exclusivamente, 12 horas por día, para lograr la tesis doctoral”.

Hoy dirige a un equipo de investigación que nuclea a 17 personas que desarrollan conocimientos para que sean aplicados en el marco de las ciencias sociales, y ve “con tristeza” el destino de los becarios e investigadores más jóvenes que “hasta el año pasado, si se esforzaban mucho, tenían la posibilidad de ingresar”.

img_9624
María Elena Abraham, directora del CCT, se hizo presente en la asamblea y apoyó el reclamo

Juan Domingo Ortubia, delegado de ATE, comparte la preocupación de la investigadora ya que, para este dirigente sindical, “está en riesgo la financiación de algunos proyectos que no van a poder seguir funcionando”. Según Ortubia existe “la posibilidad de volver al Conicet de los noventa, en el que todo era recorte y no había lugar para la investigación, por lo que lo que reina actualmente en la institución es la incertidumbre”.

En la asamblea en la que investigadoras, investigadores y becarios discutieron medidas de fuerza, el dato más notorio fue la marcada visibilidad de grupos de personas experimentadas y jóvenes trabajando en franca complementariedad.

img_9619

Eliana ya es una experimentada científica, con sólo 36 años, a la vez de una joven madre de un hijo pequeño. Realizó una licenciatura, luego se doctoró y, posteriormente, obtuvo un post-doctorado como becaria del CONICET. Sin embargo, tras ser “recomendada” por la Comisión de Economía y la Junta de Calificación, el Directorio del organismo le denegó su carrera de investigadora por “razones presupuestarias”.

¿Ustedes dejan de trabajar al término de la jornada de investigación?¿Es sencillo conseguir trabajo como Doctora en el ámbito privado?

No. Nosotros seguimos formando a otras investigadoras e investigadores, seguimos dando clases en la universidad, aunque no nos paguen porque es nuestra vocación. Y, la verdad es que no somos los únicos trabajadores despedidos. Es muy difícil, cuando uno tiene una mirada crítica de las estructuras económicas, que alguien vea mi curriculum y le entusiasme un poco. En ámbitos de afuera de la investigación es complejo que se entiendan estas posturas que critican lo dado constructivamente.

Beca, también llamada precarización

El Conicet se ha caracterizado por incluir a científicos que, desde la medicina, desarrollan remedios, tratamientos y soluciones para enfermedades que afectan a las mendocinas y a los mendocinos.

Emanuel, tiene 37 años y también es doctor, aunque en 2016 pudo ser designado como investigador asistente. Su ámbito de investigación es el de la histología y la embriología (actualmente desarrolla investigaciones en torno al cáncer de mama) y empezó a trabajar en el Conicet en 2006, mediante una beca que le permitió cobrar un “estipendio” para estudiar.

img_9612

El “estipendio” que cobran los becarios es un sueldo mensual que no contempla aportes para jubilación u obra social

¿Es difícil conseguir laburo en el sector privado para los investigadores?

Es complejo porque las políticas de vinculación no están lubricadas, y aunque conozco casos que han logrado insertarse en el ámbito privado, no es lo más normal porque como país estamos atrasados respecto de la investigación privada y su receptividad de los investigadores formados en el Estado.

Movilizados

La asamblea de investigadores definió una movilización, que se realizará hoy por la mañana en los portones del Parque General San Martín, con el objetivo de informar a la sociedad en su conjunto sobre el recorte en la ciencia y la investigación y su impacto social y económico, y para que nunca más nadie los mande a lavar los platos.