EL OTRO presenta este espacio donde fotógrafes cuentan en primera persona la historia de algunas de sus fotos favoritas. Aquello que sintieron al tomarlas, lo que representan o lo que quisieron transmitir. Toda foto tiene autxr y toda foto tiene historia.
Hoy: Melisa Fozzatti
La atmósfera que envuelve a los cementerios es realmente llamativa. Algunos inspiran tristeza y oscuridad.
Ese día quedé con un colega para ir al cementerio de Godoy Cruz, era un martes nublado y corría una leve brisa que anunciaba la lluvia inminente.
Presté atención al eco de los pasos al recorrer los oscuros pasillos, había una canilla rota que formaba un charquito de agua.
La desolación de las flores marchitas, las expresiones de los santos en los vitrales,
fotos nostálgicas en las paredes de los nichos: todo parecía moverse al compás de alguna canción olvidada.
Ese lugar cargado de una peculiar energía me despertó curiosidad e inevitablemente noté una belleza extraña, cuyas múltiples significaciones me hicieron crispar la piel.
