Cincuenta y tres universidades públicas del país transitan la tercera semana consecutiva de paro docente, en reclamo de recuperación salarial y más presupuesto. La medida de fuerza es contundente en los colegios de la Universidad Nacional de Cuyo, mientras en las facultades el acatamiento resulta dispar. Las aulas salen a las calles y la defensa de la educación pública y gratuita gana consenso en las redes sociales, forzando la visibilización del conflicto en la prensa hegemónica. EL OTRO recorrió la UNCuyo y entrevistó a Francisca Staiti, secretaria general de Fadiunc, uno de los sindicatos que encabeza el prolongado plan de lucha.

Fotos: Coco Yañez

Francisca Staiti. Foto: Gentileza

 ¿Qué evaluación hace del conflicto, al transitar la tercera semana consecutiva con medidas de fuerza?

Empezamos esta tercera semana con cese total de actividades. Estamos en cuarto intermedio de nuestra asamblea porque declaramos el estado de asamblea permanente frente a la situación que estamos viviendo. El martes en Plaza Independencia hicimos una asamblea informativa, en la que analizamos en profundidad dos temas: por un lado el presupuesto y por otro el impacto del neoliberalismo en las universidades, que supone una automatización que lesiona el concepto de trabajo, precarizándolo.

¿Cómo recibieron la solicitud de conciliación obligatoria realizada por las autoridades de la UNCuyo?

Alcanzamos a discutirlo porque nos enteramos a través de un medio digital mientras desarrollábamos las actividades en Plaza Independencia. Nos sorprendió bastante el modo de enterarnos. Sobre todo que se publicara el contenido del pedido, algo inusual.

Quedamos a la espera de lo que resuelva el Ministerio de Trabajo, puesto que hasta ahora no se ha dictado la conciliación. Continuaremos con nuestras medidas de fuerza, al menos hasta que el Ministerio resuelva. Recién ahí evaluaremos en asamblea qué vamos a hacer.

 

 

¿Cuál es el alcance de las medidas de fuerza votadas por las y los docentes, más allá de lo que resuelva el Ministerio de Trabajo?

El cese de actividades en principio es hasta el próximo sábado –hay facultades y carreras a nivel nacional que tienen actividad los sábados. Hoy hicimos un ruidazo, un caravanazo por la Ciudad Universitaria y el paro está sosteniéndose con un alto acatamiento, sobre todo en los colegios. Pero lo más importante es que se está gestando un movimiento docente-estudiantil que, más allá del problema salarial, se centra en una preocupación mucho más profunda que es el tema del presupuesto.

Esta semana el conflicto se ha visibilizado mucho más, alcanzando repercusión en los medios hegemónicos y las redes sociales. ¿Perciben que la intervención del rector Daniel Pizzi obedece a que el conflicto traspasó los Portones del Parque?

Sí, tal cual. Me llamó muchísimo la atención que recién en esta tercera semana de lucha los medios traten el conflicto. Hubo una sacudida sobre el tema, que creo que condicionó al rector de la Universidad Nacional de Cuyo, además de la fuerte presión de un grupo de padres, que fundamentalmente quiere que nos castiguen a los docentes, piden que nos descuenten los días de paro o se dirigen al Rectorado para ver de qué manera el año que viene no nos encontremos en la misma situación. Sin vislumbrar que esto es mucho más profundo, que se está llevando adelante una política en contra de la educación y las universidades públicas.

También es cierto que el conflicto está saliendo de los Portones del Parque. Algo que consideramos fundamental para que la sociedad esté al tanto y se comprometa y nos acompañe, como ha pasado en muchos lugares de nuestro país.

Colegio Universitario Central.

 

Escuela del Magisterio.

 

Escuela de Comercio Martín Zapata.

En nuestras recorridas hemos notado que en los colegios secundarios dependientes de la Universidad el paro es absolutamente contundente, mientras se percibe adhesión dispar en las facultades. ¿A qué atribuye esa diferencia?

En los colegios siempre ha sido muy fuerte la lucha. Hace 37 años que trabajo en la Universidad, y 35 que milito sindicalmente y puedo decir que los colegios dependían de las facultades, sin tanta complejidad y conflicto, más allá de un paro de algo más de dos meses en la época de Alfonsín, cuando los salarios docentes estaban por el piso.

Después, los colegios siempre fueron relegados al interior de la Universidad Nacional de Cuyo: no tenemos representantes en el Consejo Superior, por lo tanto no tenemos ciudadanía y deciden por nosotros. Y en ese decidir por nosotros, se han tomado resoluciones que provocan la rebeldía de los docentes. En su momento logramos equiparar nuestro salario al provincial a través de un adicional, también logramos que nos pagaran el incentivo docente cuando no estábamos contemplados.

Creo que puede detectarse una mayor consciencia de clase. En general vivimos de la docencia y no tenemos otra salida laboral. También tenemos más momentos para encontrarnos dentro del colegio, y existe una comunidad del cuerpo de preceptores y estudiantes que junto a los docentes discutimos estos temas.

Sentimos un ataque permanente hacia las escuelas y ya reaccionamos con cierta naturalidad. En los años noventa en la UNCUyo, los rectores Bertranou, primero, y “Paco” Martín, después, fueron los hacedores y ejecutores de la Ley Federal de Educación que transformó nuestros colegios secundarios en polimodales, dejando a la mitad de los docentes en la calle.

La adhesión al paro tiene un alto acatamiento en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.

 

En Derecho no se vive un clima de lucha sindical.

 

En Artes y Diseño la huelga es total.

¿Cuántos docentes suman entre los colegios universitarios?

Alrededor de mil doscientos. Por eso, como decía, hay cierta tradición de lucha. La toma que hicimos a fines de los noventa junto a los estudiantes, rechazando que los colegios se achicaran, logró la creación del DAD (Departamento de Aplicación Docente).

La hemos tenido que pelear mucho y desde el gremio se ha sostenido y ayudado a mantener esa lucha. Creo que esa es la diferencia: quizá en las facultades no han sentido tan de cerca, por ejemplo, el quedarse sin trabajo.

Yendo al conflicto salarial. Ustedes solicitan un incremento del 30% con algunos criterios de revisión respecto a la inflación. Pero sobre la mesa, ¿qué ofrece el gobierno?

El gobierno no se mueve del 15%. En la reunión del 13 de agosto se nos ofreció un 5,8% para agosto y continuar con la mesa de negociación y nada más. Pero el viernes pasado, la SPU (NdR: Secretaría de Políticas Universitarias) informó que se nos va a depositar este mes ese porcentaje, unilateralmente. A cuenta de futuras negociaciones que no existen, básicamente.

¿Cómo sigue el plan de lucha en lo inmediato?

Mañana (por hoy jueves) participaremos de la convocatoria interclaustro desde las 9:30. La reunión del Consejo Superior comienza a las 10 horas y nos interesa que emita una resolución o declaración apoyando la lucha, tanto por lo salarial como por lo presupuestario.

Martín Zapata.

 

Colegio Universitario Central.

 

 

Facultad de Artes y Diseño.

 

 

 


 

 

Sumate a la Comunidad