En diciembre de 2017 el gobernador Cornejo decretó el pago de un bono de fin de año para todos los empleados públicos de Mendoza. Pese a los continuos reclamos, más de 100 docentes del Instituto Universitario de Seguridad Pública todavía no reciben una compensación que se devalúa mes a mes.
Ayuda extraordinaria
El Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP) realizó ayer una protesta en los portones del Instituto Universitario de Seguridad Pública (IUSP) para exigir el pago de una deuda que ya cumplió nueve meses.
Mediante el decreto 2679/17, el gobernador Alfredo Cornejo otorgó una “compensación por desfasaje inflacionario 2017” a las y los trabajadores estatales. La “ayuda extraordinaria”, “con carácter no remunerativo y no bonificable”, consistió en una suma fija de hasta $7000 por empleado, o un proporcional para aquellos no poseían la totalidad de la carga horaria.
Este año el bono comenzó a acreditarse en las cuentas sueldo de los estatales, aunque no en todos los casos. Más de 100 docentes del IUSP todavía no cobran esa compensación.
El IUSP forma y capacita a “los recursos humanos que intervienen en la problemática de la Seguridad Pública”. Este centro educativo depende de una fundación que nació a partir de un acuerdo entre la Universidad Nacional de Cuyo y el Gobierno de la Provincia de Mendoza. Si bien se financia íntegramente con fondos del Estado, la fundación rige sus relaciones laborales bajo la Ley de Contrato de Trabajo. Es por eso que la representación gremial de los docentes corresponde a SADOP, el sindicato privado que viene exigiendo el pago del bono.
Vení mañana
Para que no quedaran dudas sobre la legalidad y legitimidad del reclamo sostenido por el gremio, la patronal y SADOP arribaron a un acuerdo en mayo pasado. Según el acta firmada en la Subsecretaría de Trabajo y Empleo, el IUSP se comprometió a pagar la compensación por desfasaje inflacionario 2017 en los términos establecidos en el decreto de Cornejo. Sin embargo, los representantes del gobierno jamás cumplieron su palabra, pese a que los recursos ya habían sido asignados.
Agotado el diálogo, SADOP continuó con acciones sindicales. Este miércoles, miembros de la conducción del sindicato realizaron una protesta en el ingreso al Instituto, en la calle Montes de Oca de Godoy Cruz, para insistir una vez más.
Julio Rojas, secretario de Educación Superior de los docentes privados, manifestó a este medio que “más de 100 docentes ya han presentado sus declaraciones juradas en el IUSP para demostrar que no han cobrado la compensación en otras escuelas, pero las autoridades del Instituto nos les liquidan el bono”. Para Rojas el impacto presupuestario no es significativo para el Estado. “La mayoría de los compañeros tienen que recibir un proporcional del bono porque solo tienen horas cátedras, esto representa desde $580 en adelante, son muy pocos los que tienen que cobrar $7000”, precisó Rojas.
María Luisa Nasif, secretaria general adjunta del gremio, consideró que la prolongada demora en el pago del bono 2007 “no tiene otra explicación que una discriminación del gobierno hacia los docentes de SADOP”. En diálogo con EL OTRO, la dirigenta denunció que, salvo las y los profesores, el resto del personal del IUSP ya cobró la compensación hace tiempo, lo que demostraría “un tratamiento particular hacia un sindicato que lucha”. “Hay algunos funcionarios que parecen interesados en que el SADOP desaparezca del IUSP, pero se equivocan, seguiremos peleando aquí por los derechos de nuestros compañeros”, advirtió Nasif.
A Seguro se lo llevaron preso
Luego de la protesta, Jorge David Saéz, director ejecutivo del instituto que capacita y forma a los policías de Mendoza, y uno de los firmantes por el gobierno del acta de mayo, prometió verbalmente, por enésima vez, que pagarán la “ayuda extraordinaria”.
Además, el funcionario, quien responde políticamente a Néstor Majul, remitió ayer una nota a SADOP para informar por escrito que “se solicitó la transferencia de fondos al Ministerio de Seguridad” con destino al pago del bono adeudado.
La pelota ahora está en el campo del ministro Gianni Venier. O sea, a seguir esperando.
