Se trata de Emilio Guiñazú Fader, actual subsecretario de Energía y Minería de Mendoza. Su rol de CEO de Pescarmona en el país vecino es causa de reclamos judiciales.

Poder otorgado por Luis Enrique Pescarmona a Emilio Javier Guiñazú Fader. Recife, 2 de diciembre de 2015.

Desde el inicio de la gestión Cornejo, el ingeniero industrial Emilio Guiñazú Fader está a cargo de la Subsecretaría de Energía y Minería de Mendoza. Más allá de su apellido ilustre y su filiación directa con Rosa Fader de Guiñazú –gestora cultural con trayectoria en la UNCuyo y alguna vez candidata al Congreso Nacional por la UCR-, el mérito que realmente pesó para integrar el gabinete fue su extensa trayectoria en Industrias Metalúrgicas Pescarmona S.A.

Según señala en su perfil profesional, Guiñazú Fader comenzó su carrera en la multinacional oriunda de nuestra provincia en el año 1997, como supervisor de montaje. En su ascendente trayectoria en el ámbito privado, se transformó en una de las principales espadas de Luis Enrique Pescarmona, al punto de alcanzar la cima de IMPSA Wind y, por ende, el control de la subsidiaria Wind Power Energía en Brasil.

El ministro Kerchner y el subsecretario Guiñazú Fader reunidos con Aranguren. Foto: Twitter

A pesar de su encumbrada y lucrativa labor en la actividad privada, desde diciembre de 2015 aceptó ser parte del equipo del reestructurado Ministerio de Economía, Infraestructura y Energía, para planificar y definir la política energética de Mendoza. Ya desde agosto de aquel año se encontraba desvinculado de IMPSA, pero su traspaso no lo liberó de las responsabilidades legales que arrastró en Brasil representando a WPE.

Esta empresa, eslabón vertebral e inaugural del proceso de convocatoria de acreedores de IMPSA, fue declarada en quiebra en agosto de 2014. Tras levantar la medida casi instantáneamente, en octubre de 2015, el incumplimiento de un pago de 20 millones de dólares en intereses de obligaciones no negociables, desembocó en un nuevo default.

Intimación judicial dirigida al réu (acusado) Emilio Javier Guiñazú Fader. Fuente: www.jusbrasil.com.br

Este recorrido inestable de la subsidiaria de IMPSA ocasionó decenas de reclamos ante la Justicia brasileña. Lógicamente, las causas señalan a Guiñazú Fader como uno de los responsables, y el asedio de los requerimientos judiciales lo distraen de sus funciones en el Ejecutivo provincial.

Vientos de cambio

Fuente: impsa.com

Según información de la multinacional, los antecedentes de IMPSA Wind, división especializada en el desarrollo de energía eólica, se remontan a los años 80 y, “gracias a la sinergia de las distintas Unidades de Negocios que la empresa tenía antes de la creación del producto”, alcanzó su primer prototipo con tecnología propia en 2003.

Desde 2005, Guiñazú Fader ocupó cargos jerárquicos en la empresa que forjó grandes negocios en Brasil, expandiéndose rápidamente a otros países de Latinoamérica.

Pescarmona, Cornejo y Aranguren. Foto: MINEM

Este exitoso currículum del ingeniero industrial seguramente fue un viento de cola hacia su designación como subsecretario de energía de Cornejo. Ideas no le faltan para desarrollar el área desde el Estado. En una entrevista con un medio especializado, el funcionario blanqueó que “el sector hidrocarburífero es fundamental para la provincia de Mendoza” aunque manifestó que “le darán el mismo protagonismo a las energías renovables”, ya que la provincia “tiene un potencial enorme en fuentes primarias de energía y queremos desarrollarlo”.

Si bien resulta cuestionable, al menos desde el punto de vista ético, este aparente conflicto de intereses entre los negocios de su ex patrón y el ejercicio actual de la función pública, esto no parece empañar el sentimiento nostálgico del subsecretario. A punto tal que este lunes Guiñazú Fader festejó en sus redes sociales, como si fuese un logro personal, la exitosa reestructuración de la deuda de IMPSA

¿Ejemplo local de ceocracia, o solo un tipo con gratitud?

Captura Twitter

 


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