La marcha de antorchas de la Intersindical de Mendoza reunió a más de 2000 personas.  Las columnas de los gremios mostraron una fotografía de los tiempos: jóvenes organizados/as reclamando por sus derechos. Se llamó a un paro general para el 24 de mayo.

“Creí que íbamos a ser menos” fue una de las frases que más se escuchaba entre las filas cuando la manifestación emprendía el paso por las calles del microcentro mendocino. Ni el frío ni la lluvia persistente amilanaron a las más de 2.000 personas congregadas para pronunciarse en contra de los tarifazos, por la reapertura inmediata de las paritarias y el cese inmediato de los despidos.

La ceremonia de las llamas en este invierno costero, que envuelve al otoño mendocino, llenó de color y símbolos la procesión.  Cuidadosas maniobras para empapar el paño con nafta, mucha inventiva para hacerse de antorchas y habilidades por doquier para mantener –solidaridad mediante- la llama encendida.

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Foto: Seba Landi

En su generalidad las columnas de los sindicatos que componen el frente mostraron un retrato de estos tiempos. Debajo de las banderas marchaban hombres y mujeres jóvenes, chicas y chicos recién saltados a la vida laboral o transitando los últimos años de la universidad,  las nuevas caras de los movimientos de trabajadores y trabajadoras, descendientes de las agrupaciones políticas que florecieron en la última década.

El centro, los negocios, los comerciantes, mostraron la fotografía de siempre. Atónitos en sus puertas, cruzados de brazos, contrariados por la suba de las tarifas,  la caída de las compras, la decepción del cambio y por el ruido de esa turba, que aunque se ha ido nutriendo de caras jóvenes visiblemente de clase media, no representa su bronca.

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Foto: Seba Landi

En frente de la Legislatura, punto de llegada y concentración, los cantos se escucharon con más fuerzas pero no fueron unánimes, excepto cuando se entonó el himno nacional. Las afrentas se dirigieron por partes iguales para la conducción del gobierno nacional y sus socios políticos locales.

En el cierre, los oradores hablaron en nombre de los trabadores sin presentación ni cargos, no es tiempo de protagonismos. Se convocó a un paro general para el próximo 24 de mayo. Hubo manifestaciones de compromiso y expresiones fuertes. “No hagan que los trabajadores encendamos el fuego porque cuando los trabajadores encendemos el fuego, arrasamos con todo lo que nos quita nuestros derechos”, concluyó una de las referentes, advirtiendo el tesón de una lucha y todo lo que está en juego.