EL OTRO entrevistó a Leo Neirotti días antes de la presentación que hará junto a un destacado grupo de artistas en el bar Los Dos Amigos. Este viernes el tango arde en la esquina de La Cuarta.

Fotos: Coco Yañez

La música suele movilizar a las personas y Neirotti no escapa a este suceso. Su rostro cambia de manera rotunda cuando habla de una poesía o una canción que, según él, lo conmueve en lo más íntimo, merced al virtuosismo de las plumas, que tanto autores renombrados como nuevos valores, logran en las letras del tango.

Un cantor que elige interpretar desde una perspectiva clara, dialogó con el equipo de EL OTRO y comentó fragmentos de la vida que lo definen.

¿A qué te dedicás además de ser cantor de tango?

Por estos días cumplo cuatro años de vuelta en Mendoza, luego de vivir algo más de 20 en Italia. En estas dos décadas me dediqué al tango, cantando en milongas con guitarristas u orquestas, en Italia, y laburé en la restauración de frescos y pinturas decorativas en iglesias y distintos edificios.

No parece un mal laburo…

Es un hermoso trabajo, lo hice 20 años. Tuve la oportunidad de trabajar en muchísimas iglesias post renacentistas del 1500 y 1600. Restauré frescos antiquísimos, e hice algo de decoración y de falso relieve. También fui pintor de corte de la familia de San Carlos Borromeo, entre otras cosas.

Luego, por motivos personales me volví a Mendoza y acá tengo una actividad también relacionada a la pintura decorativa, los revestimientos, que hacemos con otros chicos. También hago algo de decoración para no perder la costumbre. Y, por supuesto, el tango.

Con el tango vienen bastante firme…

Hay desde hace tiempo una movida muy interesante que es el “tango nuevo”, el tango del siglo XXI. Hará unos 20 años que empezó en Buenos Aires con La Chicana, La Fernández Fierro y, entre ellos acá en Mendoza, Altertango donde está la amiga Elbi Olalla.

Cuando llegué, Elbi estaba formando una orquesta, la Sísmica, en la que llegamos a ser 10 u 11… Un equipito que estaba dedicado a difundir las composiciones de artistas, compositores, escritores y gente joven que se iba acercando, y que no necesariamente venía de la runfla tanguera.

La Orquesta Sísmica se desarmó… ¿En qué proyectos estás ahora?

Yo por estos días no tengo una formación fija. A veces me acompaña solo una guitarra o un trío de piano, bandoneón y contrabajo… Y más o menos nos vamos moviendo. Ahora estoy  preparando un homenaje al poeta García Jiménez que tiene unos tangos muy hermosos que no han sido tan conocidos. Siempre con ganas de ver si hacemos un disco para mitad de año.

Más allá de las formaciones, da la impresión de que hay una banda grande en el tango de Mendoza que viene recorriendo un camino…

Hace un año y medio, más o menos, alrededor del tango joven -aunque yo no sea tan joven- hicimos una reunión de intérpretes y autores del tango mendocino que derivó en un proyecto que se llama Microtango.

La idea fue sacar un disco compilando todo ese material que se conserva y que tal vez no es tan conocido. Nos juntamos y el disco salió el año pasado. Cada uno está en su propio proyecto, pero Microtango forma cierta matriz.

¿Cómo ves el momento actual de las políticas culturales?

Pésimo. Porque es todo a pulmón, autogestivo.

Tengo el recuerdo de cuando llegué hace cuatro años, de haber tenido la suerte de ver la movida del tango que se hizo en el Le Parc y me emocionó ver en ese lugar hermoso la cantidad de artistas que se encontraban con un público que podía llegar a disfrutarlos. Fue un mundo de gente.

Ahora, ni siquiera tristeza me genera ver lo que pasa. Sí mucha impotencia.

Muchas personas en estos períodos te dicen que de la necesidad nace el ingenio, y yo lo entiendo, pero prefiero que nadie tenga ese tipo de necesidad.

Las necesidades se acrecientan cuando tenés un Ministerio de Salud que se baja de rango, o uno de Cultura que pasa a secretaría.

Disfruto de la autogestión por el vínculo y el laburo que generamos con compañeras y compañeros, pero me parecía muy lindo aquello que vi hace cuatro años.

En este contexto, hablamos con algunos compañeros el otro día, de armar especies de giras que nos conecten con Eugenio Bustos, Chilecito, Vista Flores y todos los pueblos que tengan interés en escuchar la música que hacemos.

Por lo pronto este viernes se presentan en Los Dos Amigos.

Sí. Este viernes 2, pasadas las 22 horas en Santa Fe e Ituzaingó de la Cuarta Sección, tocaremos. La entrada es con precio popular de $150, y habrá descuento para socios y socias de la Comunidad El Otro.

De todas maneras la idea es que puedan reservar llamando al 2615685684 para que nadie se quede sin su entrada, y si alguien siente el tango y no tiene la guita, que chifle a ver qué hacemos.

Ilustración: Mariano Mari.

 

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El año del Microtango