Especialistas, políticos y vecinos se reunieron en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCuyo para debatir sobre el destino de las tierras fiscales de Tunuyán.

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Terrenos de La Remonta (Campo Los Andes) Foto de archivo: El Otro

Alrededor de diez mil hectáreas de campos fiscales situados en el paraje de La Remonta serán enajenados por el gobierno nacional. La enorme extensión de tierra cuenta con espacios cultivables que poseen derecho a riego en un 40%. 

Esa zona agrícola de Tunuyán alberga, además, a productores que viven y trabajan sus tierras desde hace varias generaciones.

En un principio, los terrenos del Ejército no iban a ser vendidos como se plantea por estos días. Así lo manifestó el ingeniero Alejandro Gennari en una visita a la Sociedad Rural, en la que explicó el desarrollo de obras, y asumió el compromiso de que la privatización de las tierras fiscales incluyera a empresarios y productores locales.

Pasadas varias asambleas en las que distintos políticos opositores objetaron las intenciones del Ejecutivo nacional, el funcionario radical dejó de lado el protagonismo y, casi en simultáneo, el presidente de la Nación incluyó estas extensiones de La Remonta en un listado de treinta y nueve inmuebles del Estado argentino puestos a disposición y pasibles de “enajenación”.

El decreto 225/2017 de Mauricio Macri encontró opositores en las bancadas de legisladores nacionales, ediles, técnicos especialistas, y organizaciones sin fines de lucro.

Representantes de cada uno de esos espacios expusieron ayer, en el ámbito de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Cuyo, sus impresiones sobre la venta de este enclave agropecuario en el corazón de una de las áreas bodegueras más exclusivas de Mendoza.

La senadora nacional por el Frente para la Victoria, Anabel Fernández Sagasti, no sólo mostró su desacuerdo con la venta de los campos sino que además generó un proyecto de ley junto a los concejales sancarlinos Juan Jofré y “Juanchi” Torres, ambos del FPV. El proyecto se basó en tres ejes: “el arraigo rural, el cuidado del recurso hídrico y la diversificación productiva”, como bases argumentales para proponer la cesión de las tierras desde el Estado Nacional a la Provincia de Mendoza.

Más allá de las oposiciones partidarias, distintos especialistas del Valle de Uco tampoco ven con buenos ojos el proceso de privatización de La Remonta. Daniel Pizzolato es ingeniero agrónomo y conduce la estación experimental del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en La Consulta. El agrónomo, uno de los disertantes en el debate de la UNCuyo, describió largamente la distribución del agua de riego en el Valle de Uco y la diferencia en la manera en que las lluvias escurren en los campos vírgenes, y en los cultivos de viñedos.

Según el técnico del INTA no sería deseable que en la urgencia de vender los terrenos se pierda de vista la importancia de un manejo hídrico estratégico de todo la región valletana. En el marco de sus explicaciones, Pizzolato describió cómo el pueblo de Vista Flores podría funcionar como una “olla” por sus desniveles geográficos y que esto, con un terreno aguas arriba sin monte nativo, podría generar más inundaciones en la población tunuyanina.

A su turno, el geógrafo Robin Larsimont aclaró cómo son las composiciones accionarias de los principales emprendimientos vitivinícolas que se han radicado en el Valle de Uco durante las últimas décadas. Para el Dr. Larsimont la extranjerización en la propiedad de las tierras productivas es un hecho vinculado a la incidencia de los agronegocios en el uso del agua, y los conflictos de intereses que se plantean entre productores locales y los holdings inmobiliarios, que adquieren tierras para instalar bodegas, viñedos o clubes exclusivos para empresarios.

También participaron de esta jornada de reflexión, organizada por las fundaciones Pedemonte y El Aleph, referentes de la Unión de Trabajadores sin Tierra, del Centro de Estudios Prospectivos y Vecinos autoconvocados en contra de la venta de La Remonta, quienes expresaron la oposición al fraccionamiento inmobiliario y la enajenación de las tierras de ese paraje.