La Federación de Psicólogos de la República Argentina eligió democráticamente a las autoridades que conducirán los colegios y asociaciones de profesionales en salud mental. Por primera vez en la historia de la organización, un mendocino presidirá la FEPRA. El psicólogo Alberto Muñoz dialogó con EL OTRO y explicó los lineamientos científicos, políticos y gremiales de la principal entidad rectora de la Psicología en nuestro país. 

Fotos: Coco Yañez

En el último tiempo la salud mental ha ingresado a la agenda del debate público en incontables ocasiones. Algunos paradigmas comenzaron a ser visibilizados y la Psicología dejó de ser un campo uniforme para ser tomada como una actividad más entre los servicios sanitarios demandados por la población.

EL OTRO entrevistó a Alberto Muñoz, psicólogo comprometido con el debate y desarrollo de su profesión, para conocer bajo que lineamientos conducirá la FEPRA, una de las instituciones rectoras de la Psicología en Argentina.

¿Qué es la FEPRA y qué sentido tiene su existencia?

La Federación es el lugar donde nos juntamos todos los colegios y asociaciones de psicólogos de todo el país. La FEPRA tiene más de 40 años. Surgió en un momento complejo, en el año 1977, para hacer legal lo que era legítimo.

En el año 55 comienzan las primeras carreras de Psicología sin ley regulatoria. No estaba claro el campo de aplicación, y lo cierto es que la Psicología fue creciendo en términos demográficos, en la matrícula. La Federación ha sido un lugar de reunión de las instituciones a los efectos de plantear instancias político gremiales y de defensa de nuestra profesión.

¿Además de las instancias gremiales tienen otras discusiones?

Nuestra Federación está orgullosa del desarrollo que ha tenido desde Beatriz Perosio, que fue la primera presidenta de la FEPRA. Ella fue secuestrada y desaparecida en el jardincito en el que trabajaba. Desde allí Beatriz fue nuestra bandera y estandarte y fijó el criterio que tenemos de naturaleza ético político para el desarrollo de nuestra profesión.

Nosotros jugamos de cara a la sociedad, no jugamos para adentro en términos corporativos. Nuestro proceso se realiza mirando a la sociedad, porque nosotros trabajamos con ciudadanos que vienen a vernos con el fin de estar un poco mejor.

Los usuarios que utilizan este servicio -suena un poco comercial usuario pero es mejor que paciente que remite a una relación asimétrica- deben ser respetados.

Todos estos postulados han permitido que la FEPRA haya sido un actor central en la Ley de Salud Mental, sea protagonista en el proceso de su defensa y sea, también, un factor de presión para su aplicación.

Además esta institución sigue trabajando en el desarrollo de la cuestión científica, atendiendo a dos instancias, una respecto de cómo los profesionales mejoramos nuestras prácticas, y otra que se enfoca en cómo se le muestra a la sociedad que hay otras prácticas fuera de la Psicología que tienen efectos y pueden repercutir sobre su salud.

¿Cómo te eligieron para conducir la Federación?

Me eligieron un conjunto de representantes de colegios de la Argentina. La FEPRA está compuesta por 23 instituciones -siendo Tierra del Fuego el único distrito sin representación- que confluyeron, en función de procesos políticos internos, en una lista de unidad. Tuve la suerte de ser elegido para encabezarla.

Yo siento que hay un enorme respaldo, y de las 23 instituciones que nucleamos solo 3 son asociaciones y el resto son colegios de ley que tienen la potestad que el Estado entrega para regular la matrícula.

Por otra parte, también me he sentido halagado por representar a la provincia de Mendoza en este ámbito, siendo el primer representante mendocino que lo logra en más de 40 años. Esto habla bien de todo el trabajo que han hecho los colegas para el crecimiento y el reconocimiento del colegio.

¿Qué acciones tienen planeadas para afuera?

Nosotros tratamos de no fragmentar temas y los abordamos en el marco de la interdisciplina y el trabajo con usuarios, quienes tienen conocimientos sobre su padecer y sus tratamientos que son útiles para sumarlos a nuestro trabajo.

Así, tendemos a crear espacios de reflexión y trabajo, que miran no solo a la Psicología para adentro sino también hacia afuera.

Este año esto está planteado desde las Jornadas de Niñez y Adolescencia que tenemos en La Pampa, hasta las jurídicas que terminan en Jujuy sobre fin de año.

¿Cómo ves el momento actual de la salud mental? 

La salud mental no responde solamente a términos biologicistas, o términos psíquicos, económicos o sociales, sino que se comprende en un todo complejo. No tenemos una salud mental que viene dada en términos estáticos, por el contrario, la desarrollaremos a lo largo de nuestra vida.

Uno de cada cuatro, o uno de cada tres de nosotros, va a tener un problema de padecimiento mental severo en su vida. Pasa que la salud mental tiene muy mala prensa y además ha tenido muy pocos decisores políticos que asuman el compromiso de ponerla en agenda. También hay un proceso de estigmatización de quien tiene algún padecimiento.

Los tiempos no nos ayudan, desde lo socioeconómico, desde lo cultural, biológico y psíquico, a tener componentes que nos permitan centran esfuerzos para tener una salud mental apropiada.

Entendemos que el trabajo tiene un rol subjetivante en la estructuración psíquica del sujeto, y que cuando este falta se desacomodan todas las estanterías de su organización interna y externa. Por otra parte, nadie puede ser feliz en una sociedad infeliz porque el lazo social siempre previene la fragmentación.

Desde la Federación promovemos el cuidado del lazo social y que, cuando veamos un sujeto, lo veamos en el marco de su integralidad. No solamente desde nuestra perspectiva social, sino también pensando en la interdisciplinariedad para poder trabajar con las comunidades y lograr que estén algo mejor.

 

Psicólogxs con miradas feministas

“Solo queremos que nos dejen votar”