Este viernes 1 y el próximo viernes 8 de noviembre se llevará a cabo el seminario de Perspectivas interdisciplinarias para abordar la violencia obstétrica, en la Fundación Ecuménica de Cuyo, a cargo de cuatro especialistas en el abordaje de las prácticas a las que se ven sometidas las mujeres que cursan un embarazo. Para profundizar acerca de los orígenes y el tratamiento frente a esta problemática, EL OTRO dialogó con las sociólogas Sofia Da Costa y Victoria Pérez.

Por Jo Thomatis / Fotos: Seba Heras

El seminario de Perspectivas interdisciplinarias para abordar la violencia obstétrica es dictado por cuatro mujeres especialistas en diferentes disciplinas para lograr un abordaje íntegro del tratamiento de la violencia obstétrica. La Doctora en Antropología Sabrina Yañez, la Licenciada en Obstetricia Laura Quevedo y las Licenciadas en Sociología Victoria Pérez y Sofía Da Costa. Con estas dos profesionales EL OTRO profundizó en una entrevista para conocer las problemáticas que tienen relación con prácticas médicas violentas.

“La violencia obstétrica se refiere a las prácticas médicas violentas para con las mujeres que se encuentran cursando un embarazo, un parto o el puerperio. Pueden ser malos tratos, violencia psicológica, física, violencia sexual. El no escuchar a la mujer, el no respetar su autonomía, hacerle intervenciones sin explicarle de qué se tratan, es una gama de violencias que se dan y están muy naturalizadas” explicó al comienzo de la charla la socióloga Sofía Da Costa, una de las especialistas que dicta parte del seminario sobre violencia obstétrica.

Lic. Sofía Da Costa

“Las violencias más brutales son las más llamativas, pero hay toda una serie de pequeñas violencias muy naturalizadas. Por ejemplo, hablar como si las mujeres no estuvieran presentes durante su tratamiento. Las prácticas médicas innecesarias son una  de las grandes expresiones de la violencia obstétrica, como las prácticas para acelerar el trabajo de parto cuando no hay necesidad de hacerlo”, subrayó Da Costa.

Consultada acerca del alcance a nivel social de la violencia obstétrica, la socióloga destacó que “el solo hecho de que a nivel internacional, nacional y provincial se haya tenido que legislar sobre violencia obstétrica ya nos da cuenta de cuán extendidas son estas prácticas violentas. El hecho de que haya una superposición de leyes sobre este tema nos habla de que es una problemática sumamente extendida y de una violencia brutal”.

Lic. Victoria Pérez

“Desde sus orígenes la medicina moderna tiene una marca claramente patriarcal, a la mujer se la alejó de las actividades vinculadas al acompañamiento y sanación. Aunque hoy en día es una disciplina muy feminizada la medicina porque las matrículas en carreras relacionadas a la salud es mayoritariamente de mujeres, sin embargo el atravesamiento de esta marca patriarcal persiste” explicó la especialista, que se mostró un poco más optimista respecto al futuro: “A medida que pasan los años nos vamos sensibilizando ante estos temas, pero la medicina es bastante resistente a las miradas desde otras disciplinas”.

Por su parte, la socióloga Victoria Pérez, acotó que “en general las mujeres no reconocen algunas prácticas médicas como violencia. No somos conscientes porque le otorgamos el saber completo a los médicos, desconocemos los procesos sexuales y del parto. Hay identificación de las mayores violencias pero no de las prácticas innecesarias”.

Pérez explicó que “hay estrategias que desarrollan las mujeres cuando van a parir que tienen que ver con conocer algunas formas de funcionar de la institución que las atiende y acomodarse a esas formas para garantizar menos maltrato. Por ejemplo no gritar o no quejarse, esas son estrategias de resistencia para evitar el maltrato”.

Respecto a los estratos sociales en los que se presenta la violencia obstétrica, ambas especialistas estuvieron de acuerdo en manifestar que “la violencia obstétrica puede estar relacionada a la clase social a la que pertenecen las mujeres, pero existe en todas las clases sociales”.

“Simplemente tiene características diferentes según el tipo de efector que esté atendiendo a la mujer. Sin dudas la clase social profundiza las manifestaciones de violencia relacionadas a prejuicios o estereotipos, como por ejemplo hacer más de un dosaje de consumo de estupefacientes” señaló Da Costa.

El seminario que las especialistas dictan junto a otras dos profesionales fue creado “de forma autogestiva e interdisciplinaria. La idea es ofrecer una formación que tenga una mirada amplia sobre el fenómeno de la violencia obstétrica y que haga hincapié en los procesos sociales estructurales que permiten esta violencia. Está destinado a público general y por ahora son todas mujeres, estudiantes de obstetricia, enfermería” detalló Pérez.

Consultadas por los avances en la toma de consciencia de la importancia de combatir las prácticas violentas, las sociólogas señalaron que “hay experiencias nuevas que se están dando en relación a poder prevenir la violencia obstétrica”.

Victoria Pérez explicó que “en la maternidad del Hospital Lagomaggiore se presentó un proyecto para crear dentro del hospital el Observatorio de Parto Respetado, que funciona hace un mes y es el único que existe, no solo en Mendoza sino también en Argentina. La idea con esa experiencia es ir conociendo lo que está pasando en el hospital, relevar el dato, tenerlo, trabajarlo, ver desde ese conocimiento cómo hacemos para avanzar en la implementación de la Ley de Parto Respetado” (Ley Nacional 25.929).

“Las prácticas violentas tienen que ver con un paradigma hegemónico que queremos ir modificando para que se implemente un paradigma que contemple a la mujer como sujeto de derechos. La idea de que el cuerpo de las mujeres es un territorio de opinión y es un espacio público que se puede transitar y estudiar libremente, está muy incorporada y es parte de los estereotipos que la medicina reproduce” cerró Da Costa.