En el Día Internacional de lucha por la Erradicación de la Violencia contra la Mujer, Ni Una Menos Mendoza convocó este lunes a la movilización en el KM 0 de Ciudad de Mendoza hacia el Poder Judicial de la provincia. 

Fotos: Cristian Martínez

La marcha fue encabezada por familiares y víctimas y comenzó en San Martín y Garibaldi. El acto y lectura de documento fue en el Poder Judicial para visibilizar la falta de justicia en torno a los siguientes casos: el femicidio de Julieta González, la desaparición de Viviana Luna y abusos sexuales en el caso Próvolo, Alejandro Jofré, Ignacio Irañeta, Mauro Aguirre y las violaciones en el boliche Al Sur.

Las demandas contra la #JusticiaMachista:
– denunciar la nula perspectiva de género en el ámbito del Poder Judicial
– exigir la inmediata aplicación de la Ley Micaela, de capacitación obligatoria en género, y el acceso al derecho a la justicia, frente a las múltiples violencias machistas
– repudiar los fallos misóginos y casos de impunidad reiterados en el ámbito de la justicia provincial, la falta de celeridad en los procesos que debieran proteger a las mujeres y disidencias, como así también la doble vara a la hora de impartir justicia.

En Argentina, según el Observatorio ahora que sí nos ven, entre el 1 de enero y el 30 de octubre de 2019, se han registrado 275 femicidios, como así también más de 60 transfemicidios y casos de lesboodio. Es por ello que desde Ni Una Menos Mendoza se exige a todos los poderes del Estado la implementación real de políticas públicas que eliminen todo tipo de violencias contra las mujeres y disidencias.

Ni Una Menos repudia el golpe de Estado en Bolivia, la represión, violaciones y torturas en Chile, la creciente feminización de la pobreza bajo el gobierno de Mauricio Macri, aplicación de la ESI, inclusión laboral trans, cumplimiento efectivo de la Ley 26.485 que previene, sanciona y erradica la violencia contra las mujeres y aborto legal.

Desde 1981 Latinoamérica conmemora cada 25 de noviembre el Día contra la Violencia hacia las Mujeres, en honor a las dominicanas Minerva, Patricia y María Teresa Mirabal, tres hermanas asesinadas en 1960 por orden del dictador del Rafael Trujillo.