Omar Félix se apoya en su vasta experiencia política y el respaldo de los intendentes del PJ, para conquistar el voto peronista en las próximas PASO. En diálogo con EL OTRO, el precandidato a diputado nacional por Nueva Conducción, cuestiona el marketing de Cambiemos, asume que las malas gestiones departamentales del justicialismo condujeron a la derrota electoral de 2015, y propone trabajar en el Congreso, en conjunto con los demás legisladores, para hacer valer los intereses provinciales.

Fotos: Coco Yañez

Apela a las referencias familiares, a su esposa, sus tres hijos, y su trayectoria política, cuando este medio le pide a Omar Félix que esboce una breve autodefinición. “Nací en San Rafael en el año 60 y crecí en un hogar marcado por la política”, contextualiza el candidato, quien reivindica haber militando desde siempre en el justicialismo.

Concejal, ese fue el primer cargo electivo que ocupó en 1995. A partir de entonces cumplió una sucesión de funciones surgidas del voto popular: senador provincial, intendente, y diputado nacional. Hoy es el presidente del Partido Justicialista y disputa la interna, con el respaldo de los intendentes del PJ, para volver al Congreso Nacional.

¿Qué visión tiene sobre el cambio político que, desde hace un año y medio, vivimos en el país?

Es un cambio para mal. Se ratifica el famoso dicho de Eva Perón, quien decía que de un rico lo único que se puede esperar es más pobreza cuando llega al poder. Creo que eso simboliza todo.

Claramente asumió un gobierno que trabajó sobre una idea de marketing de cambio. Le decían a la gente que iban a estar mejor, evidentemente no le aclararon quiénes eran los que iban a estar mejor. Hoy está claro que gobiernan para los sectores más ricos, para los sectores que representan a la economía más concentrada, a los privilegiados de siempre y a los que, cuando llegaron al gobierno, llegaron a través de golpes de Estado. Las acciones que tomaron, desde que asumieron hasta hoy, no se diferencian mucho de las que tomaron los gobiernos de la peor época de la Argentina, de la etapa de plomo, del proceso militar. Lo vemos en las medidas económicas y en las medidas sociales. Realmente creo que ya no disimulan, ahora se muestran como son.

Lo último que faltaba es tener desaparecidos en democracia, como ha ocurrido con Santiago Maldonado. Estamos esperando todos que haya una respuesta o, por lo menos, una explicación desde el Estado.

El cambio político también llegó a Mendoza con la elección de Alfredo Cornejo y la derrota del peronismo…

El diagnóstico es diferente al nacional. Acá ocurren dos cosas, por un lado una estrategia, de quien es hoy gobernador, de poner palos en la rueda al gobierno de Paco Pérez, no dándole el endeudamiento que se necesitaba, en una provincia que tiene un déficit estructural importante y, por otro lado, una falta de estrategia del justicialismo para contrarrestar esto. Además, se sumaron gestiones claramente deficientes en algunos departamentos que decretaron prácticamente la derrota del justicialismo en 2015.

Esto puede molestarle a algunos, pero está claro que, si ganamos en cinco departamentos, las elecciones se podían ganar, y que si perdimos en Guaymallén, en Las Heras y en Luján, departamentos muy populosos que gobernamos, evidentemente hubo un juicio de valoración de la sociedad que nos llevó a la derrota.

¿La derrota tuvo más que ver con las malas gestiones de esos municipios, o será que los candidatos no fueron los mejores para ese momento?

Cuando uno ve la elección que hizo Adolfo Bermejo (NdR: candidato a gobernador por el PJ en 2015) está claro que tuvo una aprobación muy importante por parte de la sociedad mendocina. Cuando ve resultados concretos de los departamentos, y vemos departamentos que se ganan y departamentos que se pierden, está claro que la influencia de las gestiones departamentales incidió negativamente en el resultado de las elecciones provinciales.

Por otro lado, la falta de estrategia del gobierno provincial, que no supo contrarrestar a la oposición que impedía que el gobierno provincial pudiera funcionar como tenía que hacerlo, llevó a una falta de respuestas hacia la sociedad y, en los últimos meses, a tener dificultades para pagar los sueldos.

¿Cuáles son los ejes principales que trabajará como legislador, si accede a una banca en el Congreso?

Hay un tema fundamental, el gran tema de hoy y de los años que vienen, que es el debate sobre el modelo social, político y económico que impera en la Argentina. Tenemos que definir si queremos lo que hoy está vigente, un modelo muy similar si se quiere al chileno, de economía concentrada, de una clase trabajadora sin posibilidades de desarrollo ni progreso, una resignación a un status quo del cual no se puede salir, o una Argentina que sea inclusiva, que tenga posibilidades de desarrollo, equidad y que dé posibilidades a todos los argentinos de vivir y poder progresar, a través de lo que se llamó la “movilidad social ascendente”, y que hoy es descendente.

Después hay temas absolutamente provinciales que necesitan no solo de la presentación de proyectos, que de hecho vamos a hacer, que están vinculados a las economías regionales, a impedir que ingresen productos que compiten con nuestra economía, al tema tarifario, al tema del transporte que tenemos, que es mucho más caro que el de Buenos Aires y el Conurbano… Podemos hablar de muchos proyectos, pero, la verdad, una de las grandes cosas que perdió Mendoza en las últimas décadas es la capacidad de lobby de sus legisladores nacionales, quienes solían en algunas épocas trabajar en conjunto más allá de sus pertenencias políticas, por los intereses de Mendoza.

Propone una línea de trabajo en conjunto con los demás partidos políticos…

(Interrumpe) Perón decía que los problemas de los argentinos los arreglamos entre todos o no los arregla nadie. Nosotros, desde el justicialismo, debemos aportar a no profundizar la brecha, la grieta o como quieran llamarle, sino a buscar, a través de la persuasión -el elemento de conducción más importante, según el Gral. Perón-, los puntos de consensos que nos permitan construir en unidad, salvando las diferencias que podamos tener, los objetivos que nos permitan avanzar como provincia.

Más allá del resultado del domingo, donde tres listas disputarán la interna de su partido, ¿cuál cree que debe ser la posición del peronismo mendocino a partir de entonces?

Vamos a trabajar todos juntos, así debe ser. Las primarias abiertas permiten algo esencial que es el ejercicio de la democracia, que sea la gente la que defina a los candidatos. Había un líder de la Argentina, sobre todo de la etapa de la recuperación democrática, que decía que los problemas del país se solucionan con más democracia. Ese líder era Raúl Alfonsín. Seguramente, le molestaría mucho ver a su partido político que no define a sus candidatos en democracia, y mucho más le molestaría verlos aliados a Macri, a quien tipificaba como un representante del neoliberalismo con quien jamás se aliaría.