Los vacunatorios y centros de salud de la provincia no cuentan con la vacuna antimeningocócica. El Ejecutivo mendocino responsabiliza al gobierno nacional por el atraso, pero no brinda información pública que lleve tranquilidad a la población. Ya hay madres que consultan en otras provincias y en el exterior para asegurar la inmunización de sus hijos. Una vez más el nefasto Código Contravencional muestra su rostro más cínico: mientras penaliza a los progenitores que no cumplen con el cronograma de vacunación obligatorio, no establece sanciones para los funcionarios que deben asegurarlo.
Desde 1983, mediante la ley nacional 22.909, la Argentina cuenta con un régimen general para las vacunaciones contra las enfermedades prevenibles. Actualmente, el cronograma oficial obligatorio y gratuito está compuesto por 20 vacunas, entre ellas la antimeningocócica.
De acuerdo con información del exministerio de Salud de la Nación, “el meningococo es una bacteria que provoca enfermedades graves como la meningitis (inflamación de la membrana que cubre el cerebro) y sepsis (infección generalizada), con consecuencias fatales o secuelas neurológicas irreversibles (pérdida de audición, discapacidad neurológica, amputaciones, entre otras)”.
Afortunadamente, la vacuna es una forma eficiente para prevenir esas enfermedades, sobre todo en niños menores de 1 año, que son el grupo más vulnerable. Los bebés deben recibir tres dosis, a los 3, 5 y 15 meses, y las niñas y niños a los 11 años (una única dosis).
¿Mejor prevenir?
Desde hace más de un mes, Mendoza no cuenta con dosis de Menveo, nombre comercial de la vacuna antimeningocócica. Pese al prolongado atraso, desde el Ministerio de Salud local no se ha difundido información pública, razón por la cual los padres y madres se enteran del faltante cuando concurren a vacunar a sus hijos e hijas.
En reemplazo de la imprescindible comunicación oficial, el portal MDZ informó el pasado 6 de junio que si bien el gobierno provincial “reconoce que falta una vacuna en Mendoza”, “no hay riesgo de brote”. El diario ultraoficialista reprodujo el testimonio de Iris Aguilar, jefa del Programa de Inmunizaciones del Vacunatorio Central. “Hay un faltante de vacuna antimeningocócica en todo el país, tanto en la parte pública como en la privada, y no es una cuestión nuestra o de algún efector en particular”, se excusó la funcionaria aunque no dio precisiones sobre cuándo se restablecerá el suministro.
Aguilar relativizó: “Es una enfermedad poco frecuente; de hecho, el año pasado ocurrieron en Mendoza solo dos casos. Además es la causa menos frecuente de meningitis bacteriana en nuestro país”. “No hay riesgo de brotes ni de ningún tipo de epidemia”, puntualizó la funcionaria del Ministerio de Salud.
Por su parte, el gobierno nacional comunicó el 12 de junio: “en el caso de la vacuna Menveo (contra la meningitis), Argentina la adquiere a través del Fondo Rotatorio de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y en la actualidad el faltante está relacionado con retrasos en el proceso de fabricación”.
Sin remedio
Frente a la falta de vacunas e información clara, la incertidumbre ha generado preocupación en madres, padres y responsables de bebés, niños y niñas, quienes temen acerca de los riesgos que pudiera acarrear el retraso de la inmunización. “Hace poco más de un mes llegó una partida de vacunas pero se agotó en un día. Hemos hablado al laboratorio que la hace pero todavía no nos dan la respuesta. Hemos llamado al Vacunatorio Central, a otras provincias, pero está en falta en toda la Argentina. No nos dicen claramente por qué está en falta pero nos hemos enterado que debían llegar tres millones de vacunas y solo llegó un millón”, relató Marcela a este diario.
La mujer que vive en el Gran Mendoza consultó con un profesional que le dio algunas pautas a tener en cuenta hasta que su hija reciba la vacunación: “El pediatra nos ha dicho que las medidas de prevención que debemos tomar es no sacar a la bebé, que no pase frío y que no esté en contacto con otros bebés que no hayan sido vacunados”.
Si bien por ahora no hay riesgo de un brote, Marcela ya comenzó a buscar otras opciones preventivas: “Estoy consultando con la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) para ver si se puede traer de Chile porque hay que tener ciertas precauciones con la conservación, sino la otra alternativa es ir a Chile, pagar en un centro de salud y que la vacunen, el costo en ese caso es de 70 mil pesos chilenos, si no, si se compra particular, cuesta 50 mil (3.160 pesos argentinos).
Las penas son de nosotros
El artículo 119 del nefasto Código Contravencional de Mendoza, impulsado por el gobernador Alfredo Cornejo, establece sanciones de multa, trabajo comunitario o arresto para quienes incurran en “omisión de vacunación”.
“Los padres, tutores, curadores o guardadores que omitieren su obligación de que sus hijos o menores a su cargo reciban la vacunación obligatoria, incluidas en el calendario nacional (Ley Nº 22.909), serán sancionados con multa desde doscientas (200) U.F. hasta ochocientas (800) U.F. o arresto de cinco (5) días o su equivalente en trabajo comunitario en centros asistenciales u hospitales públicos para menores de edad”, señala la norma.
Además, el citado artículo establece penalidades para los funcionarios y profesionales de la salud: “Los efectores de salud (público o privado) y todo agente o funcionario público que tuvieren conocimiento de la vulneración del derecho a la vacunación de menores, deberán comunicar dicha circunstancia a la autoridad administrativa local. El que omitiere dicha comunicación será sancionado con el doble de lo previsto en el párrafo anterior”.
Sin embargo, nada dice el Código sobre la responsabilidad de las autoridades políticas que están vulnerando los derechos de bebés, niños y niñas. Para ellos no vale la pena.
