Alrededor de 300 empleados y empleadas de la Subsecretaría de Trabajo no cobran parte de su salario desde diciembre. Es por eso que realizan diariamente asambleas como forma de protesta. A pesar del conflicto que debe solucionar, el subsecretario Alejandro Jofré se niega al diálogo y escribe artículos periodísticos para promover la “revolución de lo simple”.

Fotos: Coco Yañez

Foto de archivo: Alejandro Jofré, subsecretario de trabajo.

Cornejo tiene quien le escriba

Por estos días el subsecretario de trabajo de la provincia, Alejandro Jofré, decidió desplegar su faz literaria. A través de una columna publicada por el diario ultraoficialista MDZ, titulada “Lo simple es hermoso”, el funcionario y militante del PRO retomó conceptos del economista alemán Ernst Friedrich Schumacher para reforzar la “revolución de lo simple”, proclamada por el gobernador Alfredo Cornejo, el pasado 1° de mayo.

En su texto de autoayuda, Jofré traza una pequeña cosmovisión para ponderar la línea discursiva de su jefe político. “La revolución propuesta tiene como propósito proteger al ciudadano, no como entelequia o quimera que habita en alguna caverna oscura del Challao”; “es hacer esas pequeñas cosas que por desidia o inoperancia el Estado había olvidado”; “es ir de a poco, resolviendo problemas básicos de la provincia, sin trazar planes imaginarios o para la tribuna”; teorizó el subsecretario.

La cruda realidad

La administración pública suele ser un poco menos romántica que la literatura new age. Mientras el Dr. Jofré sueña su “pequeña revolución” y escribe alabanzas a Cornejo, en la planta baja de la Subsecretaría de Trabajo los empleados del organismo interrumpen diariamente -durante dos horas- sus labores y se reúnen en asamblea para reclamar el pago de haberes.

Cerca de 300 trabajadores y trabajadoras del organismo –que debe fiscalizar y controlar las relaciones laborales privadas en toda la provincia- esperan desde hace más de cinco meses que les abonen una necesaria suma correspondiente al adicional por “productividad”. De acuerdo con la legislación vigente, este ítem que debe distribuirse entre los agentes de la subsecretaría, proviene de la propia recaudación que genera el organismo.

Es decir que, el dinero que legítimamente demandan los trabajadores ya fue ingresado a las arcas del Estado, pero no llega a sus manos por las desinteligencias administrativas y la desidia reinante en el organismo que conduce Alejandro Jofré. 

Asambleas hasta que paguen

Ayer por la mañana, mientras se realizaba una nueva jornada de protesta, EL OTRO dialogó con Nilda Klein y Mariana Barrionuevo, delegadas –respectivamente- de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) y de la Unión Personal Civil de la Nación (UPCN).

Están realizando asambleas porque les adeudan parte del salario. ¿Qué les deben específicamente?

MB: Nos deben, desde diciembre de 2016, dos adicionales que “son ley” y que corresponden al código 107 y al adicional por multas. Ambos están en incumplimiento de pago. El adicional 107 lo cobra únicamente el personal de planta y el otro lo reciben también los contratados.

¿Cada cuánto les abonan este ítem salarial?

NK: Estos adicionales se liquidan semestralmente -a semestre vencido-. En diciembre nos tenían que liquidar los últimos seis meses del año pasado. Ya estamos acostumbrados a que se pague tarde, alrededor de febrero, pero esta vez el retraso es más largo.

Nilda Klein de ATE y Mariana Barrionuevo de UPCN, a izquierda y derecha respectivamente

 

O sea que se les van a juntar las dos liquidaciones…

NK: Claro, porque ahora en julio nos deberían liquidar el primer semestre de 2017.

Nosotros esto ya lo hablamos con el subsecretario, quien nos explicó que por cuestiones contables tenían un retraso. Tuvimos varias asambleas, en las que incluso Jofré participó, y en marzo definimos que, si no teníamos una respuesta en abril, íbamos a realizar asambleas de dos horas en el comienzo de la jornada, de lunes a viernes, hasta que se nos pague.

Imaginamos que estos incumplimientos salariales deben influir en el clima de trabajo…

MB: Es histórico el mal pago de nuestro salario. Somos de los peores pagos en la administración pública, porque no se corresponden nuestros salarios con nuestras responsabilidades, y si bien en la última paritaria mejoramos algo, eso no alcanza.

¿Las asambleas de ocho a diez de la mañana siguen por tiempo indeterminado?

MB: Exactamente. Hasta que no tengamos una fecha de pago seguimos en estado de alerta y asamblea. No nos gusta esto, porque cuando se resiente nuestro trabajo también se controlan menos las condiciones laborales de muchos trabajadores, pero realmente necesitamos cobrar.

“La revolución de lo simple es evitar la ´suspensión de la incredulidad´”, escribió Alejandro Jofré.

Créase o no.