Empleados judiciales de todo el país realizaron un paro para responder a los agravios del presidente Macri y la reforma que pretende. “Este es el típico cambiar para que no cambie nada”, analizó Ariel Pringles, dirigente gremial de Mendoza, luego de la jornada de protesta que tuvo un alto nivel de adhesión.

Fotos: Coco Yañez

Trabajadores nucleados en la Unión de Empleados de la Justicia Nacional (UEJN) realizaron un paro durante la jornada laboral del miércoles. La medida de fuerza tuvo como punto central el rechazo a los dichos “malintencionados” del presidente Mauricio Macri contra los trabajadores, la “defensa de la independencia” y la oposición a las reformas en el Poder Judicial que prepara el Gobierno.

En Mendoza, los judiciales, además del cese de las actividades, realizaron un acto en Tribunales Federales, donde plantearon el escenario que se avizora tras las declaraciones del presidente y del plan de reformas que se conoció en los últimos días.

Según informaron desde UEJN, existe un borrador, que circuló en el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires (llamado Colegio de Montevideo), que representa a las grandes corporaciones. En este escrito, advierte el gremio “se propone directamente eliminar la feria de julio, extender la jornada a 8 hs y llevar el horario de atención hasta las 15:30 hs, modificar la feria de verano del 15 de diciembre al 15 de enero y restringir licencias en función de la antigüedad”.

Luego de conocerse las alternativas del paro a nivel nacional, EL OTRO dialogó con Ariel Pringles, Secretario de Relaciones Institucionales e Internacionales de UEJN, quien encabezó el acto de protesta en nuestra provincia.

En primer término Pringles evaluó como “exitosísima” a la jornada, y subrayó que “el problema es que le quieren hacer creer a la gente que el Poder Judicial anda mal por los trabajadores. Los judiciales tenemos salarios dignos a fuerza de muchas peleas y de mucho tiempo, pero no son sueldos exorbitantes, más sabiendo la responsabilidad que tenemos y que además no podemos tener otro trabajo, estamos a disposición de la Justicia, las 24 horas, los 365 días del año”, detalló el dirigente.

En esa línea, aseguró que “los empleados judiciales queremos ayudar a que la Justicia ande bien, pero sabemos que antes hay que cubrir las vacantes de los jueces, poner en funcionamiento a los juzgados que están designados y no tienen planta, actualizar la planta, mejorar los edificios que son paupérrimos”. “Parece que se empezó por el final y por lo único que realmente funciona, porque gracias a los trabajadores todos los días hay justicia en la Argentina”, reforzó.

Las máximas autoridades del sindicato vienen sosteniendo que el avance que pretende el Ejecutivo sobre el funcionamiento del Poder Judicial responde a un plan más profundo. En ese aspecto el gremialista mendocino recalcó que “no es otra cosa que el constante y permanente avasallamiento que los poderes políticos de turno quieren hacer sobre el Poder Judicial”, en tanto indicó que “estos avances no esconden una verdadera transformación, la Justicia no va a cambiar porque se le agreguen dos horas más a los trabajadores, no estamos hablando de un cambio profundo. Como dijo Julio Piumato (secretario general de UEJN) es gatopardismo, es el típico cambiar para que nada cambie, una presión del poder político para tratar de arrodillar al Poder Judicial”.

El alto grado de acatamiento a nivel nacional anima al gremio a continuar con más fuerza la lucha, según explicaron desde el sindicato de judiciales federales: “Los trabajadores se encuentran en estado de alerta y movilización permanente”. No obstante, apuntan a lograr un diálogo con el Gobierno que le permita “aportar” para que se realice una reforma consensuada, sin dar por tierra con los derechos laborales adquiridos.

 

 

 


Leer más:

“Donde no hay Estado gobiernan las organizaciones delictivas”