La Facultad de Filosofía y Letras de la UNCuyo lleva adelante el PROGRESA, un novedoso programa destinado a alumnos avanzados, que hayan ingresado antes del 2005, y que adeuden 5 o menos materias. El objetivo: lograr que egresen. Entrevista con Laura De Faveri.

Fotos: Coco Yañez

Laura De Faveri, es coordinadora de la Subsecretaría de Promoción y Estrategias para el Egreso de la Facultad de Filosofía y Letras. Además lidera el PROGRESA (Programa para estudiantes avanzados con demora en el egreso), una innovación académica que permitirá que cientos de estudiantes concluyan sus carreras.

¿Cuáles son las líneas generales del PROGRESA?

El programa surge pensando en políticas de inclusión para la Facultad para todo el grupo de estudiantes avanzados, es decir gente que llegó hasta 4° año (que adeuda 5 o menos materias) pero que nunca se recibió. Si bien muchos los tratan de llamar “crónicos”, para estigmatizarlos, a mí me gusta llamarlos “avanzados”, porque en realidad por un montón de circunstancias sociales, laborales y familiares, no pudieron continuar.

Este programa plantea recuperar a los estudiantes que ingresaron hasta el año 2005. Identificando este grupo y estas características es que empezamos a indagar. Los datos que teníamos no estaban actualizados, porque son personas de los planes viejos. El rastreo general en carreras grandes como Letras e Historia nos dio que cerca de 500 personas están en condiciones de ingresar al PROGRESA.

¿Desde qué años se registran carreras interrumpidas que podrían recuperase con el programa?

Tenemos alumnos de los planes de la década del 70, estudiantes que estuvieron dentro del sistema todo este tiempo sin llegar a su título. Generalmente a esas personas lo que les pasa es que se tienen que cambiar de plan a los vigentes, y ahí se inicia todo un proceso desde la Secretaría de Alumnos para ver qué materias le reconocen, y ver si están en condiciones de continuar. Es todo un trabajo importante que se hace desde la institución, pero el objetivo es que logremos que egresen.

Sin este programa los alumnos avanzados tendrían que regularizar sus materias y llegar a la evaluación tradicional ante un tribunal. ¿Cuáles son los cambios que plantea el PROGRESA?

Una de las bases del programa es una nueva propuesta sobre la forma de evaluar, que nos va a permitir discutir el paradigma de evaluación que hay en la Universidad. Esta instancia del tribunal final donde se les pide un conocimiento absoluto de toda la materia, en este contexto social de alumnos que tenemos hoy, es muy difícil, y más difícil aún en este alumno que tiene otras ocupaciones. Si vos trabajás toda la mañana y toda la tarde, y llegás a tu casa y tenés que estar con tu familia, ¿en qué momento te sentás a preparar toda una materia?

El fuerte del PROGRESA es establecer otra forma de evaluación, que es la evaluación continua o promocional, como se le llama comúnmente en la Facultad. La idea es que vayan acreditando contenidos con distintas instancias de evaluación (trabajos prácticos, coloquios, exámenes, etc.). En esas instancias parciales de evaluación esos contenidos quedan acreditados y no se llega a la instancia final.

Esto no implica cursado. Si son alumnos que justamente disponen de poco tiempo, no vamos a ponerle un cursado obligatorio. Tendrán horarios de consulta con los profesores, y tal vez hayan reuniones generales de la materia, pero no hay cursado.

Cuando se plantean políticas de inclusión, desde el prejuicio de determinados sectores se cuestiona la existencia de presuntos beneficios o privilegios. ¿En la Facultad han tenido resistencias respecto al PROGRESA?

El programa demoró en ponerse en marcha porque justamente tratamos de buscar muchos consensos, primero en los departamentos donde están los profesores que son los encargados de aplicar este modelo, de armar un programa especial para todos los estudiantes y una forma de evaluación particular; después en el Consejo Directivo, que es el máximo órgano de gobierno de la Facultad donde están todos los claustros representados.

No encontramos resistencias en los estudiantes que cursan el modelo tradicional, de hecho lo ven como algo muy positivo, muchos piden “¿por qué no me evalúan así a mí?”, pero no con una connotación negativa hacia los demás, sino rescatando que esto está bueno y que, si funciona, a lo mejor empezamos a discutir otras cosas en la Facultad.

Una alternativa para continuar

Protesta de docentes suplentes en Casa de Gobierno – Diciembre de 2016.

 

En el marco del plan de ajuste del gobierno provincial, la Dirección General de Escuelas dictó a fines del año pasado una resolución (la tristemente célebre 2958) mediante la cual se dio de baja a cientos de docentes suplentes que aún no poseían el título, es decir alumnos avanzados de carreras universitarias con materias pendientes, que se presentaron a cubrir vacantes en cuarto llamado.

Luego de una importante lucha de los trabajadores de la educación (sobre todo de las áreas artísticas), el director general de escuelas Jaime Correas dio marcha atrás y firmó la continuidad de los profesores y profesoras, aunque los conminó a terminar sus carreras durante el 2017.

Los alumnos y alumnas avanzados -con asignaturas pendientes en Filosofía y Letras- que ya ejercen la docencia, pueden inscribirse en el PROGRESA, la única alternativa de estas características en toda la Universidad Nacional de Cuyo, realizada sin inversión presupuestaria adicional. 

 


Más información sobre el PROGESA

Con esta iniciativa se busca:

Mejorar el egreso de los estudiantes de la Facultad que hayan iniciado su carrera de grado antes del año 2005 incluido este último año y que adeuden hasta 5 asignaturas para egresar.

Destinado a:

Estudiantes de todas las carreras de la Facultad de Filosofía y Letras que adeuden 5 o menos asignaturas y que hayan ingresado hasta el 2005.

¿En qué consiste?

Esta propuesta establece un sistema de promoción o evaluación continua de las materias que el estudiante adeuda, sin la instancia de examen final o tribunal, con un programa especial elaborada por cada cátedra.

Leer más aquí.