Uno de los Institutos de Educación Superior más importantes de la provincia inicia sus inscripciones con la creación de un banco de leche para ayudar a sus alumnas. EL OTRO dialogó Cristian Barzola, rector de la institución.

Fotos: Seba Heras

Los IES de la provincia de Mendoza aseguran, a miles de ciudadanas y ciudadanos que egresan de la secundaria, el derecho a acceder a la educación de nivel superior.

Entre otros motivos, son una opción cercana, ya que los hay en cada uno de los oasis, cerca de los hogares de las y los estudiantes, y cuentan con horarios acordes a las necesidades de trabajadores y trabajadoras.

El Instituto de Educación Superior “Tomás Godoy Cruz”, inscribirá a sus cerca de 5 mil alumnos y alumnas para el segundo cuatrimestre de cursado ordinario, y en esta oportunidad apelará a la solidaridad para conformar un banco de leche que pueda apoyar la mayoría de su alumnado que está conformado por mujeres trabajadoras, a las que nada les sobra en la actualidad.

Cristian Barzola es el rector del Instituto y dialogó con EL OTRO respecto de la iniciativa solidaria.

Por lo visto, es una institución bastante grande la que conduce…

Sí. El “Normal” es una de las instituciones señeras de la provincia. En estos días está cumpliendo 140 años de trayectoria y, básicamente, se ha convertido en un polo educativo de formación referencial, con ofertas muy diversas que van desde el profesorado de Educación Inicial hasta postitulaciones como la de Educación Especial. Es decir que atraviesa la formación inicial y la formación posterior al título de base.

El afiche de las inscripciones, que vimos al entrar, dice que se puede traer $100, una caja de leche en polvo o dos de larga vida, para constituir un banco de leche. ¿Cómo es esto? ¿De dónde surge la idea?

Dentro de los institutos de nivel superior había un área que era muy cuestionada: la Cooperadora. Nosotros desde que estamos en la gestión nos concentramos en este tema para generar transparencia en los manejos económicos de nuestra institución. Hicimos la inscripción en la Dirección de Personas Jurídicas, además de lo correspondiente en Rentas y AFIP. Esto la dota de transparencia.

Eran muy cuestionados los temas relacionados a las inscripciones y la educación gratuita, y, en realidad hemos dado un paso adelante. La cooperadora hoy busca sus propios recursos a través del dictado de cursos, postitulaciones y convenios con municipalidades, como el que tenemos con el municipio de General Alvear. Así se sustentan los avances tecnológicos que va teniendo la institución, porque creemos que, de alguna manera, el autofinanciamiento también es parte de la autonomía de las instituciones del nivel superior.

Para generar una cultura de cooperación y ayuda de las personas que asisten al instituto, respecto de las múltiples causas que generan la deserción de estudiantes, llevamos adelante esta propuesta del armado de un banco de leche.

El 80% de nuestro estudiantado son mujeres, y una mayoría tiene hijos. Creemos que podemos disminuir alguna de las tantas preocupaciones que tienen nuestras estudiantes, colaborando con esta iniciativa.

¿Ha incidido la variable económica en esta propuesta?

Sí, seguramente que, a partir de que la economía va cambiando, se va notando en la deserción. Tenemos un departamento que componen las áreas de Políticas Estudiantiles y la SOTAP (NdR: Servicio de Orientación, Tutoría y Asesoramiento Pedagógico) que trabaja el acompañamiento de los estudiantes, con encuestas, llamados telefónicos y entrevistas, y hemos notado que lo económico está incidiendo de manera marcada.

También, muchas de las personas que asisten tienen hijos y les es casi imposible dejarlos en casa con algún familiar, porque ya lo hicieron en su jornada laboral, por lo que estamos proyectando un SEOS (Servicio Educativo de Origen Social) dentro de la institución que le permita al estudiante sortear este inconveniente.

Además estamos refaccionando el edificio de la calle Mitre para seguir ampliando espacios.

¿Qué respuestas tienen del Estado nacional y provincial?

Nosotros dependemos de la Dirección General de Escuelas. En todo lo que son cursos y eventos académicos nos apoyan desde la formalización de los puntajes hasta la difusión de los mismos. En torno a lo económico, cada institución recibe un fondo fijo que suele ser insuficiente para cubrir el sostenimiento de una institución de esta envergadura.

Estamos hablando de casi 5 mil estudiantes, distribuidos en cuatro edificios y en turnos que van desde las 8 de la mañana a las 11 o 12 de la noche. La verdad es que con la sola partida presupuestaria asignada se complica, y es aquí donde, insisto, la autonomía nos lleva a buscar otros recursos que permitan un funcionamiento correcto.

¿Qué respuestas tienen desde la comunidad educativa?

Es muy buena. Vemos una solidificación de los lazos de esta comunidad del “Normal” que marca que se entienden criterios y lógicas que nos permiten tirar todos para el mismo lado.

Profesores, estudiantes y el personal de la institución han respondido muy bien a la iniciativa y, a un cambio de paradigma que marca que la cooperadora colabora con un banco de leche para paliar una problemática social de los estudiantes. Yo hace 20 años que doy clase en la institución y esto no había pasado nunca.

Entiendo que este cambio de paradigma se tiene que ir acentuando, coordinado labores de políticas estudiantiles con el centro de estudiantes, visibilizando cada vez más las acciones sociales que se van llevando adelante.

Por estos días estamos encarando el festejo del día del estudiante con una asociación en el oeste de Godoy Cruz para colaborar con juegos didácticos y profesores que den una mano también.

Y esto tiene que ver además con la vinculación de esta institución que, teniendo una gran trayectoria, había sido algo cerrada. Esto lo estamos cambiando con los vínculos con municipios, otras instituciones educativas como la Facultad de Filosofía y Letras de la UNCuyo, y con distintas acciones como las intervenciones artísticas de nuestros estudiantes a lo largo del bulevar de la calle Mitre.

La idea es estar vinculados permanentemente con la sociedad mendocina, con sus fortalezas y debilidades, y, en este caso, si hay debilidades que tienen que ver con la alimentación, saldremos de alguna manera a acompañar y a ayudar a nuestros estudiantes.

 

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