El rechazo al fallo de la Corte Suprema de Justicia en beneficio de criminales de lesa humanidad se hizo sentir en Mendoza. Frente a la sede de los tribunales federales, se escucharon voces de repudio hacia Rosatti, Rosenkrantz y Highton de Nolasco, los jueces supremos que decidieron liberar a un genocida ya condenado. 

Crónica fotográfica de Coco Yañez

La Agrupación HIJOS leyó el documento “No permitiremos que los genocidas vuelvan a las calles”, cuyo fragmentos incluimos en esta nota.

 

 

“Este fallo de la Corte es arbitrario y contrario a todo el sistema interamericano de DDHH. Es un mecanismo de impunidad inédito que brinda ultra actividad a una ley que ya está derogada, generando un privilegio para una especial categoría de condenados que son los condenados por crímenes contra la humanidad y abriendo el camino a la impunidad de muchos represores”.

 

 

“En un contexto donde se habla de penas más duras para todas las personas, se les otorga este beneficio a personas condenadas por los crímenes más aberrantes en el marco de un genocidio. No podemos dejar de notar que el fallo sucede justo cuando la iglesia católica acciona proponiendo una reconciliación entre víctimas del terrorismo de Estado y los perpetradores del mismo”.

 

 

“Poner en cuestión la cantidad de desaparecidos y desaparecidas, tender a las prisiones domiciliares y excarcelaciones de genocidas, la represión de la protesta social fundada en la demonización de los sujetos sociales, las detenciones arbitrarias de dirigentes sociales, el llamado a la reconciliación por parte de cierta cúpula eclesiástica, son solo algunas muestras de los retrocesos que quieren imponerse en materia de derechos humanos”.

“Hay 40 años de lucha del movimiento de derechos humanos que son base y enseñanza para las siguientes generaciones. No aceptamos ninguna amnistía encubierta, exigimos continuidad, profundización y celeridad en los juicios por delitos de lesa humanidad, avance en el juzgamiento a los partícipes civiles/económicos del genocidio”.

 

 

“Exigimos cárcel efectiva para los condenados y continuidad de las políticas de memoria, verdad y justicia que como Pueblo supimos construir. Repudiamos todo discurso que retome la teoría de los dos demonios, de la pacificación y la reconciliación basada en el ocultamiento y el silencio de los crímenes cometidos por el terrorismo de Estado”.