Cuando los medios hegemónicos atacan y demonizan la diferencia, critican a quienes rompen con la norma y minimizan las olas de cambio social, los medios alternativos y contrahegemónicos nos alzamos a mostrar esa parte de la realidad menospreciada. EL OTRO entrevistó a la activista gorda Carla Valdez, que en sus palabras demuestra la belleza de ser lo que se quiera ser.

Por Jo Thomatis / Fotos: Carla Valdez

Estamos atravesando un tiempo en el que se ha cortado mucha tela en los medios de comunicación respecto a las corporalidades, sobre todo de mujeres y disidencias, nunca de varones.

La entrevista con Carla Valdez, joven artista mendocina, fotógrafa y activista gorda, habla por sí sola de un tiempo que está lleno de cambios, luchas y contradicciones. Sus palabras son claras y un faro para saber qué camino es el que deberíamos tomar como sociedad para respetar las decisiones individuales. Los derechos humanos siempre como bandera.

¿Qué es el activismo gordx?

Considero que el activismo gordx surge ante la necesidad de visibilizar y naturalizar los cuerpos gordos en una sociedad que, a través de los estereotipos de belleza, los estigmatiza y segrega de la misma. También para educarnos e informarnos sobre actitudes que tenemos instauradas desde que nacemos, la idea es replantearnos cosas que van más allá de nuestras narices.

¿Cuándo surgió en vos la necesidad, el deseo de llevar adelante una militancia basada en ser gorda?

En 2018 viajé al Encuentro plurinacional de mujeres y disidencias en Chubut, donde me encontré con un taller de activismo gordx. Nunca había escuchado esto antes y me pareció una herramienta muy buena para poder afrontar las adversidades de la vida. Desde entonces me di cuenta de la importancia de generar estos espacios para vincularnos más sanamente.

¿Cómo se puede definir el ser gordx? ¿Quiénes pueden sentirse identificades con ese concepto?

Siempre me es muy difícil contestar esta pregunta, no quiero desestimar o descalificar a otras corporalidades, todo cuerpo es válido. Hay dos cosas que se mezclan mucho, una es la presión estética que sufrimos todas las personas y otra es la gordofobia sistematizada, que repetimos desde el momento que empezamos a vincularnos. La primera está basada en un canon de belleza que las mujeres o diversidades debemos cumplir, la segunda es violencia naturalizada, frases que nos dañan la psiquis, no podemos ocultar nuestra gordura.

No podemos impedir que opinen sobre “nuestra salud”, nadie cuestiona al fumador, al hipertenso, nadie les dice a ellos que cuiden su salud, pero esta frase es la historia de mi vida. Ningún trastorno, enfermedad o patología está asociada estrictamente a ser gordx, a cualquier persona le puede pasar. Por lo tanto sigue siendo difícil expresar qué es ser gordx, una forma fácil, aunque un poco banal de explicarlo es preguntarnos, ¿la sociedad está preparada para mi mente, cuerpo, deseo? ¿Puedo acceder fácilmente a la ropa que me gusta? Si la respuesta es sí, pues bienvenidos a la famosa normalidad, no son gordxs.

¿De qué manera te parece que el sistema castiga-excluye a las personas gordas?

Desde el momento que nacemos, no encajamos en ningún estereotipo de belleza de los que asigna la sociedad. Se nos patologiza, sin ni siquiera replantearse el por qué tenemos estos hábitos, “el gordo siempre come mucho”, “aflojale a los postres”, y muchas más son frases que nos acompañarán toda nuestra vida habitando este cuerpo. No encontramos ropa de nuestro talle, por lo tanto no podemos expresarnos libremente al momento de vestirnos, recibimos reiterada violencia por la forma de nuestro cuerpo. Esto muchas veces nos lleva a desarrollar algún trastorno alimenticio a lo largo de nuestra vida.

La única función que tenemos dentro del capitalismo está asociada a la industria de la dieta, no vendemos cremas, ni lindos perfumes, pero sí nos ponen al lado de una manzana, en un libro que violenta nuestro juicio y existencia.

¿Qué relación tiene tu trabajo fotográfico con el activismo gordx? ¿Por qué elegiste ese canal de expresión?

Desde chica siempre tuve problemas para expresarme verbalmente, a medida que fui creciendo adopté herramientas para poder comunicarme fácilmente. Dentro de estas me topé con la fotografía ya que crecí rodeada de rollos y cuartos oscuros, mi papá es fotógrafo.

Mi herramienta de visibilización es la cámara, mediante ella puedo reivindicar la forma en la que las personas ven su imagen. Considero que toda corporalidad es hermosa, y eso es lo que intento transmitir con mis fotografías, muestro la naturalidad y libertad de nuestras carnes, esfumo estereotipos y replanteo deseos.

¿El activismo gordx tiene relación con el feminismo? ¿Cómo crees que se llevan entre sí estas militancias?

Sin dudas tiene relación, el feminismo es el que despierta todas estas militancias. El feminismo nos hace replantearnos todo lo existente hasta la actualidad, nos muestra las opresiones que vivimos como mujeres y diversidades dentro de esta sociedad.

Con este movimiento aparece una ola gigante de empatía y muchas personas dentro de él empiezan a abrir sus fronteras y ver lo qué hay más allá, aunque esa realidad ni me toque. Todxs comenzamos a hablar y sentirnos apoyadxs, salir del clóset gordx con la ayuda del feminismo es una de las mejores cosas que me pasó en la vida, se entrelazan todo el tiempo, una existe porque la otra está y eso me parece increíble.

En el último tiempo hemos visto publicaciones “friendly” de revistas de moda respecto a “los kilitos de más”,  la celulitis, las “imperfecciones” físicas ¿Observás que en los medios de comunicación hegemónicos haya una intención real de abrir espacios para lo que rompe con la norma?

La verdad que no veo una transparencia en sus actos, los titulares o noticias con respecto a nuestros cuerpos son nefastos y violentos, son súper gordofóbicos, naturalizan frases patologizadoras. No creo que les interese destruir la norma, se basan en ella.

Hace un tiempo fui a una entrevista en una reconocida radio ubicada en la calle Arístides, sorprendida asisto al lugar y me encuentro en un living con dos señoras que eran licenciadas en nutrición, al momento de entrar al programa la persona que lo dirigía empieza a hablar únicamente con las señoras y cada cosa que yo aportaba, él la interrumpía hablando de “salud”.

Al final le salió todo muy mal, las nutricionistas terminaron cediéndome su tiempo de habla porque lo que yo estaba diciendo era lo mismo que ellas pensaban.

Los medios hegemónicos, a las corporalidades gordas nos intentan ridiculizar, callar y minimizar, pero acá estamos aprovechando esta moda del body positive para no volver al clóset de las tallas nunca más.

Se desató también en el último tiempo una polémica respecto del lugar que ocupan personas que cumplen con la norma hegemónica del “cuerpo ideal”. Personas blancas y flacas han salido a hablar en nombre de las personas que no cumplen con la hegemonía, ¿Qué pensás de esto? ¿Cuál creés que es su lugar en esta lucha? ¿Desde dónde podrían acompañar?

No soy quien para juzgar la vivencia de algún cuerpo, pero militar el body positive desde un cuerpo hegemónico es más aceptado socialmente. Tener que apretarte la cola para que se te marque un poco de celulitis no es la idea. Considero que el lugar que deben ocupar en la lucha es la compañía, hay muchas vivencias que jamás sentirán, hay mucha violencia cotidiana en la calle que no sufren, es muy distinto hablar sobre una presión estética, esa la tenemos todxs, gordofobia ya es otra cosa. Es momento de correrse del foco y dejar a lxs gordxs hablar, también brindar el apoyo de compartir nuestros post o información, replantearnos nuevas formas de vida.

¿Te parece que la sociedad está cambiando la forma de ver-etiquetar a las personas? ¿Tenemos cada día una visión más profunda de nosotres mismes o siguen imperando las reglas capitalistas que atraviesan toda nuestra vida?

Sin dudas la sociedad está cambiando, ya no tiene sentido etiquetar a las personas. Somos nuestras vivencias, un gran abanico de posibilidades y diversidades, los pensamientos están renovándose.

Nuestro juicio es distinto, el autoconocimiento está apoderándose de nosotrxs y por este motivo es que socialmente estamos avanzando. Siempre hay excepciones a la regla, como en todo campo, pero no me inquieta, lxs jóvenes venimos con otro enfoque de la vida, nadie dice qué es correcto o no, pero en este momento de la existencia es necesario.

¿De dónde sacas fuerzas para enfrentarte a las hostilidades? Que las hay, y muchas… ¿Y cuál sería tu consejo para una persona gorda que se siente vencida por las presiones, la discriminación y la violencia?

La ayuda la encontré en el autoconocimiento y el cuidado de mi salud mental, me parece importante que nos plantemos ante las hostilidades de la vida y las personas. Dejemos de permitir la violencia constante hacia la diversidad de cuerpos y deseos. Un consejo que quizás a mí me ayudó mucho es no tomarme las cosas que dicen tan literal. La gente está muy enojada con la vida a veces, y nosotrxs nos cruzamos en sus caminos. También me parece importante que aceptemos nuestros cuerpos, no nos presionemos ante las adversidades de la vida, y que sea siempre desde el amor.

 

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