Bajo el lema “Con nuestras manos y nuestras voces rompemos el silencio”, víctimas de abusos sexuales cometidos en el Instituto Próvolo protestaron frente al Arzobispado de Mendoza. Repudios a la jerarquía católica y exigencias al Estado de protección, verdad y justicia.

Fotos: Seba Heras

Versiones extraoficiales señalan la pronta elevación a juicio oral y público de la causa donde se investigan gravísimos delitos en el Instituto Próvolo. Catorce personas ya han sido imputadas por abusos sexuales agravados y corrupción de menores cometidos en ese centro de educación privado para hipoacúsicos. Entre los acusados se encuentran los religiosos Nicola Corradi, Kumiko Kosaka y Horacio Corbacho.

 

 

Durante la tarde de ayer, víctimas del Próvolo, familiares y representantes de organizaciones sociales y políticas se concentraron en la sede provincial de la Iglesia Católica. Allí realizaron un acto de denuncia del “rol cómplice” de la jerarquía eclesiástica respecto de los religiosos acusados de numerosos crímenes aberrantes contra alumnos y alumnas que estaban bajo su protección.

No obstante la gravedad de los delitos que se han dado a conocer públicamente, llamó la atención el escaso acompañamiento de la sociedad mendocina de un legítimo reclamo, encabezado por quienes vivieron -y aún transitan- un verdadero infierno.

 

 

 


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