A la crisis económica que el gobierno neoliberal macrista generó en Argentina se sumó la debacle mundial de la actual crisis causada por la pandemia de Covid-19 que no cesa en su intensidad recesionista. Las ya críticas situaciones alimenticias de los sectores más desfavorecidos son paliadas por sectores civiles allí donde el Estado mendocino no llega. EL OTRO entrevistó a las organizadoras de la campaña #CuarentenaPanzaLlena.

Fotos de archivo: Coco Yañez y Seba Heras

La imagen puede contener: personas sentadas, calzado y exterior

La calle se ha convertido en un lugar extraño. Circulan, mayoritariamente, personas autorizadas que deben cumplir sus labores para el bien del resto de la población. Nadie se opone, en principio, al aislamiento y desde lo formal hay un consenso social muy importante.

El inconveniente surge en los hogares más desfavorecidos que se encuentran a merced de la violenta concentración económica que desarrollaron sistemáticamente los gobiernos de Mauricio Macri y Alfredo Cornejo, primero, y a la profundización de la recesión por la pandemia en estos días.

Acorde al diagnóstico del consultor económico Dante Moreno “las consecuencias económicas a nivel mundial de la pandemia por el Covid-19 tendrán un efecto negativo de alto impacto en el corto plazo” complicando al comercio, que junto con hotelería y restaurantes representaron al “20,5% de los asalariados registrados del sector privado en el segundo trimestre de 2019”.

Según el director de Lebac  “la actual estructura económica mendocina tendrá una fuerte retracción, que profundizará un escenario precedente de baja intensidad en la producción y comercialización de bienes y servicios”.

En este contexto algunas organizaciones sociales se disponen a luchar contra los intermediarios inescrupulosos de la cadena de valor de los alimentos y las verduras y trabajan para llevar alivio en las situaciones económicas más delicadas del Gran Mendoza.

Julia es comunicadora, Celeste es diseñadora y Carina administradora. Se conocen hace mucho y la solidaridad es un valor común de las tres. Solían auxiliar a personas en una difícil situación económica y con la llegada de la cuarentena idearon la campaña #CuarentenaPanzaLlena. Las familias solidarias arman una caja con alimentos y las mujeres se encargan de buscarla y llevarla a lugares en los que la llegada de esos alimentos es urgente.

El viernes pasado lanzaron los primeros folletos digitales para comunicar la inciativa solidaria y el sábado entregaron las primeras 20 cajas. El domingo solo recolectaron y el lunes pudieron llevar 30 cajas solidarias más para que “los niños no se vayan a dormir con la panza vacía”. Hasta ayer ya contaban con 100 cajas a la espera de la vinculación, pero atendiendo a la necesidad extrema ningún número de cajas es excesivo.

Una de las primeras instituciones que las han contactado son un jardín maternal de El Resguardo en Las Heras que no recibe el aporte alimenticio del Estado desde el 20 de marzo. Otra es la escuela Fidela Maldonado de Cano en la que 10 chicos con distintas urgencias no tuvieron respuesta del Estado y han podido sobrellevar esa ausencia mediante el esfuerzo de esta campaña.

Consultadas por la duración de la campaña dicen que intentarán continuar el esfuerzo solidario durante la cuarentena aunque reconocen que la situación será más compleja en los meses que siguen.

Hasta el momento en el que fueron entrevistadas no recibieron ningún llamado del gobierno provincial.

 

 

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