Por Laura Isgró – Foto: Coco Yañez

Los obreros de las canteras,
Los desechables.
Somos las voces que no suenan,
Pero que no callan.
Somos los desechables.
Somos los útiles inútiles
Que pueden desecharse cuando su maquinaria falla.
Somos los que se capacitaron para hacer útiles a los inútiles.
“Éste está dañado”,
“Que pase el recién egresado”
Somos los que servimos por esperanza,
Por fe, por vocación.
Somos los obreros de la cantera.
Desechables, pero infinitos.

 


Este texto forma parte del libro “No más silencio, somos los otros”, editado en septiembre de 2016 por SADOP y Bruma Grupo Editorial.