La mitad de los empleados con contratos basura, ingresos a dedo, sueldos por debajo de la línea de pobreza, adicionales discrecionales, y hasta tickets para comprar comida, forman parte del modelo de precarización laboral del municipio que conduce Rodolfo Suárez. Investigación de EL OTRO.

Municipalidad de la Ciudad de Mendoza. Foto: Gentileza Capital

La mayoría de los salarios de las y los empleados municipales se encuentra entre los más bajos del sector público. Esta realidad también se vive en las comunas más opulentas, como la Ciudad de Mendoza.

Según un informe oficial publicado en enero pasado, la Capital tiene 2886 empleados; 119 son funcionarios, 1403 trabajadores efectivos y 1364 contratados (ver listado completo aquí).

Fuente: Municipalidad de la Ciudad de Mendoza. Captura de pantalla

De la interpretación de estos números surge claramente el primer dato de precarización y flexibilización laboral en el municipio encabezado por el intendente Rodolfo Suárez. Casi la mitad de los empleados públicos de la Municipalidad (47%) se encuentra bajo la figura de contratado/a.

Contratos basura y dedazo político

Foto: Gentileza Capital

Este tipo de vínculo de trabajo no hace más que encubrir la verdadera relación laboral entre el Estado municipal y los trabajadores. En el caso de las locaciones o prestaciones de servicios, los empleados contratados tienen un trabajo de segunda, carente de derechos laborales mínimos, como aportes patronales, estabilidad, pago de vacaciones, aguinaldos, licencias por enfermedad, etc.

Además, estos contratados figuran ante los organismos fiscales y previsionales como autónomos. O sea, facturan “honorarios” y pagan monotributo, que incluye jubilación y obra social, e impuestos provinciales sobre sus magros ingresos brutos.

Rodolfo Suárez. Foto: Cambia Mendoza

La renovación contractual suele realizarse cada tres meses, lo que suma inestabilidad laboral y discrecionalidad política. El intendente tiene el poder de rescindir contratos sin causa e incorporar nuevos empleados sin más restricción que la disponibilidad presupuestaria. Es fácil deducir, entonces, que el cacique tiene allanado el camino para el disciplinamiento ideológico y sindical.

Suárez, por ejemplo, sumó más de 300 trabajadores desde que asumió la intendencia, la mayoría de ellos nombrados a dedo, sin rendir concurso alguno. Según la información oficial, en los últimos 10 años, los gobiernos radicales de Capital incorporaron cerca de 1600 trabajadores, más de la mitad del total de empleados que actualmente tiene la comuna.

Sueldos de pobreza

Foto: Gentileza Capital

La constante pérdida del poder adquisitivo en los últimos tres años castiga particularmente a los empleados municipales. Los bajos sueldos de los trabajadores de la ciudad con mayores ingresos de Mendoza, no están exentos de la sostenida derrota que sufren los salarios frente a la inflación local, la más alta del país.

EL OTRO tuvo acceso a planillas de sueldo de trabajadoras y trabajadores efectivos de la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza. En general, los haberes están compuestos por: asignación de clase, antigüedad, título, operaciones especiales, compensación funcional, presentismo y ticket no remunerativo.

Este diario analizó varios casos. Por ejemplo, el recibo de sueldo de febrero de 2019 de un técnico que lleva más de 30 años trabajando en este municipio, que actualmente se encuentra en la categoría “F” -la antepenúltima del escalafón-, quien registra el cobro de $19.506 de bolsillo. O los haberes del mes de marzo, de un administrativo categoría “B”, con 13 años de antigüedad; quien recibió $11.292, incluidos $150 de salario familiar.

En estas, como en casi todas las situaciones, los rubros “operaciones especiales” y “compensación funcional” ocupan un porcentaje muy importante de los haberes. Ambos adicionales son asignados arbitrariamente por los jefes de las unidades organizativas y, por lo tanto, resultan variables e inestables.

Foto: Gentileza Capital

Recordemos que, según la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de Mendoza, una familia tipo necesitó $24.163 –en febrero pasado- para cubrir la canasta básica total. Cifra que coloca a la mayoría de los trabajadores municipales por debajo de la línea de pobreza.

El regalito

Al igual que los departamentos de Las Heras y Godoy Cruz, Capital paga sueldos con vales alimentarios. Los tres municipios radicales han contratado a Edenred Argentina S.A., empresa que distribuye tarjetas recargables sobre las cuales la Municipalidad acredita montos “en negro” para ser gastados por las y los empleados en algunos comercios adheridos.

Bajo el ítem “tickets no remunerativos”, la “ciudad educada y solidaria” paga a una firma privada para evadir aportes patronales y cargas sociales, además de  posibilitar que los funcionarios eludan el impuesto a las ganancias.

Foto: UNCuyo

Los vales “premium” representan entre el 10% y 20% del sueldo de bolsillo de cada trabajador, sumas que, debido a su carácter “no remunerativo”, no computan para el cálculo de aguinaldo.

Todo esto permite al empleador reducir sensiblemente el costo laboral.

Viejos conocidos

En 2010, Edenred absorbió a Accor Services, la empresa que emitía en los 90 los famosos Ticket Canasta. La mutación de la firma se produjo luego de que la Justicia condenara a tres años de prisión a Santiago Lynch y Miguel Guido Spano, representantes de Accor, quienes intentaron coimear con 20 millones de dólares al diputado Héctor Recalde, para que este frenara un proyecto de ley que eliminaba los tickets de los haberes.

Tras el rechazo del soborno, el Congreso sancionó en 2007 la ley 26.341 que derogó el beneficio de exención de pago de aportes y contribuciones para las empresas que ofrecían los “tickets canasta”.

Con el gobierno de la alianza PRO-UCR, Edenred convirtió los vales de papel en tarjetas magnéticas, aunque la lógica de precarización sigue siendo exactamente la misma.

 

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