Martín Rechimuzzi y Pedro Rosemblat hacen “Proyecto Bisman” este sábado en el teatro Selectro. EL OTRO dialogó con el creador de Randall López.

Es actor pero también politólogo. Conoció a Pedro Rosemblat, El Cadete, en una radio que se emite únicamente a través de internet y se financia con fondos que sus oyentes invierten en el marco de una comunidad.

¿De qué va el espectáculo que presentan, Martín?

El espectáculo es, de alguna manera, un espectáculo de humor sobre la política. Si bien tiene una estructura, lo vamos ajustando bastante para dar cuenta de la dinámica política de esta Argentina tan veloz.

Pedro hace El Cadete, y con ese personaje recorre toda la obra. Él cuenta, a través de una serie de monólogos, un montón de experiencias propias desde una visión política. Yo hago a un falso periodista que se llama Randall López y a Ministra Patricia.

La obra atraviesa una mirada crítica sobre la política con un enfoque disruptivo, con un ida y vuelta muy marcado. ¡La gente sube al escenario! Es un espectáculo que nos da mucha alegría hacer.

Pedro Rosemblat. Foto: Gentileza

¿Fueron variando el trabajo sobre el humor?

Sí, yo creo que sí, que por suerte hemos podido comprender que todo humor tiene una carga política e ideológica y que no existe ese humor de entretenimiento que es inocuo y no incomoda en nada.

Creo que en este sentido la politización de la sociedad a lo que acerca también es a desterrar esos efectos de desideologización del poder. De alguna manera, pretendemos hacernos cargo de los chistes y el humor con los que uno va a los territorios.

En la radio Futuröck trabajás con referentas del feminismo ¿Cuál creés que es el rol de los varones en este momento de empoderamiento de las mujeres?

Es un rol que es muy necesario, más allá de esto que se pretende como la “deconstrucción” de esos ejercicios que suponen un problema permanente. La cultura en que vivimos es machista y patriarcal, de modo que no es pensar que podemos sentarnos a reflexionar y ya estamos deconstruidos.

Es un ejercicio cotidiano en donde se encuentran nuestras voluntades de revertir actitudes y conceptos, y que encuentra limitaciones fuertes y nutridas todos los días. Pero me parece que el rol hoy en día de los varones, a partir de este encuentro, y de que laburo con estas referentas del feminismo a las que hacías mención, es siempre el rol de escucha, de entendimiento y de observación de cuál es la nueva lógica que se está construyendo.

Porque no es algo estático lo que está pasando en la calle, la transversalidad del movimiento no nos habla solo a los, las o les militantes del feminismo, sino a la sociedad toda.

¿Cómo creés que va a continuar este peldaño de la lucha después del fallido intento de ley de interrupción voluntaria del embarazo?

Mirá, yo creo que esto va a seguir con muchísima fuerza en las bases, por suerte. No han solucionado el tema, y está claro que hay grandes corporaciones que están en contra, como es el caso de la Iglesia. Pero esto, lejos de amedrentar, le da más vigor a la lucha y a la militancia.

Respecto de cuándo va a salir, tendremos que esperar si esta composición del Congreso lo aprueba el año que viene o habrá que esperar a la renovación, pero creo que lo vamos a ver aprobado en poco tiempo más.

Volviendo a la actuación ¿Cómo se conocieron con Rosemblat y qué devolución tienen en el espectáculo?

Con Pepe nos conocimos en Futuröck. Ellos venían de una experiencia previa en Nacional Rock, y yo me sumé después. Fue un golazo, porque con Pepe tenemos una complementariedad de lenguajes y aprendemos mucho el uno del otro. Repensamos y debatimos nuestras posiciones políticas. Fue y sigue siendo una experiencia hermosa.

La devolución es siempre muy rica, a la gente esto se le plantea como un escape a la colonización del sentido de los medios hegemónicos de lo que es pensable o admisible. Este es un lugar en el que se puede pensar y sentir otras cosas.

Martín Rechimuzzi Foto: Gentileza

¿Qué le decís a alguien que está pensando en ir al Selectro a verlos pero aún no lo decide?

Podría decirle que esto es una experiencia que excede lo teatral, que se vincula con lo político. La gente se ríe muchísimo y creo que esto, en estas épocas de solemnidad y angustia que sufren muchas personas, es muy necesario.

Nuestra propuesta tiene que ver con construir desde la risa un sentido que no está finalizado. Así que les diría que se den la oportunidad de venir y reír con algunas cosas angustiosas que nos pasan.

 


 

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