Centros de estudiantes de las escuelas secundarias de la Universidad Nacional de Cuyo tomaron anoche el edificio del Magisterio. De esta manera se sumaron activamente a un largo plan de lucha para exigir aumento salarial para sus docentes y educación pública, gratuita, laica y de calidad.

Fotos: Cristian Martínez

Desde las ocho de la mañana, estudiantes y docentes universitarios bloquearon el tránsito de vehículos en la rotonda de ingreso y egreso a la UNCuyo, y en la calle Champagnat, una de las arterias que comunica a la Ciudad Universitaria con el exterior.

La protesta, votada la semana pasada por la Asamblea interclaustros, permitió la circulación peatonal y se desarrolló sin mayores inconvenientes hasta la tarde. Cerca de las 18 hs, la Policía de Mendoza desplegó un importante operativo en la rotonda. Según manifestaron oficiales de la fuerza de seguridad, la concurrencia de móviles y numerosos efectivos -caminando y a caballo- habría sido motivada por un robo en el Barrio Flores. Razón que poco convenció a quienes se manifestaban en medio de la intimidación.

Mientras iba cayendo la tarde, alumnas y alumnos de los colegios secundarios de la UNCuyo comenzaron a organizar una toma del edificio del Magisterio. Referentes de los centros de estudiantes del Departamento de Aplicación Docente, Liceo Agrícola, Colegio Universitario Central y de la propia Escuela del Magisterio se congregaron en esta última para ocupar el establecimiento en forma pacífica.

“La idea es hacer una toma del colegio para visibilizar la lucha de todos, teniendo en cuenta el contexto en el que estamos. Hay un montón de facultades que ya están tomadas, el predio universitario ya está tomado, no nos parecía tan descabellado, al contrario, nos parece una buena manera de visibilizar esta lucha”, explicó uno de los dirigentes estudiantiles en diálogo con EL OTRO.

Desde el comienzo de la medida de fuerza, las y los adolescentes contaron con el respaldo de un grupo de padres y madres. Incluso, según pudo constatar este diario, escribanos y abogados estuvieron presentes en las puertas del Magisterio para garantizar la seguridad de los estudiantes y el ejercicio del derecho a la protesta. Finalmente, cerca de 150 alumnos ingresaron al establecimiento para pasar la noche allí.

Justina, mamá de una alumna del CUC y docente, explicó a EL OTRO las razones que la motivaron a apoyar la medida estudiantil: “Creo que los chicos están tomando los colegios porque están entendiendo la problemática de la Universidad, del país y de la provincia. Estamos acá apoyando porque es necesario en estos momentos darnos fuerzas para levantar un poco el ánimo, porque el panorama no es bueno”.

 

 

Mariela, otra de las madres que respaldó a los estudiantes reseñó cómo se fue gestando la toma: “Esto empezó hace un tiempo cuando los chicos hicieron asambleas para ver si apoyaban a los docentes y se transformó en una lucha por la educación. Tuvo como una evolución, tanto el conflicto como la lucha, y ya es una bandera propia de los estudiantes. Más allá de lo que solicitan los docentes, los chicos están pidiendo por la posibilidad de educarse con calidad en un colegio que sea laico, público y gratuito”.

 

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