El viernes se cumple el primer año calendario de la gestión provincial de Cambia Mendoza. El efecto del libreto de la “pesada herencia” se disemina y el alarde inicial del “nuevo gobierno” choca con la realidad.

Sin entrar en detalles que EL OTRO postergará para próximos envíos, ofrecemos a continuación una mirada sobre los principales trazos de este primer año de la administración Cornejo.

Potencia política

Uno de los méritos por los que Cornejo es hoy el gobernador de Mendoza, fue aglomerar alrededor del Frente Cambia Mendoza a la mayor parte de sectores políticos opositores (UCR, Partido Demócrata, PRO, Frente Renovador, Libres del Sur, Partido Socialista, Fe). Un primer punto para observar de esta etapa inicial de gobierno es que esa diversidad en lo electoral no se ha expresado como virtud en la gestión. Si bien no tiene por qué, la tónica, por el contrario, ha sido cierta obsesión del gobernador por centralizar y delegar las principales decisiones en un puñado de administradores de su máxima confianza, pertenecientes al radicalismo, columna vertebral de CM.

Mano dura

El eje de la campaña de Cornejo fue sin dudas la inseguridad. No tan lejos del recordado “mapa del delito” que Celso Jaque explotara en campaña, el actual mandatario afirmaba que “no hay más de 1.800 delincuentes violentos en el Gran Mendoza, hay que hacerles escuchas e ir a buscarlos a sus guaridas”. El discurso punitivista en campaña y las políticas de mano dura en la gestión nunca dieron resultados. Por el contrario, agravan la situación y emplazan peligrosamente la gobernabilidad. Pasó el primer año, emergencia en seguridad, compras de equipamiento millonarias, agravamiento de las penas, reformas judicial y policial mediantes y la inseguridad parece cada vez más pronunciada. ¿Cuándo estalla la situación penitenciaria?

Pesada herencia

Otra muletilla utilizada fue la de la mala administración de los recursos provinciales. Maniobra que en realidad comenzó allá por el 2013, cuando Cornejo se transformó en el líder indiscutido de la oposición y comenzó a imaginarse con la banda y el bastón provincial. Tras dejar a Mendoza sin ley de presupuesto dos años consecutivos (2014 y 2015), Cornejo se aseguró que las limitaciones del gobierno de Pérez –de muy pocas luces por cierto- fueran cada vez más notorias.

Más allá de aquella zancadilla que perjudicó no sólo al gobierno paquista, sino a la provincia en general, desde que triunfó como gobernador el Frente para la Victoria le garantizó a Cornejo sus primeros dos presupuestos (2016 y 2017) sin mayor trámite.

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Foto: Prensa Gobierno de Mendoza

 

Lectores atentos dirán: “tiene mayoría en ambas cámaras, cómo no va a tener presupuesto”. Cierto, pero incompleto: ambos presupuestos fueron votados con un endeudamiento que precisó la anuencia indispensable del justicialismo.

Es así que el discurso de la mala administración y la pesada herencia resulta un boomerang: Cornejo gobernó este 2016 con $5.500 millones de déficit y gestionará el 2017 con casi $4.000 millones. Es decir, en sus primeros dos años de gobierno acumulará casi $10.000 millones de déficit que alguien deberá pagar. Pero lo alarmante en todo caso no es la deuda, sino la poca imaginación que demuestra el actual gobierno para que nuestra provincia modifique su sistema productivo e impositivo y no caiga en la repetición de estas fórmulas. Porque sólo jubilando empleados públicos no lo logrará.

Ítem aula: “Vas más rápido que yo”

Con el fin de escapar por un rato del pantano político en el que se encontraba en ese momento, el presidente Mauricio Macri decidió visitar Mendoza en el mes de agosto, en ocasión del homenaje al General San Martín. En esa cita en el Cerro de la Gloria, Macri le dijo a Cornejo: “Vas más rápido que yo”. La anécdota fue relatada luego por el histórico dirigente radical Raúl Baglini y refleja un momento muy particular de la gestión de Cornejo: el fin de las paritarias y la nacionalización del “ítem aula”.

En campaña, Cornejo prometió ocuparse de la calidad educativa y para ello prometió “revalorizar el rol docente a partir de un programa de incentivo”. Pues esta revalorización llegó -a la baja- con el ítem aula, a través de un decreto que aniquiló las paritarias. Ajuste ideado y ejecutado por Jaime Correas -ex CEO de Multimedios UNO (Vila-Manzano)- el ítem aula significó la mayor embestida sobre el colectivo que padece las modificaciones económicas de este ciclo: los trabajadores. Porque no sólo devaluó considerablemente el poder adquisitivo de docentes, sino que además disciplinó al resto de los gremios, al aplicarse “con fórceps” sobre el más numeroso e históricamente más conflictivo.

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Foto: Coco Yañez

 

Este “triunfo” que Cornejo venía decidido a conseguir sobre las organizaciones sindicales, le valió la consideración a nivel nacional. A la anécdota con el presidente se sumó cierta envidia de otros gobernadores y desde el Ministerio de Educación de la Nación y el Consejo Federal de Educación ponderan al adicional por productividad “ítem aula” como el camino a seguir en el horizonte 2017.

Seguridad, educación y orden en las cuentas fueron puntales de campaña, por ahora sin mejoras. El mérito en todo caso radica en camuflar resultados paupérrimos ante la sociedad mendocina con el favor de la usina hegemónica de los medios de comunicación dominantes (aceitada con fondos públicos) y sin mayores resistencias de la oposición política, bajo el rebenque de la chequera presupuestaria y la amenaza permanente del “carpetazo”.

El saldo anual persigue la lógica de aplicación del ajuste e inversión en castigo, ambas cuestiones pasibles de administrar según las necesidades.