Las mezquindades del cacique alvearense Marcolini ponen en vilo el desarrollo biotecnológico en Mendoza. Está en peligro un proyecto de producción de vacunas, anticuerpos y reactivos para la investigación. En el medio, los científicos responsables piden protección para afrontar las amenazas del jefe comunal.
La reducción del presupuesto destinado a la investigación, el recorte del ingreso al Conicet y el desguace incesante del ministerio de Ciencia y Técnica de la Nación, describen el desmantelamiento por el que hoy atraviesa la ciencia. Esta impronta política alimenta un destrato de los proyectos científicos en todas los niveles del Estado. Tal es así, que hoy las mezquindades políticas de un jefe comunal del sur de Mendoza le han puesto freno a un valioso proyecto de base biotecnológica, pionero en el país.
El emprendimiento pertenece a la empresa BioSur y llegó al departamento de General Alvear luego de ser distinguido, en 2015, por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. Para cumplir la primera etapa de desarrollo, producción de insumos biológicos para la detección de enfermedades virales, bacterianas e infecciosas, el proyecto recibió financiamiento del gobierno nacional y el respaldo de la provincia.
El compromiso asumido por el intendente Walther Marcolini fue la construcción de un laboratorio en el predio de la UGACOOP, el Instituto de Educación Superior Alvear, una obra que supone una inversión aproximada de $3 millones. Además, se establecieron acuerdos para abrir, en un futuro próximo, la Tecnicatura Superior de Biotecnología en esa casa de estudios.
La obra debía estar terminada en marzo de 2016, sin embargo hoy, 18 meses después, sigue en el momento cero. EL OTRO entrevistó a Esteban Servat, responsable del proyecto de BioSur en Mendoza. El científico explicó que “la demora nos ha traído grandes problemas, se nos están venciendo los insumos que compramos, los equipos están quedando obsoletos y sus garantías se están venciendo, hemos perdido parte del equipo, hay científicos que se iban a trasladar a Alvear y ya han asumido otros compromisos”.
El emprendimiento, según describe su página web, “cuenta con científicos de primer nivel internacional, emprendedores con más de 30 años de experiencia en la industria del Silicon Valley (California, EEUU) y empresas que lideran el mercado mundial en el rubro, así como con investigadores locales y dos científicos extranjeros (provenientes de EEUU y Francia) que se han radicado en General Alvear”.
La parálisis del proyecto no sólo radica en la falta de inversiones, hay un clima espeso, cargado de aprietes y abusos de poder que han llevado las cosas al extremo. “Al ver que las obras no avanzaban decidimos buscar otros horizontes y proyectamos un traslado a San Rafael, pero desde ese momento comenzaron las amenazas y coerciones y se empezaron a dar una serie de situaciones mafiosas, llegando a un punto incomprensible de abuso de poder”, explicó Servat en medio de la desazón. En tanto, agregó que “por la asimetría de recursos y de poder decidimos radicar una denuncia en la Legislatura y en la Fiscalía de Estado para que intervengan en esta situación”.
El científico, que hasta 2015 trabajó en Silicon Valley, uno de los polos tecnológicos más importantes del mundo, denuncia ataques a su persona y la usurpación de un terreno de su propiedad. “Hay varios funcionarios de la comuna que han facilitado la usurpación de un terreno que me pertenece, firmando autorizaciones que no debían, hay una situación muy enrarecida pero nadie da la cara”, precisó Servat.
Entre esos ataques se cuentan los aprietes del propio intendente para expulsar a un miembro del grupo, el científico Guillermo Barrera. “Todo parecía encaminado con Marcolini hasta que su gobierno volvió a mentirnos en la cara, en este caso, agravado por amenazas y coerciones para eliminarme del equipo y para que nos prestemos a inaugurar el laboratorio antes de las elecciones de octubre, cuando el mismo no está en condiciones de ser inaugurado”, expresó Barrera en su página personal de Facebook.
En medio de las presiones, el equipo de trabajo de BioSur ha decidido mantenerse unido y buscar protección por fuera de su relación con el municipio, además de acudir al poder legislativo provincial y la Fiscalía de Estado. Cuentan con el respaldo de los investigadores del Conicet y esperan que aparezca el respaldo de responsables provinciales y nacionales, y tomen cartas en el asunto.
Por el momento, en la casa del intendente radical, quien asumió con el discurso de nuevos horizontes del desarrollo, y donde se celebró en las últimas semanas el Congreso Provincial de Emprendedores, yace el proyecto biotecnológico más innovador de los últimos años.
“Nosotros vamos a quedarnos en Alvear cueste lo que cueste, sé que están buscando que nos vayamos pero nos vamos a quedar, aunque tengamos que hacer esto a pesar de Marcolini”, remata Servat sumergido en medio de una lucha insólita.
Fuente: TVCOA
