Con 20 votos a favor y 14 en contra, el Senado de Mendoza dio media sanción al proyecto de ley que busca sumar dos jueces oficialistas a la Suprema Corte de Justicia.

Fotos: Coco Yañez

Juan Carlos Jaliff.

El reelecto legislador cornejista Juan Carlos Jaliff, uno de los autores del proyecto de ampliación de la Corte, lanzó ayer unos de los peores chistes del 2017: “El gobernador no sabía que se podían aumentar los miembros de la Corte. (…) Me están menospreciando y me ofenden, a mí, y a mi historia”, dijo el veterano radical, enojado y golpeándose el pecho.

A nadie escapa que, montado en el caballo de la victoria de las últimas legislativas, el gobernador de Mendoza va por todo. También por el control de la Justicia.

Laura Montero presidió la sesión.

Con la media sanción de este martes, el Senado dio el primer paso para que el mandatario pueda sumar dos cortesanos del palo al tribunal superior. El sueño de la mayoría automática está a la vuelta de la esquina, solo resta la media sanción de Diputados para que el proyecto sea ley.

Con la balanza inclinada

Luego de dos sesiones fallidas por falta de quórum propio, los votos de Cambia Mendoza (menos uno) aprobaron la reforma del máximo tribunal de Justicia. Los senadores Barros, Basabe, Bondino, Camerucci, Caroglio, Corsino, García, Giner, Jaliff, Mancinelli, Orts, Palero, Quevedo, Quiroga, Reche, Rubio, Ruggeri, Salas, Soto y Teves, dieron el positivo.

García (UCR) y Mancinelli (Libres del Sur).

 

Ferrer, radical disidente.

Se opusieron Agulles, Arenas, Barcudi, Benegas, Bianchinelli, Bhöhm, Fadel, Sat, Sevilla y Ubaldini, del Partido Justicialista; Amstutz, de Unidad Popular; Barbeito y da Vila, del Frente de Izquierda; y el díscolo Ferrer, de la Unión Cívica Radical.

Bauzá, Gantus, Lingua y Brancato, del peronismo, se ausentaron sin dar mayores explicaciones.

Menem vuelve al debate

Marcelo Rubio (UCR)

El senador Marcelo Rubio fue uno de los encargados de dar impulso al proyecto de Jaliff y Reche. En su alocución, el legislador fundamentó la reforma del máximo tribunal y la adición de dos ministros, en la necesidad de dar mayor celeridad y calidad a las resoluciones de la Suprema Corte. Para el radical, el colapso de la Justicia, sobre todo en los ámbitos laboral, penal y contencioso administrativo, justificaría la urgencia en sumar jueces y salas judiciales.

Esta fue exactamente la lógica que esgrimió el expresidente Carlos Menem cuando logró el aumento a nueve miembros de la Corte Suprema nacional en 1990.

Lo que no revelaron explícitamente Menem entonces y Rubio ahora, es el móvil político de ambos proyectos: la limitación de la independencia del Poder Judicial a través de una maniobra antirrepublicana.

Lo paradójico es que, esta vez, la exmenemista Patricia Fadel lo hiciera notar en la sesión de ayer. La senadora peronista señaló que Cambia Mendoza busca la suma del poder público. “Tienen mayoría en la Cámara de Diputados, tienen mayoría en la Cámara de Senadores, tienen la mayoría de los intendentes, le falta la mayoría en la Suprema Corte”, denunció Fadel, quien además reconoció el “error” en la ampliación menemista de los años 90, y corrió al oficialismo con argumentos críticos planteados entonces por los radicales José Genoud y Fernando Armagnague.

Benegas y Fadel (PJ)

Desde el Frente de Izquierda, los senadores Noelia Barbeito y Víctor da Vila, en consonancia con el justicialismo, cuestionaron el proyecto oficial. Barbeito recordó las similitudes entre la mayoría automática de Menem y la pretendida reforma judicial de Cornejo. “Lejos de garantizar la independencia del Poder Judicial, la intangibilidad del sueldo y la inamovilidad del cargo, lo que garantizan son los privilegios de una casta judicial que muy lejos está de la idea de Justicia”, manifestó la senadora del PTS.

Noelia Barbeito (FIT)

 


Leer más:

Cornejo: la suma del poder público