El gobierno de Luján de Cuyo anunció que comprará el inmueble donde funcionó el Instituto Próvolo, el establecimiento de educación de la Iglesia Católica donde se cometieron crímenes aberrantes contra niños, niñas y adolescentes sordos. Desde la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico de Argentina repudiaron la decisión del intendente Omar De Marchi. 

Foto de archivo: Seba Heras

Comunicado de la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico de Argentina:

La Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico de Argentina repudia las acciones del municipio de Luján de Cuyo que por sobre los derechos de las víctimas de abuso eclesiástico del Instituto Antonio Próvolo (Mendoza) privilegia un negocio inmobiliario para erigir en ese predio el centro cívico de la localidad.

Lo que esta Red entiende es que ese predio debería constituirse en Sitio de Memoria Colectiva, para que NUNCA MÁS, se cometan estos aberrantes delitos. El municipio de Luján de Cuyo y la Iglesia lo entienden como un negocio inmobiliario, que desdibuja la responsabilidad ineludible del Estado de prevenir, asistir y reparar los daños irreversibles a los que la acción u omisión los compromete.

Foto de archivo: Fabián Sepúlveda

La falta de respeto a las víctimas y sus familias solo puede comprenderse en un marco de insensibilidad total sumada al propósito de limpiar a Luján de Cuyo de esta tristísima historia que en el mundo entero se conoce desde hace dos años: en el edificio de la calle Boedo 385 fueron abusadxs niñxs y adolescentes sordxs por hombres y mujeres católicos que dijeron contribuir a la educación de personas con discapacidad.

Podrán comprar sus paredes, rasquetearlas, pintarlas, hermosear sus jardines pero jamás podrán borrar el dolor y la ignominia de pisotear la memoria y seguir vulnerando los derechos de Personas protegidas por las leyes internacionales a las que Argentina adhiere y a las que las personas de buena voluntad deberían adherir.

 

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Un Estado ineficiente frente al caso Próvolo