El matancero Juan Carlos Alderete pasó por Mendoza para presentar su biografía. El dirigente de la Corriente Clasista y Combativa dialogó con EL OTRO. Su vida y la corriente. El momento sociopolítico del país.

Fotos: Coco Yañez

Juan Carlos Alderete.

En un hotel modesto se hospeda el ex jugador de fútbol profesional que a los 22 años decidió retomar los pasos de su padre sindicalista y consiguió trabajo en la industria lechera. Juan Carlos Alderete, dirigente del Partido Comunista Revolucionario y conductor de la Corriente Clasista y Combativa, comparte la entrevista con la amabilidad medida de quien la ha pasado difícil.

Lía Verónica Caliva, la escritora a cargo del libro, también norteña, llega y comenta cómo fueron los cuatro años de trabajo que la biografía necesitó. “Bajo el símbolo de la victoria” verá la luz en todas las provincias en las que la CCC milita.

Lía Verónica Caliva

Alderete comenta que muchos amigos, algunos artistas reconocidos, le fueron pidiendo que narrara su vida por lo movida e interesante que fue, además de dura y áspera. Da la sensación de que los vaivenes del país o de su Buenos Aires adoptivo ya no lo mueven de sus convicciones y rutinas.

Tuvo que paliar la ausencia de su padre lustrando botas y vendiendo diarios. De pibe había partido a Buenos Aires con la idea de ser guerrillero y, después de jugar profesionalmente en Atlanta y Fénix, nació al sindicalismo desde la lechería en Atilra. Fue secuestrado por la dictadura por ser miembro de la CGT y pudo reencontrarse con sus hijos 25 años después de su detención.

¿Por qué una biografía?

Es muy difícil hablar de mí mismo. Me hicieron mucha fuerza los amigos. Primero querían hacer una cuestión novelesca pero a mí no me gustó la idea. Después hablamos con la periodista que terminó escribiéndolo y ya nos encaminamos.

Yo pienso que este libro debe servir para que los compañeros trabajadores, los de abajo, pensemos por qué hace falta que nos formemos y tengamos una educación política para defender lo que estamos defendiendo y para que nuestra organización se politice. Porque cuando uno se dice: “estoy convencido de lo que estoy haciendo”, si uno no tiene una formación ideológica se puede caer en la idea de que la organización en la que estás te sirve cuando te ayuda y cuando no te puede ayudar: “¡pum!” a la organización.

¿Cómo ve la situación actual del país?

Cuando asumió Macri hicimos un trabajo serio para no errar en la caracterización de su gobierno y qué política iba a llevar adelante. Pensamos que iba a ser un gobierno de ricos para ricos y nos quedamos cortos. Después de que asumió hicimos una de las primeras movilizaciones a la Plaza de Mayo y no nos equivocamos, desde ahí nos dedicamos a abrir la cabeza y juntarnos con otras organizaciones porque hasta ese momento veníamos “como loco malo”.

Hemos fundado la Federación Nacional Campesina que ya tiene presencia en 14 provincias.

 

¿Cómo enfrentan este momento político y ecónomico?

No aflojándole en la calle y juntándonos entre todos, aunque no sea fácil porque a veces retrocedés pero no hay que parar. Nosotros pensamos que urge un paro nacional de todos los sectores en la calle para pararle la mano al gobierno. Si no, siguen avanzando y nos van a dejar un país arrasado con trabajadores sin derechos.

Por eso decimos que la CGT y las centrales sindicales deben llamar a un paro general para parar el ajuste y el programa neoliberal que tienen. Si no lo convocan, nosotros vamos a hacer lo que tenemos que hacer.

¿Qué se perfila en las próximas semanas?

Nosotros ya estamos lanzados a la marcha federal que comienza el 28 de mayo y finaliza en Buenos Aires el 1 de junio. Van a salir cuatro columnas desde distintos puntos del país. Ya están participando sindicatos nacionales que están en la CGT. En un plenario que hubo en Ensenada participaron el sindicato de televisión y el de petroleros, junto a 65 gremios más.

El programa de la marcha se va ampliando cada vez más porque se siguen sumando organizaciones. La Federación Campesina y los universitarios también van a estar. Para nosotros es, si no se convoca al paro nacional activo, el hecho político más significativo que vamos a tener previo al mundial.

¿Es importante estratégicamente que sea antes del mundial de fútbol?

Sí. Yo soy muy futbolero pero soy más político que futbolero y se me van las ganas de que la selección pase de ronda porque “este” (por Macri) lo va a usar políticamente. Y si la selección llega a salir en los mejores lugares, mientras gritemos los goles de Messi, nos van a sacudir el lomo de la peor manera.

Este tipo no retrocede en los tarifazos aunque se hacen enormes movilizaciones, y ya dijo que si llega la ley para limitarlos la va a vetar. Para colmo tiene algunos gobernadores alcahuetes que por la billetera o por las carpetas se arrodillan, pero el que sufre es el pueblo y el pueblo lo va a saber retribuir.

Nosotros estamos apoyando la rebeldía. No es que no se quiera pagar los servicios sino que se quiere pagar acorde a lo que ingresa en el hogar. Entonces, si me cortás la luz me engancho de nuevo y si me cortás de nuevo, me engancho otra vez.

¿Qué rol tienen los medios de comunicación en esta situación?

Siguen generando opinión pero cada vez se meten menos en la cabeza de la población, porque va quedando claro que un periodista famoso tiene una posición hoy y mañana la cambia porque su patrón lo manda a hacer eso.

Quedan muy claras las posiciones de los grandes medios y por eso hoy juegan un papel muy importante las redes sociales, las que se han convertido en una herramienta con las que el campo popular muestra lo que los otros no muestran. Las radios FM y los medios independientes también ayudan a comunicar lo que les pasa a los distintos sectores que están siendo afectados por las políticas de Macri.

 


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